La Jornada 10 de julio de 1997

Presunto asesinato de Amado Carrillo

En espera del informe oficial de la PGR, tres versiones empezaron a circular ayer sobre la presunta muerte del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes; incluso se habla de que habría sido asesinado en el hospital a donde acudió con la supuesta intención de someterse a cirugía plástica.

Una de esas especulaciones, a la que tuvo acceso La Jornada, indica que en la operación por liposucción que le practicaron a Carrillo Fuentes o Antonio Flores Montes se extrajeron poco más de 14 litros de grasa, y la cantidad de adrenalina que se le suministró -necesaria para ese tipo de operaciones- le aceleró el ritmo cardiaco, provocando su deceso.


Vigilancia en las oficinas del Servicio Médico
Forense donde está el cuerpo de Amado
Carrillo Fuentes.
Foto: Francisco Olvera

En la segunda, transmitida por el noticiero 24 horas, se presume que uno de los guardaespaldas que acompañaban a Carrillo ``le causó la muerte'' por asfixia, utilizando el método conocido en el ambiente policiaco como almohadazo, o tal vez inyectándole alguna sustancia ``que le cortó la respiración''.

La supuesta muerte del narcotraficante considerado el más poderoso de América Latina tras la caída de los capos colombianos, provocó una tercera hipótesis, surgida en fuentes policiacas, las cuales aseguran que ``la DEA estaría atrás de ese asunto... su apresuramiento de dar por muerto a Carrillo Fuentes se debe a una negociación, y podría encontrarse en Estados Unidos acogido al Programa de Protección de Testigos''.

Respecto a la primera información, las fuentes extraoficiales consultadas indicaron que el capo acudió a hospitalizarse desde la mañana del miércoles, acompañado por varias ``personas de seguridad'' y ``dos médicos de su confianza''.

La cirugía habría comenzado la noche del miércoles y, por las transformaciones que pretendían hacer a su rostro, el cuerpo que está bajo resguardo de la PGR presenta diversas fracturas en la mandíbula.

Sobre los médicos, se indica que en la operación participaron nueve cirujanos del hospital Santa Mónica de Polanco, encabezados por Ramón López Saucedo, originario del Distrito Federal. Todos estarían siendo interrogados por el Ministerio Público Federal y bajo custodia de las autoridades.

En tanto, el noticiero 24 Horas de Televisa dio a conocer otra versión sobre la ``última noche de Amado en el hospital''; atribuyéndosela a fuentes que no pueden ser citadas, el periodista Jacobo Zabludovsky informó que el narcotraficante habría sido asesinado, pues la operación -según los reportes médicos- fue ``todo un éxito''.

Las fuentes de Televisa también indicaron que Carrillo habría muerto a las cuatro de la mañana del viernes 4 de julio, en la habitación 407 del hospital, donde el capo rentó ``todo el piso cuatro'' y las tres salas de quirófano disponibles, con el fin de evitar cualquier filtración.

Asimismo, informó el noticiero, los cirujanos que lo operaron se encuentran prófugos, entre ellos un brasileño -según ha trascendido se trata de Antonio George Otero Nunez-, quien habría viajado el pasado fin de semana a Río de Janeiro.

De acuerdo con esa versión, participaron en la operación tres médicos y dos enfermeras externos, y sólo los dos anestesistas pertenecían al nosocomio, quienes ya rindieron su declaración y están bajo custodia de la PGR. (Juan Manuel Venegas).


Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de julio Ť La riña diplomática entre el embajador de México en Estados Unidos y la DEA, a raíz de la presunta muerte de Amado Carrillo Fuentes, ha provocado la impresión de un desacuerdo que en realidad no es de fondo sino de forma, ya que según funcionarios aquí, la DEA nunca antes ha gozado de un trato tan privilegiado y de amplio acceso en México.

Sin embargo, fuentes diplomáticas mexicanas en esta capital señalaron hoy que es precisamente por este nivel de cooperación sin precedente que fue necesario criticar a la DEA, porque se comporta en una forma que se considera insultante a México. Por esta razón, según esto, el embajador Jesús Silva Herzog decidió este fin de semana llamarle la atención al administrador de la DEA, Thomas Constantine, por haber confirmado formalmente la muerte de Amado Carrillo Fuentes antes de que tal información fuera expresada por la PGR y el gobierno de México.

