La Jornada 18 de mayo de 1997

Críticas injustas a la lucha mexicana antinarco, admiten congresistas de EU

Andrea Becerril, enviada, Santa Fe, Nuevo México, 17 de mayo Ť Hubo un mal entendido del Congreso de Estados Unidos en lo que se refiere a los esfuerzos del gobierno mexicano en el combate al tráfico de drogas, y hay inclusive una iniciativa para reformar el proceso de certificación, informaron los legisladores estadunidenses que participan en la 36 Reunión Interparlamentaria.

Luego de una larga sesión de trabajo en la que dejaron claro que tienen el derecho de establecer su política en materia migratoria y están inclusive orgullosos de la actual legislación en la materia, convinieron con los representantes de la delegación parlamentaria mexicana en integrar grupos de trabajo para dar seguimiento a los problemas más acuciantes.

En ese sentido, decidieron crear tres grupos que den seguimiento a los acuerdos en materia de migración, narcotráfico, comercio y medio ambiente, para que no todo quede en simples declaraciones anuales, además de buscar que se incluya a Canadá en este tipo de reuniones.

Fue lo único concreto durante los trabajos de la 36 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, que se prolongaron todo el día en el hotel Loreto Inn de esta ciudad, donde subsisten grupos y vestigios de sus antiguos pobladores indios.

Durante la discusión del tema de narcotráfico, la presidenta de la delegación estadunidense, Kay Bailey Hutchison, dijo que en el Senado de su país ``ya no habrá otro proceso de certificación a México en 1997''.

Antes, durante la comida ofrecida a la delegación mexicana, los legisladores estadunidenses reconocieron que ha habido ``errores de apreciación'' en torno de la postura y acciones del gobierno de Ernesto Zedillo en lo que se refiere al combate al comercio ilegal de drogas.

``Tengo que reconocer que en el Congreso de Estados Unidos hemos sido muy duros con México, en lo que se refiere a la lucha contra el narcotráfico'', comentó Pete Domeneci, uno de los senadores más antiguos de Estados Unidos, reelecto por quinta vez y uno de los legisladores de línea dura contra nuestro país.

Domeneci es de quienes más insistieron en que se pusieran condicionantes para dar la certificación. Ayer, sin embargo, aclaró que no es enemigo de México. Por el contrario, ``siempre he sido amigo'', añadió y dijo también que ahora lo importante es que ambas naciones ``se unan contra ese flagelo de la humanidad''.

Larga sesión en la que los representantes parlamentarios de ambos países vecinos ``conocieron sus desacuerdos'' como lo expresó luego el vicecoordinador de la delegación estadunidense, Jim Kolbe.

Hablaron de los puntos de vista no compartidos y, en ese sentido, los anfitriones trataron, sin éxito, de lograr el aval de los mexicanos para impulsar ``el avance de la democracia en Cuba'', traducido ello a colaborar para el impulso en la Organización de Naciones Unidas (ONU) de sanciones al gobierno de Fidel Castro por supuestas violaciones a los derechos humanos.

En bloque, los diputados y senadores de PRI, PAN, PRD y PT rechazaron tratar siquiera el tema y recordaron la esencia de la política exterior mexicana. En cambio sacaron a relucir la preocupación por el destino de un millón de indocumentados que podrían ser deportados, luego de la puesta en vigor de la nueva ley migratoria y su rechazo a la certificación.

Lo pactado sobre narcotráfico requiere respeto a la soberanía

Esto fue en la tercera sesión de trabajo, ya por la tarde. Ahí, el diputado priísta Samuel Palma César advirtió que llevar a la práctica la declaración en torno del narcotráfico, suscrita por los presidentes Clinton y Zedillo, requiere del respeto absoluto a la soberanía, responsabilidad compartida, enfoque integral, equilibrio, reciprocidad y aplicación efectiva de las leyes.

Luego, el presidente de la delegación mexicana, José Murat, así como Martha Alatorre y el perredista Cristóbal Arias, se manifestaron en contra del proceso de certificación que practica el gobierno de Estados Unidos.

