La Jornada 25 de mayo de 1997

Logran indígenas un acuerdo al bloquear autobuses con invitados de Barrio

De la corresponsalía, Chihuahua, Chih., 24 de mayo Ť Sólo después de bloquear en las calles de Palacio de Gobierno la salida de varios autobuses destinados a transportar a ``distinguidos invitados'' del gobernador Francisco Barrio al cañón de Namúrachi, para disfrutar de un ``gran concierto campestre'' de la Orquesta Filarmónica de Chihuahua, en ese bello escenario natural, los indígenas del ejido Monterde lograron que funcionarios del estado escucharan sus demandas, les dieran atención médica y se comprometieran a indemnizar a los lesionados durante el violento desalojo del plantón que realizaban el pasado jueves frente a las oficinas de la PGR.

Los ejidatarios rarámuris y tepehuanes fueron apoyados por integrantes de 25 organizaciones, entre ellas barzonistas, derechohumanistas, usuarios de la Banca, el Frente Democrático Campesino, el PRD, la Odepafa-UCD, la CIOAC y Cosyddhac.


Cartelón de protesta en las calles de Chihuahua
por los hechos violentes contra indígenas
ocurridos el jueves en esa ciudad.
Foto: Asociación de Reporteros de Chihuahua

Luis Reza Olivas, secretario particular del gobernador, y una representación de los indígenas del ejido Monterde, formada por el diputado perredista Dagoberto González, Ismael Díaz, Miguel Quezada y Erick Urizar, acordaron iniciar una mesa de negociaciones, el próximo lunes, para buscar solución a la demanda de los campesinos contra el ex administrador, a quien acusan de fraude y robo.

Ayer, el secretario general de Gobierno, Eduardo Romero, respondió categóricamente, en conferencia de prensa, que no se pagarían indemnizaciones a los lesionados; hoy, el bloqueo de los autobuses en los que, junto con Francisco Barrio y su esposa Hortensia Olivas, viajaban funcionarios de la administración barrista y la élite social para asistir al concierto campestre donde escucharían la sinfonía en molto allegro El Nuevo Mundo, cambió la decisión.

-Líderes de oposición dicen que este desalojo es de los más violentos que se recuerdan en Chihuahua en los últimos 20 años y piden una investigación de los hechos y que se reparen los daños a los indígenas. ¿Qué respuesta dará el gobierno?

-Nos gustaría que se pidiera también que se reparen los daños de las patrullas, de los vidrios que rompieron y de los agentes lesionados -respondió visiblemente molesto.

De los 36 campesinos lesionados -quienes habían sido dados de alta en el Hospital Central porque, según declaró el procurador Arturo Chávez Chávez ``sólo tenían lesiones leves''- seis tuvieron que ser hospitalizados urgentemente en una clínica privada.

Pedro Murillo Pinto, de 56 años, sufrió esguince en tres vértebras cervicales y fractura de costillas en ambos lados, según consta en la fe de lesiones presentada ayer ante el Ministerio Público.

``Me golpearon a macanazos en la cabeza, el cuello y los costados hasta que perdí el conocimiento, cuando desperté ya estaba en el hospital'', declaró ante las autoridades.

``No venimos de tan lejos -de lo más hondo de la sierra Tarahumara, entre las barrancas de Guazaparez y Urique- a que nos dieran garrotazos, nomás queríamos que nos apoyara la justicia, porque el ex administrador Antonio Alcocer nos quitó todo: la troca (camioneta) del ejido y la maquinaria del aserradero; además, se quedó con salarios que nos debía a muchos'', agregó el indígena con dificultad para hablar español.

Como resultado de la negociación, el Instituto Chihuahüense de la Salud (Ichisal) envió brigadas médicas para evaluar a los 36 campesinos lesionados, en la plaza Hidalgo, donde mantienen el plantón.

Rodolfo Chávez Chávez, director del Ichisal (y hermano del procurador de Justicia), comunicó que tres rarámuris permanecen en la Clínica del Centro, uno de ellos con fractura de radio en el antebrazo derecho, a quien, en la tarde de ayer, se le efectuaría una cirugía. El segundo tiene un esguince cervical y el otro una costilla fracturada

A catorce indígenas se les realizarán radiografías de cráneo, columna vertebral, tórax y piernas para investigar si presentan fracturas.

El estado de salud del dirigente Saúl Carrasco, quien sufrió contusión cerebral, se complicó porque es diabético.

Después del bloqueo de autobuses, indígenas y dirigentes sociales comenzaronuna marcha hacia la presidencia municipal para protestar por los abusos cometidos por los policías municipales durante el desalojo.

El alcalde priísta Gustavo Ramos Becerra justificó a los policías; dijo que los agresores fueron los campesinos y comentó que ``si esos indígenas no respetaron ni a los uniformados, no iban respetar a nadie''.

En el mitin, el presidente del Comisariado Ejidal de Monterde, Miguel Quezada, expresó que se sienten profundamente indignados, porque vinieron a pedir justicia a Chihuahua y sólo recibieron una golpiza.

Sin embargo, dijo que no desean amenazar con hacer la guerra. ``Nosotros no nos inclinamos por ningún partido o credo, somos campesinos que queremos justicia'', indicó.

Con aire de dignidad, el dirigente agregó que el día del desalojo los indígenas fueron los que más golpes recibieron, ``pero ellos (los policías) se llevaron lo suyo''.

Enfatizó que llevan más de seis años en espera de que la autoridad ejerza acción penal contra el ex administrador del ejido, ``pero esperó a casi matarnos para empezar a dar una solución''.

A su vez, el diputado federal del PRD Víctor Quintana responsabilizó al gobernador, Francisco Barrio, y al alcalde, Gustavo Ramos, del enfrentamiento entre policías e indígenas, el pasado jueves.