La Jornada 27 de marzo de 1998

Por radio incitaron a sacarlos de la cárcel; desoyeron al gobernador

Carlos Camacho, corresponsal, Huejutla, Hgo., 26 de marzo Ť Cientos de colonos de esta población lincharon en el kiosko de la Plaza Revolución a dos hombres, a quienes se les inculpó del intento de secuestro de cuatro alumnos de una primaria.

A pesar de los llamados del gobernador Jesús Murillo Karam y del procurador general de Justicia, Omar Fayad Meneses, de que se respetara la vida de los acusados, éstos fueron victimados a golpes y machetazos. Uno de ellos fue colgado en el kiosko, aunque ya había fallecido a consecuencia de la golpiza.

Antes de ese hecho de violencia popular, hasta el pueblo llegó el gobernador Murillo Karam, quien insistió en que se aplicaría la ley hasta sus últimas consecuencias sobre los dos inculpados. El gobernante, que no logró controlar la ira popular, rechazó cualquier acción de justicia por mano propia.

A la una y media de la madrugada del jueves el enojo de cientos de personas se desbordó sobre los presuntos secuestradores. El gobierno del estado expuso más tarde que el linchamiento fue propiciado por ``personas en estado de ebriedad, azuzadas entre otros por Martín Hernández y un individuo identificado con el sobrenombre de El Cahuazas''.

Todo comenzó el martes por la mañana, cuando elementos de la policía local detuvieron a José Santos Velázquez y Salvador Valdez Rojas a bordo de la camioneta Ford, tipo pick-up, con placas de circulación XL 87520 del estado de Veracruz, de donde eran originarios los detenidos.

Se les acusaba de haber raptado a cuatro alumnos de entre 8 y 10 años de edad de la primaria Fausto Careta de la Vega, y de formar parte de una banda de secuestradores de menores.

De inmediato se les encarceló y al día siguiente se les dictó el auto de formal prisión. Sin embargo, a través de las estaciones de radio local se filtró el rumor de que los acusados serían puestos en libertad y se llamó a la ciudadanía a ``impedirlo''.

Unos mil padres de familia de distintas colonias, convocados a través de spots radiofónicos y comentarios de los locutores, se concentraron por la tarde frente a las oficinas del juzgado mixto de primera Instancia, donde retuvieron en su interior al juez, Anastasio Hernández Rodríguez, y al personal administrativo. Más tarde incendiaron la camioneta de los raptores y la destrozaron.

Ante la versión difundida por la radio local, en relación con la posibilidad de que los secuestradores fueran liberados, los padres de familia también causaron destrozos a dos patrullas, a las oficinas del juzgado y a la presidencia municipal en cuyo interior rociaron gasolina con la intención de prenderle fuego.

Luego sacaron de la cárcel --que se localiza en el interior de la presidencia-- a los dos raptores, a quienes a golpes y empujones llevaron hasta la plaza principal, donde una muchedumbre observaba lo que realizaban unos 350 padres de familia, azuzados por unos 30 hombres que, en evidente estado de ebriedad, sugerían matar a los secuestradores.

Hasta ese lugar llegaron a bordo de un helicóptero el gobernador Murillo y el procurador Omar Fayad, que de inmediato se trasladaron de la Coordinación de Desarrollo Regional al centro del poblado para intentar persuadir a los habitantes de no hacerse justicia por su propia mano, y ofrecieron aplicar la justicia ``conforme a la ley''.

Sin embargo una treintena de personas ``visiblemente alcoholizadas'', según versión del propio gobernador, incitaron a los demás a ejecutar a los supuestos raptores de menores, para luego comenzar a golpear a uno de ellos, quien quedó inerte en el piso de la plaza, mientras el otro era arrastrado hasta el kiosko donde se le colocó una soga para ahorcarlo, aunque ya estaba muerto.

Este jueves, el gobernador Jesús Murillo Karam aseguró que ayer por la mañana, cuando los padres se habían organizado, se les ofreció que los dos encarcelados no saldrían bajo caución, porque todavía eran investigados; pero por la tarde comenzaron los actos vandálicos que luego se tornaron criminales, realizados por unos 30 vecinos visiblemente alcoholizados.

El gobernador consideró condenable este hecho y advirtió que se actuará con estricto apego a la ley.

Se informó que ya hay alrededor de 20 detenidos responsabilizados por este hecho que no tiene precedente en la historia reciente de la entidad. Entre los implicados figura Martín Hernández Hernández, a quien se señala como una de los principales responsables.

Empiezan las averiguaciones

El procurador general de Justicia de Hidalgo confirmó que Martín Hernández Hernández será consignado por los delitos de homicidio calificado, daño en propiedad, lesiones y obstrucción a la autoridad luego de participar en el homicidio de José Santos Vazquez y Salvador Valdés Rojas, ambos originarios de Aladilla Tihuatlán, municipio de Poza Rica, Veracruz.

Agregó que, según las primeras indagaciones, los occisos vendían estampillas en las escuelas primarias, quizás para encubrir el secuestro de menores y el posterior tráfico de órganos humanos, especie que no está confirmada, aclaró Fayat Meneses.

Por su parte, el procurador de justicia de Veracruz, Rodolfo Duarte Rivas, ofreció indagar en ese estado sobre las posibles actividades delictuosas de los linchados y envió a este municipio al agente del Ministerio Público Joaquín Barragán León para que se encargue del traslado de los cadáveres.

Finalmente, Fayat Meneses informó que ya se iniciaron dos averiguaciones previas, una por el doble homicidio y otra para investigar la existencia de una banda de secuestradores en Hidalgo y Veracruz.

En cuanto al doble linchamiento, señaló que la estación privada XECY emitió 16 mensajes radiofónicos que incitaron a los pobladores a la violencia, por lo que se llamará a declarar tanto al dueño como al locutor.