``La certificación es una vía paralela que en nada ayuda a combatir ese mal. México no solicita ayuda para luchar contra el narcotráfico. Tenemos instituciones y voluntad política para hacerlo por decisión propia y no puede ser pretexto para aceptar asuntos de certificación'', resaltó el legislador priísta Palma César.

Los senadores Richard C. Shelby y Kay Bailey Hutchison, así como los representantes David Daider y Joe Barton reconocieron los esfuerzos de México en materia de narcotráfico y consideraron que es cuestión de soberanía la negativa del gobierno de Zedillo para que agentes de la agencia antinarcóticos estadunidense (DEA) porten armas en su territorio o haya sobrevuelo de aviones o helicópteros en el mismo.

Jim Kolbe informó que él presentó ya una iniciativa para reformar el proceso de certificación.

Sin eco, los reclamos por la ley de migración

Donde no hubo acuerdos fue en torno a la discusión sobre asuntos migratorios. Los reclamos de los legisladores mexicanos por la nueva ley de inmigración, no encontraron eco. Por el contrario, el copresidente de la delegación estadunidense, Jim Kolbe, les respondió que cada país tiene el derecho de establecer su política en materia de migración y ``Estados Unidos se siente orgulloso de la suya''.

Los priístas Martha Lara y Píndaro Urióstegui, el perredista Pedro Etienne, Alejandro Pérez Duarte, del PAN, y Alejandro Moreno Berry, del PT, le aclararon a su vez que si bien es cierto que cada país tiene el derecho soberano de darse sus leyes sobre migración, éstas no deben ser violatorias del derecho internacional y, con ello, de los derechos humanos y laborales de los inmigrantes.

La senadora Martha Alatorre, experta en el tema pues ha sido cónsul de México en ciudades fronterizas, sostuvo que la ley discutida propicia discriminación al negar servicios asistenciales y educativos a los migrantes.

Tom Campbell, representante por California, sostuvo que Estados Unidos se ajusta al derecho internacional en la aprobación de sus leyes y, por ende, no viola ninguna disposición jurídica en materia de derechos humanos.

Cuestionan el trato que da México a migrantes en la frontera sur

Y no fue todo. Orrin G. Hatch, senador republicano por Utah, deslizó una vieja acusación. Dijo que algunos de los indocumentados se prestan a trasladar drogas, y el representante Joe Barton trató preguntó sobre el trato que en México se da a los refugiados e inmigrantes en la frontera sur.

A excepción de Conchello -interesado en otros temas- el resto de la delegación mexicana contestó que de ninguna manera puede compararse la política en materia de migración de México, que ha implantado programas en favor de los guatemaltecos, a los que da un trato justo y generoso, frente a la amenaza de deportación y el trato humillante que se da a los indocumentados que laboran en Estados Unidos.

Cuauhtémoc Sandoval y Pedro Etienne, del PRD, criticaron que se asocie a los indocumentados con narcotraficantes y que el problema trate de simplificarse con medidas policiacas.

Buscarán suavizar la ley migratoria estadunidente, afirman

La discusión siguió y, a manera de salida, los congresistas estadunidenses plantearon que se buscará ``suavizar'' la Ley de Inmigración Ilegal y Responsabilidades de los Inmigrantes.

En entrevista posterior, Jim Kolbe aclaró que en los acuerdos presupuestales presentados esta semana en el Congreso hay un planteamiento en ese sentido, pero sus repercusiones son limitadas pues se aplican sólo a los ancianos y discapacitados.

Se aprobó, en ese mismo sentido, una propuesta de los legisladores mexicanos para llegar ``en el futuro'' a un programa de braceros o de ``trabajadores huéspedes en Estados Unidos''.

Otros de los temas abordados fueron el Tratado de Libre Comercio (TLC). Al respecto hubo también voces discordantes, como la de Ben Gilman, presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, quien advirtió que no están satisfechos con los resultados del Tratado de Libre Comercio (TLC), toda vez que se han perdido 110 mil empleos Estados Unidos y la recesión de la economía mexicana les afecta.

Los legisladores mexicanos llevaron a la discusión también el problema del embargo atunero y el representante Kolbe aseguró que están de acuerdo con que se levante el embargo impuesto a la exportación de ese producto.