La Jornada 18 de mayo de 1997

Antes de cambiar de giro, Infonavit debe rendir cuentas: CT

Antonio Vázquez S. Ť Antes de que el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) determine suspender la construcción de casas habitación y convertirse en un organismo financiero e hipotecario, los factores de la producción deberán decidir qué hacer con el instituto, que a su vez deberá reportar puntualmente qué ha hecho con las ``multimillonarias cantidades de dinero'' que durante 25 años han aportado los trabajadores.

Al respecto, la dirigencia del Congreso del Trabajo descartó que las declaraciones del director general del Instituto en Boca del Río, Veracruz, vayan a aplicarse de inmediato y sin ninguna oposición de por medio.

Abelardo Carrillo Zavala, secretario de Acción Social de la CTM, señaló que cualquier modificación que se haga a la ley del Infonavit deberá pasar primero por la Cámara de Diputados y, posteriormente, ser analizada y aceptada por patrones y obreros, toda vez que la institución es tripartita.

Recordó que desde hace 25 años los trabajadores han aportado ``miles de millones de pesos al Infonavit para que construya casas. Antes que pensar en convertirse en un organismo de crédito o hipotecario, primero deberán presentarnos cuentas claras sobre nuestras aportaciones''.

Por su parte, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) señaló que en sus 25 años de vida, el Infonavit, ``más que haber sido un organismo de apoyo a la vivienda de los trabajadores, se ha convertido en una banquita política para muchos funcionarios públicos''.

Recordó que en los últimos diez años, por lo menos se han efectuado seis cambios de directores: Juan José de Olloqui, Gonzalo Martínez Corbalá, Emilio Gamboa Patrón, Arturo Núñez, José Francisco Ruiz Massieu y el actual, Oscar Joffre Velázquez. ``Así es muy difícil dar continuidad a los programas de habitación en favor de los trabajadores''.

Mientras, organizaciones afiliadas al Congreso del Trabajo, como telefonistas, electricistas, azucareros, petroleros y otros, han preferido constituir sus propios fideicomisos de vivienda, debido al ``lento y burocrático'' mecanismo que se sigue para otorgar vivienda a sus representados.