La Jornada 4 de mayo de 1996

Sentencia lamentable: Martínez Veloz; reanudan patrullajes en la Selva

Elio Henríquez, corresponsal, La Realidad, Chis., 3 de mayo Ť El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se encuentra valorando la situación y las consecuencias que podría traer el hecho de que Javier Elorriaga Berdegué haya sido sentenciado ayer a 13 años de cárcel, por lo que se espera que en las próximas horas dé a conocer su postura oficial al respecto.

Al mismo tiempo, a partir de hoy tropas del Ejército Mexicano reiniciaron los patrullajes terrestres por esta zona, informaron indígenas tojolabales de este lugar, quienes se encuentran a la expectativa.


Javier Elorriaga Berdegué, en el penal de Cerro Hueco
en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Foto: Pedro Valtierra

El camino a La Realidad se encuentra, en apariencia, como hace ya varios meses: decenas de hombres, camiones y máquinas trabajando para aplanar lo que antes eran pedregales, a veces intransitables. Hoy el ir y venir de verdes camiones del Ejército Mexicano por los 80 kilómetros de terracería, de Las Margaritas a Guadalupe Tepeyac, es constante. Desde el 10 de febrero de 1995 lo ha sido.

Hasta el ejido Guadalupe Tepeyac, ahora un pueblo sin gente desde hace casi 15 meses, no se observa ningún cambio en el ambiente, excepto avances en el arreglo de la terracería.

Pero entre Guadalupe Tepeyac y La Realidad ųseparados por 16 kilómetrosų se percibe cierta tensión, corroborada por un grupo de reporteros que se trasladó a este último lugar para tratar de obtener una reacción del EZLN sobre el fallo del juez primero de distrito, Juan Manuel Alcántara, quien sentenció a 13 años de cárcel a Javier Elorriaga Berdegué, presunto dirigente del grupo rebelde, por los delitos de terrorismo, rebelión y conspiración.

Al escuchar repentinamente el ruido del motor del Jeep que transporta a los periodistas, varios soldados salen apresurados de entre las hojas secas de plátano que cubren la barda exterior de la guarnición. En la puerta del campamento militar, ubicado en lo que hasta febrero del año pasado fue el Aguascalientes construido por el EZLN, toman posiciones y apuntan sus fusiles hacie el vehículo que sigue su marcha. Se notan nerviosos.

Unos kilómetros más adelante, en el banco de grava que ha servido para arreglar la carretera que durante lustros permaneció olvidada, una docena de soldados bien armados mantiene posiciones en diversos y estratégicos puntos. Aparentemente resguardan una pala mecánica verde operada por un soldado, que llena de arena decenas de camiones civiles.

En los últimos 50 kilómetros es notoria la presencia de hombres indígenas inquietos ųalgunas mujeres y niños tambiénųque van a pie o a caballo por la carretera.

Ya en La Realidad, el ambiente es de aparente tranquilidad y a pesar del intenso calor los lugareños bailan al compás de la música de una marimba en la casa ejidal. Celebran, como anoche también, el Día de la Santa Cruz, según su propia explicación.

ųSomos periodistas y queremos ver si es posible hablar con alguien del EZLN ųdicen de entrada los reporteros a un grupo de tojolabales que hace la parada a la entrada de este ejido .

Un indígena toma las credenciales de los comunicadores y un recado escrito a mano, los cuales da a un compañero que desaparece por el poblado en busca de la respuesta.

Mientras aguardamos, varios hombres que se han juntado comentan con preocupación que hoy a las 10 de la mañana 14 vehículos del Ejército Mexicano pasaron por aquí, presumiblemente hacia la zona de San Quintín, varios kilómetros más adentro. Hacía una semana que no patrullaban, según los declarantes, aunque ayer por la mañana un helicóptero militar ``sobrevoló estos ejidos a muy baja altura''.

Pasados 20 minutos el enviado regresa escurriendo sudor con el mensaje verbal: ``Que no va a haber nada porque no hay nadie, que no tienen nada que decir ahorita. Que ya se pueden regresar''.

Por ahora, el subcomandante Marcos y la dirigencia del EZLN no emitirían ninguna postura oficial sobre la sentencia a Elorriaga Berdegué, pero se supo que en las próximas horas habrá una respuesta oficial sobre el particular. La última vez que el grupo rebelde se declaró en alerta roja fue el 25 de octubre pasado, cuando fue detenido el presunto comandante Germán.

La última vez que Marcos se refirió públicamente a Javier Elorriaga ųa quien la Procuraduría General de la República (PGR) sindica como el comandante Vicente, fue el 4 de abril pasado, al inaugurar en este lugar la reunión preparatoria del Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.

En esa ocasión el jefe guerrillero recordó cómo desde el 16 de septiembre de 1994, Javier trajo y llevó cartas de Ernesto Zedillo, como presidente electo, y luego como jefe del Ejecutivo, así como mensajes del entonces secretario de Gobernación Esteban Moctezuma.

``La última vez que lo vi ųcontinuó Marcosų fue el 8 de febrero de 1995. Le dije que no veíamos señal alguna de voluntad de diálogo en el gobierno'', y un día después, el 9 de febrero, Elorriaga fue detenido en el retén militar de Gabina Vázquez, municipio de Las Margaritas, y luego llevado al penal de Cerro Hueco en Tuxtla Gutiérrez, donde permanece.