Sin embargo, la DEA reiteró este miércoles su conclusión de que Carrillo Fuentes está muerto, rechazó las críticas de Silva Herzog contra Constantine y las consideró como no representativas de la ``posición oficial'' del gobierno mexicano.

No obstante, José Antonio Zabalgoitia, vocero de la embajada mexicana, insistió en que esa representación diplomática sigue considerando que la DEA violentó ``las formas y los tiempos al establecer la identidad del cadáver como la de Amado Carrillo, cuando es una atribución que compete a las autoridades de México''.

Este ríspido intercambio entre la embajada y la DEA fue incrementado hoy cuando el diario The New York Times publicó una nota describiendo una ``riña diplomática'' entre las autoridades antinarcóticos de ambos países. Pero detrás de estas tensiones retóricas en público, México le está permitiendo más acceso que nunca a la DEA. Recientemente se anunció que México autorizó un incremento en el número de agentes de la DEA en su país y hoy un funcionario de esa agencia calificó la cooperación actual como un ejercicio ``sin precedente''.

El vocero de la DEA, Jim McGivney, informó hoy a estos corresponsales que las relaciones entre la DEA y el gobierno mexicano actualmente son inmejorables y señaló como ejemplo la cooperación en torno de la identificación del narco Carrillo Fuentes. ``Las autoridades mexicanas han estado muy dispuestas, muy abiertas y nos han permitido un acceso irrestricto a toda la información que tenían (sobre Carrillo Fuentes)'', dijo McGivney, quien agregó que Estados Unidos hizo lo mismo con sus contrapartes mexicanas. Señaló que las autoridades mexicanas permitieron a la DEA inspeccionar el cadáver de Carrillo Fuentes en Sinaloa y de nuevo en la ciudad de México. A los agentes estadunidenses se les permitió tomar las huellas dactilares del cadáver para llevarlas a Estados Unidos.

Todo empezó el domingo cuando Constantine informó a la prensa que la DEA había confirmado la muerte de Carrillo Fuentes y su vocero, McGivney, añadió que la PGR les había informado de esta misma conclusión el sábado. El mismo domingo, Silva Herzog comentó al El Financiero que consideraba a Constantine como ``un cretino'' por haber hecho esta declaración antes de que la PGR hubiera comunicado públicamente su determinación de este hecho. La PGR todavía espera los resultados de un examen de ADN del cadáver y de una autopsia antes de confirmar la identidad del muerto, resultados que podrían ser dados a conocer este jueves en México, indicaron funcionarios estadunidenses.

Los comentarios de Silva Herzog fueron publicados de nuevo hoy en el New York Times y ante esto la DEA respondió: ``no creemos que los calificativos del diplomático sean representativos de la posición oficial'' de México.

De hecho, a pesar de la queja del embajador, funcionarios de la DEA y del Departamento de Estado dicen que no han recibido ninguna protesta formal por parte del gobierno de México.

No obstante, la embajada mexicana rehusó negar hoy los comentarios del embajador. En respuesta al comentario de la DEA de que las declaraciones de Silva Herzog no representan la posición oficial mexicana, el vocero de la embajada afirmó: ``yo no creo que esas declaraciones de la DEA representen la posición oficial del gobierno de Estados Unidos''.

El vocero de la embajada mexicana señaló también que el Departamento de Estado criticó nuevamente este miércoles a la DEA en los mismos términos. El portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, dijo que ``como representante de este gobierno, yo pienso que es importante que el pueblo mexicano entienda que no deseamos incursionar en cuestiones que deben decidir los mexicanos, y esperaremos al juicio de ese gobierno sobre si el cadáver en cuestión es o no el de Carrillo Fuentes''.

Burns agregó que ``me ha consternado leer algunas de estas citas de funcionarios de la DEA y de otras agencias del gobierno de Estados Unidos, que pisan muy pesadamente sobre cuestiones que deben ser respondidas sólo por mexicanos''.

Pero la retórica en esta batalla de palabras entre el gobierno de México y la DEA por el momento, sólo ha enmascarado lo que en realidad es una cooperación bilateral antinarcóticos en ''sus mejores momentos'', aseguran funcionarios de ambos países.

Por lo tanto, insistieron, nadie está criticando el papel de la DEA en México, sólo su forma de hablar.