La Jornada 2 de febrero de 1998

No atenta contra la soberanía la autodeterminaciónindígena: Carrasco

Elena Gallegos, enviada, Oaxaca, 1o. de febrero Ť De acuerdo con el gobernador Diódoro Carrasco, la discusión en torno del concepto de autonomía indígena

-término que, afirma, se maneja ``más en ámbitos académicos e intelectuales''- se ha distorsionado. ``Me parece que la propuesta indígena no necesariamente tiene

que ver con una concepción de extraterritorialidad ni con la posibilidad de transgredir la soberanía del país''.

Señala que en la consulta que se realizó en su estado --la más amplia que sobre el particular se ha efectuado en el país, asegura-- y que concluyó con el reconocimiento en la ley a los usos y costumbres de las etnias, jamás se mencionó la palabra autonomía, siempre se habló de ``autodeterminación comunitaria''.

El fenómeno del EPR

En la casa de gobierno, Carrasco se da tiempo para analizar el fenómeno del Ejército Popular Revolucionario (EPR), cuya aparición lo sorprendió: ``A diferencia del EZLN en Chiapas, en Oaxaca lo que irrumpe es un grupo sobreideologizado, fanático, que atenta contra la población civil y que ejecuta a los que considera delatores, con tal de lograr sus propósitos''.

Habla también del momento que vive el Partido Revolucionario Institucional, el que encara ``la hora de las definiciones''. Adelanta: ``En el 2000 el PRI se jugará su permanencia en el poder'', y rechaza las ``visiones peyorativas'' que califican como ``duros o dinosaurios'' a los gobernadores de los estados en los que la oposición ``no puede ganar''. De pasada, recomienda a Felipe Calderón, dirigente de Acción Nacional, se tome más tiempo en revisar a su propio instituto político.

Remata: ``Hay una campaña de desprestigio en contra del partido. Donde el PRI pierde, como en el Distrito Federal, ¡qué bruto!, somos un dechado de democracia, pero donde ganamos buscan explicaciones fáciles, como la de atribuir su derrota a un sindicato de gobernadores que no respetamos la ley, hacemos trampa y utilizamos recursos públicos para apoyar a candidatos''.

Hace además un amplio balance de su gestión; de las acciones que se tomaron para subsanar los inmensos daños que dejó el huracán Paulina y de los asuntos que heredará al próximo gobernador. Entre los más importantes, ``la consolidación de un trato responsable con el magisterio'', y la continuación de la lucha contra la marginación y la pobreza.

--Desde la experiencia oaxaqueña, ¿cuál sería la aportación al debate nacional sobre autonomía indígena?

--Diría, sin falsas modestias, que nosotros hicimos el proceso de consulta más amplio que se haya realizado en el país y que concluyó con el reconocimiento en la ley de los usos y costumbres de los pueblos indígenas (más de 400 municipios). En Oaxaca coexisten 16 grupos étnicos.

``En este proceso, un dato que salta, es que el tema de la autonomía no se manejó como tal. No, en esta concepción de extraterritorialidad, de leyes particulares, de manejo de convenios externos. Lo que practican los pueblos en Oaxaca, no de hoy sino de siempre, es el concepto de autodeterminación.

``¿Qué significa? Significa el respeto a su capacidad para determinar, bajos sus propios métodos, a sus autoridades municipales. Hoy 70 por ciento de la población está gobernada por autoridades indígenas. Significa el respeto para el manejo y aprovechamiento de sus recursos. Aquí 70 por ciento del régimen de tenencia de la tierra es comunal.

``No nos hemos enfrascado en una discusión en torno al concepto de autonomía, como a veces se maneja en ámbitos más académicos... más intelectuales, porque aquí no se ha planteado esto. Hemos avanzado porque, además de lo político, en lo social se han puesto en marcha muchos programas, y hemos avanzado también mucho en lo que respecta a impartición de justicia con ministerios públicos itinerantes en lengua indígena. Miles de indígenas han sido liberados''.

--¿Realmente en Chiapas se está pretendiendo la extraterritorialidad? o ¿por qué se ha malinterpretado?

