La Jornada 13 de septiembre de 1997

No renunciamos a la autonomía ni queremos fragmentar a la nación: Isaac

Matilde Pérez U. Ť En el gran encuentro de los habitantes de Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco y otros más de la ciudad de México con los mil 111 integrantes del EZLN, Isaac resaltó la exigencia presente desde 1995: cumplimiento a los acuerdos de San Andrés.

Con voz pausada y en medio del silencio de las cerca de tres mil personas reunidas en el bosque de Nativitas, Xochimilco, aclaró: ``Los indígenas no hemos renunciado a la autonomía y ésta no significa formar otro México. El EZLN no plantea eso ni fragmentar a la nación''.

Enfático dijo: ``El EZLN es mexicano y seguirá siéndolo, y continuará la lucha por todas las demandas indígenas y no indígenas hasta lograr que se cumplan'', y enseguida aclaró que los mil 111 delegados del Ejército Zapatista llegaron a la ciudad de México para mostrar que ``'no nos hemos rendido ni nos venderemos''.


Zapatistas en el Zócalo de la ciudad de México.
Foto: Raúl Ortega

A su llegada a Nativitas, el contingente indígena fue recibido con cohetes y música de concheros; a seis autoridades del pueblo huichol de Jalisco les tocó llevar a cabo la ceremonia de purificación.

En 1914, Zapata y Villa se encontraron en Xochimilco

Isaac, Obed, Carlos, Clarivel, Carina, Hugo, Omar y Brahuer fueron los únicos que descendieron de los 36 autobuses en los que llegaron los mil 111 zapatistas al ``corazón de México'', escenario de grandes gestas, entre ellas el encuentro de Zapata y Villa en 1914.

Rescatando y renovando la historia, como dijo Luis Villoro, los miembros del EZLN en voz de Isaac pidieron a los capitalinos juntar sus fuerzas con ellos para exigirle al gobierno ``cumpla su palabra sobre derechos de autonomía y cultura de los pueblos indígenas''.

Agregó que quienes han gobernado y gobiernan el país han tratado de exterminar el derecho de autonomía, pero fracasarán. ``Nosotros ya no dejaremos que nos impongan sus leyes, que nos engañen con su mala política ni con sus migajas, tampoco con sus aparatos represivos. Los pueblos indígenas tienen derecho a ser libres y autónomos, que sus autoridades y costumbres sean reconocidos constitucionalmente'', abundó.

En la entrega simbólica de la delegación del EZLN por parte del Congreso Nacional Indígena a la sociedad civil del Distrito Federal, la cual se hará cargo de su seguridad física, el dirigente indígena de Oaxaca, Adelfo Regino, resumió apretadamente el trayecto desde Chiapas, pasando por Oaxaca, Puebla y Morelos. ``Llegamos aquí a pesar del gobierno, de querernos imponer el silencio, la opresión y el olvido. Vemos en la capital el gesto de esperanza para dialogar y compartir la demanda común'', dijo.

A la sociedad civil ``con rostro y sin rostro, a la que ha inaugurado una nueva etapa, a la que le dimos corazón y pensamiento'', y a los indígenas, les dijo que la marcha es una convocatoria a la unidad.

Al recibir la responsabilidad en nombre de la sociedad civil, Luis Villoro comentó que la demanda de cumplimiento de los acuerdos de San Andrés es un asunto de todos. Habló de la necesidad de construir un país donde se cumpla la palabra y donde los gobernantes cumplan sus compromisos. El reconocimiento de ello y de la auténtica vida republicana es una meta aún por lograr.

Aseguró que durante su estancia en la ciudad de México, la sociedad civil los acompañará todo el tiempo porque su visita, asentó, es un estímulo para el movimiento social. ``Es convicción de que la organización, movilización y participación es la única forma de resolver los problemas del país'', afirmó.

En Milpa Alta --allí donde Emiliano Zapata tuvo un cuartel y donde se ratificó el Plan de Ayala--, la delegación del EZLN fue recibida con abundante comida: tamales, atole, chicharrón en salsa verde, tortas, café, fueron ofrecidos a los zapatistas e indígenas que se sumaron a la caravana.

Mientras ellos recibían esa calurosa bienvenida, al bosque de Nativitas llegaron delegaciones representativas del Frente Popular de Texcoco; Unión de Pueblos contra la Represión, Loxicha; Comités Civiles de Diálogo de Jalisco, del FZLN; Norma e Hilario Mesino, de la Unión de Organizaciones Campesinas de la Sierra del Sur; Movimiento Unificado de Lucha Triqui; mazahuas, purépechas, mazatecos; Unión de Comuneros Emiliano Zapata; Unión Campesina Obrera Popular e Indígena. También estuvieron presentes Rosario Ibarra de Piedra, Super Barrio y el Frente Popular Francisco Villa.

Han desaparecido 50 ejidos; se los tragó la mancha urbana

Los habitantes de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco dieron a conocer a la delegación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que ellos también tienen una lucha en defensa de su territorio, pues de los 93 ejidos y comunidades que existían, 50 ya desaparecieron, se los tragó la mancha urbana.

En esa defensa, señalaron, se han enfrentado con proyectos impulsados por intereses políticos y económicos y con la negación a la identidad de esos pueblos del Distrito Federal.

``No queremos quedar al margen de la transformación nacional, pero la relación del Estado mexicano con los pueblos indios y no indios debe ser de respeto, de reconocimiento a su derecho de ser diferentes'', señaló el dirigente Héctor Chavarría Hernández.