La Jornada 23 de diciembre de 1997

Chiapas: matan paramilitares a 16 desplazados

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 22 de diciembre Ť Los grupos priístas armados iniciaron este lunes por la tarde una violenta ofensiva contra los desplazados de Las Abejas y simpatizantes zapatistas refugiados en Acteal, en el municipio de Chenalhó, dejando por lo menos 25 heridos con arma de fuego y ``muchos'' muertos, de acuerdo con la versión de testigos presenciales que lograron llegar hoy por la noche a esta ciudad.

Desde temprano, algunos pobladores se refugiaron en la ermita de la localidad, que después fue ametrallada.

Considerada por el concejo autónomo de Polhó la agresión ``más violenta'' que grupo paramilitar haya realizado en el norte y Altos de Chiapas desde la aparición del EZLN, la embestida contra los desplazados, según los testigos, fue organizada con varios días de antelación y en ella participaron por lo menos 60 hombres fuertemente armados.

Javier Jiménez Luna, miembro de la sociedad civil de Acteal, y los dirigentes del concejo autónomo de Polhó aseguraron que los desplazados que vivían en las montañas de Acteal fueron atacados por diferentes frentes para evitar que escaparan; habrían participado priístas de las comunidades de Los Chorros, Puebla, La Esperanza y Quextic.

Los Chorros y Puebla son consideradas la base de grupos paramilitares que operan en Chenalhó. De ahí es originario el presidente municipal priísta Jacinto Arias Cruz.

Hasta la medianoche del lunes, organismos de derechos humanos y de salud habían reportado por lo menos 25 heridos de bala. La mayoría fueron trasladados a San Cristóbal de las Casas. Una ambulancia de la Cruz Roja que intentó rescatar a más lesionados fue atacada, por lo que solicitaron a las autoridades del estado protección policiaca para cumplir con su trabajo.

Los indígenas refugiados en Acteal son originarios de Tzajalucum, Chimix y Quextic, principalmente. Habitantes de las dos primeras habían sido agredidos el mes pasado por el grupo priísta, que quemó casas y se robó parte de la producción de los zapatistas o quienes son miembros de Las Abejas.

Desde principios de diciembre, los priístas habían amenazado con agredir a los desplazados, pero el inicio del diálogo de paz entre ambas partes contuvo la violencia. El pasado 19, los representantes del PRI, encabezados por el alcalde Arias Cruz, rompieron las pláticas, argumentando que los zapatistas habían secuestrado a un priísta que estaba ``amarrado y sin comida'' en Acteal.

Una comisión, encabezada por el secretario de la Conai, Gonzalo Ituarte, encontró sana y salva a la persona a la que se referían los priístas.

El centro Fray Bartolomé advirtió al gobierno sobre la agresión

El centro Fray Bartolomé de las Casas informó que por lo menos habría 15 heridos y dos muertos. Aseveró que el secretario de Gobierno de Chiapas, Homero Tovilla, fue enterado a mediodía por el secretario de la Conai, Gonzalo Ituarte, del ataque contra los desplazados. El funcionario le manifestó que velaría por los pobladores.

Sin embargo, la ONG afirmó que elementos de Seguridad Pública permanecieron a 200 metros del sitio del ataque sin intervenir. Indicó que entre las víctimas hay niños y mujeres, y que los agresores utilizaron balas expansivas. Los heridos están siendo atendidos en la Clínica de Campo y en el Hospital Regional de San Cristóbal.

El centro responsabilizó al gobierno de Chiapas por la vida de los pobladores.

Por la mañana se informó que elementos de Seguridad Pública se asentaron en la comunidad de Acteal, una de las zonas de Chenalhó más afectadas por la violencia en el último mes y en donde se encuentran refugiadas cientos de personas.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas confirmó lo anterior y señaló que en Acteal se formó una comisión de cuatro personas -un hombre y tres mujeres- para pedirle a los policías abandonar el lugar; el hombre fue detenido y se desconoce su paradero.


Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 22 de diciembre Ť El acto más violento de la guerra sin nombre de Chenalhó: una masacre en la comunidad de Acteal. Manuel Pérez Pérez, sobreviviente, al borde de las lágrimas, dice que la Cruz Roja contó por lo menos 16 muertos.

Otros testigos dieron la versión de que podrían ser más. ``Supimos ayer que nos iban a atacar pero no lo creíamos'', dice Manuel. ``Murieron mujeres y niños de muchos tamaños''. Su hijo Pedro, de nueve años, fue herido en la pierna. ``Ahí está destrozado'', dice y señala hacia el hospital de campo del IMSS.

``Hay gente que se salvó de todos modos'', indica.

Hasta el momento se desconoce el número exacto de lesionados y muertos, pero este enviado vio 11 heridos muy graves en el hospital civil de esta ciudad, y confirmó otros cuatro en la clínica del IMSS. Al parecer, hasta el cierre de edición, hay otros diez.

En la sala de urgencias del hospital civil, esta noche se oyen los lamentos de las mujeres heridas. Otras están inconscientes. Cuatro niños muy pequeños tienen un brazo destrozado, el cuello perforado o el cráneo abierto por balas de alto calibre.

El personal médico apenas se da abasto y lucha denodadamente por curar a los heridos. Una mujer que yace en una camilla tiene ya suturadas cinco grandes heridas en distintas partes del cuerpo.

Mariano no habla; en la camilla, con los ojos muy abiertos, sólo espera a que le terminen de suturar. También está una niña y su gran abdomen, pero hasta ahora no ha fallecido ninguno de los heridos que llegaron a San Cristóbal.

Dice Manuel que a las 11 empezaron a tirar desde el monte. ``Se venían sobre nosotros. Son los priístas, ya los conocemos'', agrega Manuel, que también es representante de la organización Las Abejas de Chenalhó.

No puede ocultar su angustia por los demás sobrevivientes. ``Vayan por ellos. Se necesita un camión grande para sacarlos, son muchos, por lo menos 50'',

Manuel relata que aun después de que llegó la Seguridad Pública los priístas seguían disparando. Se sabe que más tarde los agresores atacaron una ambulancia y le impidieron el paso hacia la comunidad de Acteal.

``Murieron mujeres, hombres, esposos, la mujer sola o el hombre solo, sí hubo niños que se murió su papá, su mamá'', dice Manuel.