La Jornada 14 de julio de 1997

MURIO CRISTINA PAYAN

``Comenzaré por decir que soy la afortunada directora del Museo Nacional de Culturas Populares. Y digo afortunada, porque tengo ya algunos años de deambular por el mundo de los museos (...) La razón de existir del museo está sustentada por los hacedores de cultura, tanto rurales como urbanos, y mientras ellos le sigan dando vida con su creatividad seguirá vigente la idea original de su fundador, Guillermo Bonfil (...) Es necesario que el patrimonio cultural de nuestra sociedad se distribuya de una manera más igualitaria entre los diferentes grupos y clases sociales.''

Estas palabras fueron dichas, hace unos meses, por la maestra Cristina Payán.

Ayer domingo falleció la señora Cristina Stoupignan de Payán. Sus restos son velados en Gayosso de Félix Cuevas, y a las 13 horas parte el cortejo fúnebre hacia el Panteón Español, donde será cremada.

``Hay ángeles que no despliegan sus alas, las guardan para dedicarse mejor a sus trabajos de creación, de cooperación, de organización, de salvación de la cultura, de afecto humano, de ejemplo, que es todo lo que hizo Cristina Payán en su vida hasta que hoy decidió desplegar sus alas'', expresó el escritor Carlos Fuentes al enterarse de la noticia.

Celebradora de la vida

Cristina Payán nació el 4 de enero de 1943 en la ciudad de México. Cursó estudios de etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología, la carrera de sicología en la UNAM, la carrera de maestra en la Escuela Normal de Maestros de Educación Primaria y en la Escuela Nacional de Maestras de Jardines de Niños.

Celebradora de la vida, fundó varios centros escolares: un jardín de niños en la zona ejidal de Contreras, la Escuela Activa Jardín de Niños Manuel Bartolomé Cossío, la Escuela Activa Kairos, la Escuela Activa Melanie Klein, y fue subdirectora del Centro de Integración Educativa.

Infatigable promotora cultural, también fundó el Museo Nacional de Arte, donde fungió como directora de Servicios Educativos. Colaboró en la creación del Centro Comunitario Culhuacán y fue coordinadora nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Durante su gestión en el Museo de Culturas Populares se incrementó el número de visitantes. Uno de sus proyectos actuales consistía en la creación del Museo Nacional de Arte Popular.

Como parte de su trabajo reciente, Cristina Payán estableció: ``El museo comunitario fue concebido desde sus inicios como un espacio participativo, cuya premisa era conjugar las preocupaciones de las comunidades indígenas, rurales y urbanas para ofrecerles la oportunidad de reconocerse en su patrimonio cultural, para descubrir y afirmar su valor, investigarlo, resguardarlo y disfrutarlo, estimulando la generación de proyectos de desarrollo basados en un aprovechamiento adecuado de su propio patrimonio, y propiciando la creación de un terreno común en el que las comunidades pudieran encontrarse y apoyarse''.

Su idea de cultura participativa la resumió así: ``La creación de un museo del pueblo se presta para convocar a todos los sectores de la comunidad a participar en él; así vemos a hombres, mujeres, ancianos, maestros, campesinos, artesanos, jóvenes profesionistas, estudiantes, niños, etcétera, que de manera espontánea se involucran en tareas tan variadas que van desde la construcción, investigación, diseño y elaboración de maquetas hasta la donación de objetos que muchas veces son reliquias familiares, pero que el orgullo de ser parte de la propia historia del pueblo los mueve a desprenderse de ellos''.

Entre los logros de este año: la exposición Luis Buñuel y sus contemporáneos mexicanos, de marzo a junio, y La vida en un sorbo. El café en México, que tuvo una afluencia de 80 mil visitantes.

Marco Barrera, subdirector de dicho recinto, anunció que la exposición titulada Al son que me bailes toco será inaugurada en breve, ``el mejor homenaje que le pueda brindar el Museo Nacional de Culturas Populares a Cristina Payán, quien fue una mujer de inmensa voluntad de libertad, que nunca escatimó ningún esfuerzo por hacer lo que ella pensaba que era lo mejor para la cultura de este país''.

Reflejo de vitalidad

Cristina Payán fue una mujer de amistades perdurables, vivaz, generosa, amena conversadora, con una curiosidad y vitalidad que la llevaban a estar siempre involucrada en numerosos proyectos. De su apasionado transitar por la vida, recogemos aquí algunos testimonios de quienes pudieron disfrutar de su amistad y compañía:

Jorge Alberto Manrique: ``Llena de proyectos, siempre activa, abierta. Una vida de apoyo constante''.

Roberto García Moll: ``Una trabajadora extraordinaria, muy empeñosa, muy activa, muy motivante''.

Jaime Ortiz Lajous: ``Siempre fue muy entusiasta y llena de interés, participamos buscando el cambio de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas''.

Cristina Pacheco: ``Cristina ensartaba en sus collares cuentas, sueños, deseos, historias, fantasías, realidades. Ella nos dio ese símbolo a un grupo de mujeres capaces de soñar y hacer cosas''.

Federico Campbell: ``Era una mujer llena de inquietudes, de ansias por conocerlo todo''.

José Luis Cuevas: ``Extraordinariamente inteligente, la cultura mexicana ha perdido a una mujer notable''.

Carmen Parra: ``Conozco a Carlos y Cristina desde hace mucho. Cristina, una niña, y Payán ya un hombre maduro. Su casa, siempre abierta para todo mundo. Soñamos juntos con hacer de este país un lugar maravilloso; siempre trabajó en ese sentido y realizó muchos sueños que nosotros soñamos. Era educadora, tuvo muchas escuelas, educó a muchos niños y nos siguió educando con sus tremendas ganas de vivir''.

Rafael Tovar: ``Recuerdo a Cristina como amiga muy querida y como colaboradora en el trabajo de museos. En lo primero, en su casa, siempre cálida, y en París, cuando vivía allá, y ella nos visitaba. Aquí en México trabajamos juntos en exposiciones, los dos últimos años en el Museo Nacional de Culturas Populares, al que de le dio impulso sólo digno de su enorme creatividad y entrega. La extrañaremos mucho''.

Lourdes Almeida: ``Cristina era la vida. Siempre con un proyecto nuevo. Era reflejo de vitalidad, trabajo y siempre con muchos proyectos. Todo lo hacía con tenacidad, y su museo era maravilloso''. (Mónica Mateos, Merry Mac Masters, Adriana Malvido, Arturo García, Angel Vargas y Pablo Espinosa).