La Jornada 19 de abril de 1996

RELEVO EN NUEVO LEON

Mireya Cuéllar, enviada, David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 18 de abril Ť Benjamín Clariond Reyes Retana, un binomio de político-empresario que es muy común en el norte del país, se convirtió hoy en el tercer gobernador interino en el régimen zedillista. Pertenece a una familia de panistas y priístas que comparten la propiedad de Industrias Monterrey (IMSA), uno de los consorcios más prosperos del país.

Ex alcalde priísta de Monterrey, ex diputado federal, en su primera conferencia de prensa como gobernador tuvo también su primer tropiezo, al señalar que ya había hablado con el presidente Ernesto Zedillo para ``darle las gracias''. Y tartamudeando, no supo explicar de qué tenía que darle las gracias al Ejecutivo federal.

Tras una pausa, intentó rectificar y dijo: ``le dí las gracias por ser un Presidente como lo es, y pedirle que ahora sí venga más seguido. A Coahuila ha ido como cinco o seis veces y a Nuevo León ha venido una y rapiditita''.

Inmediatamente surgieron las suspicacias: Ƒle dio las gracias por algo más?, interrogó un reportero.

ųPor los billetes que espero que me mande... ųsalió al paso de su resbalón.

El Benjas, como se le conoce aquí, tanto que los periódicos locales así se refieren a él, es un personaje muy popular por su carácter dicharachero, se convirtió en gobernador interino con el voto de priístas y panistas.

Con su designación, el PRI ``quemó'' su mejor cartucho, ya que incluso la oposición comentaba en días pasados que sólo Benjamín Clariond, un priísta que bien podría pasar por panista y que atrae el voto de las clases medias urbanas, podría ganarle al candidato del PAN en las elecciones del año próximo.

Al rendir protesta ante el Congreso del estado, luego de que se aprobó la solicitud de licencia por seis meses de Socrátes Rizzo García, anunció que no tolerará la deshonestidad, corruptelas, tráfico de influencias o irresponsabilidad en el ejercicio de la administración pública.

Su discurso fue interpretado como una dura crítica al gobernador con licencia, quien es acusado en la calle y por los medios de comunicación de haber tolerado la corrupción durante sus casi cinco años de administración.

Clariond Reyes dijo que se habrán de fortalecer los sistemas de fiscalización y control de los recursos públicos y se impulsarán de manera prioritaria las acciones que permitan sanear la procuración y la administración de la justicia.

Ante cientos de invitados que llenaron las galerías del recinto legislativo, el nuevo gobernador se deslindó de incurrir en todo lo que se le atribuye públicamente al gobierno de Rizzo. Dijo que el ejercicio del poder político entraña una profunda responsabilidad social, ``no es compatible un gobierno responsable cuando complace a grupos o camarillas que anteponen el interés personal al general''.

Si bien pertenece al mismo partido que Rizzo García, dejó muy claro que es parte de otro grupo político. No escatimó sus críticas a la pasada administración y en un desusado modo de la política priísta, advirtió que solicitará la renuncia a los funcionarios que todavía ayer no la habían puesto sobre la mesa.

Sólo ratificó en sus cargos a funcionarios identificados con la iniciativa privada regiomontana, como son el secretario de Desarrollo Económico, Jorge Arrambide y al tesorero Othón Ruiz Montemayor. También ratificó a funcionarios recientemente nombrados y que en opinión de analistas políticos locales habían llegado a esos puestos por exigencias al gobierno de Rizzo.

De hecho, buena parte de los amigos y viejos colaboradores de Rizzo ya no estaban en el gobierno, y fue precisamente a uno de ellos, Jorge Manjarrez, a quien Clariond le advirtió públicamente (durante el encuentro con los periodistas) que estaba en espera de su dimisión.

``Y si no la recibimos para hoy en la noche se la pediremos''.

Algunos de los cercanos colaboradores del ahora gobernador con licencia o pasaron por la cárcel y están desterrados de la vida pública, o fueron removidos de sus cargos desde mediados de 95 ante la presión de diversos grupos locales, sobre todo empresariales y partidos, que los consideraban ineficientes.

De la conformación del nuevo gabinete se deduce que Clariond está en buenos términos con el grupo del ex gobernador Jorge Treviño, al que pertenece el subsecretario de Gobernación José Natividad González Parás. El nuevo secretario general del gobierno, Francisco Rivera Bedolla, fue procurador de Justicia del estado con Treviño en la época en que González Parás era secretario de gobierno.

Hay quienes considerán que Benjamín Clariond tendrá por objetivo allanar el camino a Natividad González Parás, quien el próximo año podría ser el candidato del PRI a gobernador. La intención, se comenta, es que Clariond ponga orden en el estado, que desde hace varios meses no tiene inversión y afronta una crisis política y judicial.

El nuevo mandatario anunció en conferencia de prensa que solicitará la ayuda de la federación para saldar la deuda de más de seis mil millones de pesos que le hereda la administración Rizzo.

El gobernador sustituto hizo gala de sus ocurrencias a lo largo de todo su encuentro con la prensa. Interrogado sobre si limpiará la casa, respondió: ``yo creo que la casa está limpia, salvo la tapa del escusado que me la encontré quebrada''.

La licencia a Rizzo García por seis meses fue concedida por 39 de los 41 diputados locales presentes en la sesión del Congreso; los 22 priístas y los 17 de Acción Nacional.

Los diputados del PRD y PT, Gilberto Garza Vielma y Ricardo Cantú Garza, respectivamente, votaron en contra, al argumentar que fue pisoteada la soberanía estatal, con una nueva imposición del centro.

Un lapsus del presidente del Congreso, Horacio del Bosque Dávila, hizo pensar por unos segundos que el gobernador interino de Nuevo León no sería Benjamín Clariond Reyes, sino una mujer.

``Me permito informar a ustedes que ha sido designada por esta soberanía... el ciudadano licenciado Benjamín Clariond Reyes''.

De los 42 miembros del Congreso, 23 sufragaron a favor de la propuesta de Benjamín Clariond, 22 del PRI y uno del PAN, mientras otros 16 panistas se abstuvieron y un diputado del PT votó por Javier Livas Cantú y otro del PRD sufragó por el ex rector de la UANL, Eduardo L. Suárez.

Desde las diez de la mañana se llenaron las galerías del recinto legislativo. Hacían conjeturas sobre quién sería el gobernador sustituto de Sócrates Rizzo García, no se atrevían a confesar quién era su favorito, pero apenas el presidente de la 67 legislatura, Horacio del Bosque Dávila, anunció el nombre de Benjamín Clariond Reyes, se desbordaron en elogios.

Mientras se esperaba el inicio de la sesión, citada para las 11 de la mañana pero que inició hasta las 12:25, se dio un incidente en las galerías. Tuvo que intervenir la fuerza pública para desalojar a un priísta que peleaba con un grupo de señoras de la CTM que apoyaban a Clariond. El desalojado se manifestaba en contra de la salida de Rizzo.

Entre las clases populares que se dieron cita para vitorear al gobernador interino estaban, impecablemente vestidos Eugenio Clariond Reyes, hermano de Benjamín y su primo Marcelo Canales Clariond, este último del sector panista de la familia. Marcelo Canales Clariond es hermano de Fernando, uno de los más fuertes aspirantes a la candidatura del PAN al gobierno del estado.