--Primero quiero aclarar que difícilmente la experiencia de una entidad puede ser copiada en otra. Creo que sirve como referencia. El término de usos y costumbres trasladado a una ley electoral pues es muy difícil, pero aquí nos ha funcionado y nos ha dado condiciones de estabilidad y paz, y ha dado una perspectiva de gobernabilidad importante.

``Hemos cuidado que no se violenten ni garantías individuales ni derechos humanos. Hay pueblos donde no dejaban votar a las mujeres, y estamos buscando que este tipo de esquemas, que no compartimos, se modifiquen.

``Creo que el tema de la autonomía se ha malinterpretado porque la propuesta indígena no necesariamente tiene que ver con extraterritorialidad ni con la posibilidad de transgredir la soberanía o crear un área donde casi, casi, se requieran pasaportes para entrar. Ese tema puede ser acotado. Mi impresión es que más bien se trata de autodeterminación para manejar con respeto recursos, lengua, cultura, decisiones políticas''.

--¿Pero dónde ve usted la distorsión?

--En las interpretaciones de lo que ellos quieren y de lo que el gobierno del presidente Zedillo ha planteado. Una cosa muy clara que ha señalado el mandatario es que no se atente contra derechos humanos y garantías individuales y que no se lesione la soberanía del país. En este marco se pueden acotar las cosas.

--¿Por qué siendo un problema tan grave en las dos entidades, en Chiapas sí apareció un fenómeno como el EZ y en Oaxaca no?

--Es muy difícil responder eso. Pero entre las muchas similitudes hay diferencias: en Oaxaca se convive con los pueblos indígenas. Por Oaxaca sí pasó la revolución. Sí hubo reforma agraria y hay un proceso de mestizaje natural... sin brincos. Hay sentido de respeto a las diferencias.

--Pero aquí aparece el EPR, ¿lo sorprendió?

--¡Sí! ¡Por supuesto! Como a todos. Ante el fenómeno de Chiapas parecía obvio que en estados vecinos como Oaxaca y Guerrero podría presentarse un fenómeno de esa naturaleza, y aunque estábamos alertas, nos sorprendió.

``Este grupo armado, clandestino, violento, fanático, lejos de entender el rechazo social y que el esquema para dirimir conflictos y para ocupar posiciones de poder es a través de las urnas, y no de las armas, pues ha insistido en su postura sobreideologizada lo que implica que haya atentado, incluso, contra la población civil''.

En seguida sostiene que el EPR no ha tenido éxito y que su base social más amplia, que se ubica en los Loxicha, ha permitido la política social, la atención, la apertura.

Desmenuza las acciones que se han tomado para hacerle frente y que van desde el reforzamiento de la política social en esa zona hasta la actuación judicial. Pero un punto que Diódoro Carrasco destaca gira en torno a que el gobierno no ha permitido vacíos de autoridad en los Loxicha. Para no perder espacios: ``Siempre ha habido autoridad gubernamental ahí''.

--¿Usted dice que se acotó el margen de acción del EPR?

--Se ha acotado y se ha evitado que se pierda el control sobre la base en la que ellos crecieron y se incrustaron. Las acciones han provocado, creemos, un confinamiento, un retraimiento de ese grupo. Yo espero que ellos estén evaluando formas más civilizadas, democráticas, justas para plantear sus, seguramente, legítimas reivindicaciones sociales.

--Cambiando de tema, ¿y el PRI?

--Está en la hora de las definiciones, como la de su relación con el gobierno, que no debe ser lejana nunca. Somos gobierno porque somos parte de un partido. Tiene que definir también su discurso y los procesos internos de selección de candidatos, para encontrar a los mejores hombres y mujeres que puedan ganar las contiendas políticas.

--¿Aquí los candados estorban?

--Sin duda los candados estorban en la medida en que queremos ser un partido incluyente, ¿no? Estorban, claro, pero una asamblea los aprobó y entonces deben aplicarse. Este es un año propicio para ello --se avecinan 14 procesos estatales-- y luego debemos hacer un juicio sensato sobre si son o no convenientes.

