Contiene 14 temas; participan siete disqueras

Jaime Whaley Ť En pomadoso comedero polanqueño se dio una reunión donde se escanciaron buenas bebidas, que al paso de las horas se consumieron religiosamente hasta la última gota, y así se dio a conocer el disco que pronto saldrá al mercado con motivo de la visita del papa Juan Pablo II.

Un grupo de disqueras decidió unirse al fideicomiso que se ha integrado a propósito del periplo de Su Santidad, que tocará México entre el 22 y el 26 de enero del año próximo, y con sus artistas formando numeroso coro se harán presentes en la cuarta estancia de Karol Wojtyla en suelo nacional.

El granado contingente de artistas juveniles pertenecientes a siete disqueras que forman el coro que grabó el disco compacto aquí y que tuvo postproducción en Italia, España y Estados Unidos, está compuesto por Aranza, Benjamín, Cuatro Estrofas, Ellas Tres, Fryzzby, Gloria Aura, Graciela, Imanol, Ivonne Avilez, Jan, Jeans, Kabah, Kairo, Kids, Lisset, Litzy, Lynda, Martín, Mercurio, Ragazzi y Tierra Cero.

El pescador es el tema central del disco que contiene otras 13 canciones, incluyendo, desde luego, Amigo, el tema de Roberto Carlos que fue repetido hasta la saciedad --como seguramente sucederá con éste-- en la primera visita del dignatario polaco en enero de 1979.

``Tu palabra es la esperanza que buscamos tantas almas / Pescador, tú serás el viento nuevo/ tú serás el amigo que nos lleve a un mundo nuevo en tu gran corazón infinito'', versa una de las estrofas de la canción compuesta por Antonio Berumen, durante un viaje en ferrocarril de Milán a Roma, según confesó el miembro de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro. La música es de la autoría de Carlos Lara. Tanto los artistas como las disqueras no recibirán pago alguno por las ventas del disco, pero seguramente ganarán indulgencias, pues Justo Mullor, el entusiasmado nuncio apostólico, les aseguró lugar de privilegio para poder saludar de mano al anciano pontífice.

A la par de la presentación del disco también se mostraron dos videos --¿o serán comerciales?-- sin mayor penitencia que dos minutos, sobre la visita, en los que se remata el audio con un ``Déjalo entrar en tu vida, él trae la palabra de Dios''. Ahora lo escucharemos a toda hora.