--¿No está en disputa la posibilidad que tiene el Presidente de incidir en su propia sucesión?

--Es una interpretación, como hay muchas. No coincido con esa visión. Los candados surgen como un legítimo reclamo del priísmo nacional, que es muy heterogéneo. El PRI de Oaxaca no es igual al de Nuevo León. En la 17 asamblea hubo una reacción de los priístas ante una serie de decisiones que se tomaron de candidatos que no necesariamente habían tenido cargos de elección o de militancia, que a veces no tenían compromisos partidistas o que, incluso, ni siquiera entendían qué cosa era el partido, al que se utilizaba como un instrumento electoral.

``Creo que fue una reacción legítima en ese momento, pero el país ha ido cambiando vertiginosamente y ahora hay que probarlos y analizar su pertinencia''.

--Felipe Calderón habla de los duros del PRI y del sindicato de gobernadores...

--El PRI es referencia obligada. Lo bueno y lo malo de este país finalmente lo relacionan con el partido. Calderón debería analizar más al PAN. Su visión sobre el PRI es francamente peyorativa y busca explicar de manera simplista sus propias derrotas. Por eso me parece que posturas tan notorias como las de Manuel Bartlett son respetables. El cree que debe haber, frente a esto, una actitud más decidida, comprometida y pública.

--Pero hay priístas como el ex gobernador Romero de Velasco, vinculados con el narco, y otros con matanzas, como la de Acteal.

--Esos dos actos son condenables, pero no tienen por qué partidizarce. Debe aplicarse con todo rigor la ley y punto. A ver, ¿por qué no involucran al gremio al que pertenecen o a la religión que profesan? No, lo vinculan con el PRI. Es parte de la campaña de desprestigio que tan buenos resultados les ha dado.

--¿Por qué el PRI no puede remontarla?

--Lo que falta es justamente el proceso en el que estamos, de renovación, de cambio. El PRI no puede, bajo ningún concepto, defender ese tipo de circunstancias. No lo ha hecho. Tenemos que asumir una posición de repudio.

Inadmisibles, disimulo y complicidad

--La práctica era guardar silencio.

--¡Eso no se vale! Los esquemas de disimulo y complicidades no son admisibles. Tenemos que revertir la campaña condenando los hechos, exigiendo que se castiguen y evitando que se repitan. Para esto hay que delimitar con claridad cuál es la responsabilidad del militante y poner castigos ejemplares.

--¿Qué se juega el PRI en el 2000?

--Muchas cosas: su permanencia en el poder, la consolidación de su proyecto político. ¡Se juega todo!

--Ya se va, ¿qué se siente?

--Felizmente en Oaxaca vamos a terminar un gobierno. En estados como el nuestro lo importante no sólo es comenzar la gestión, sino concluirla. Esto nos ha permitido consolidar muchos proyectos y condiciones de estabilidad y paz.

--¿Desea dejar sucesor?

--Fíjate que no. Lo que sí deseo es garantizar la transición en un clima de estabilidad política y certidumbre social, y que venga un candidato que garantice que ganemos las elecciones.

--¿Ganarlas para su partido?

--¡Por supuesto! Ganar las elecciones con mi partido.

--¿Debe haber un compromiso del gobernante en turno de dejarle el cargo a su partido?

--¡Absolutamente! ¡Absolutamente! Todo dentro de la ley.

--¿Usted ya tiene delfín?

--No.

--Usted se reunió con aspirantes, pero el ingeniero José Antonio Carranza Palacios dijo que no estaban todos los que eran ni eran todos los que estaban.

--Lo hicimos precisamente porque ya se decía que el gobernador tenía su delfín. Después del quinto informe, en octubre, hubo muchas declaraciones de quienes aspiran legítimamente, pero se estaba creando confusión y se podían precipitar tiempos. Por eso invité a comer a los aspirantes, para aclararles que ni vetos ni delfines.

``¿Estaban todos? La verdad no lo sé. Faltaron los que no fueron convocados, o tienen impedimentos, o no han externado sus aspiraciones''.