La Jornada 11 de diciembre de 1998

El Aguila Azteca, al ex dictador Bánzer

Rosa Elvira Vargas Ť El presidente Ernesto Zedillo condecoró anoche al ex dictador boliviano Hugo Bánzer con el Gran Collar de la orden del Aguila Azteca, y reconoció en el militar a un hombre que ``con políticas lúcidas, responsables y congruentes conduce a su país hacia un crecimiento firme y duradero''.

El mandatario mexicano, quien a su vez fue distinguido por el visitante con el Gran Collar de la Orden de El Cóndor de los Andes, aceptó también la invitación que le formulara Bánzer Suárez para acudir a Bolivia el próximo año. Asimismo, dejaron establecido que nuevamente se encontrarán aquí en México cuando se realice la reunión del Grupo de Río, en 1999.

En la cena ofrecida al militar golpista en el salón de la Tesorería de Palacio Nacional, éste definió a México como una patria de autenticidad y dinamismo, y resaltó lo que llamó un comportamiento internacional de permanentes coincidencias entre ambos países. Entre ellas, ubicó el derecho a la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en asuntos internos de los países, así como el interés por preservar a América Latina libre del armamentismo y la guerra.

Bánzer, a quien en esta visita acompaña su esposa Yolanda Prada, aseguró que México y Bolivia están llamados a cumplir funciones vitales en sus respectivas áreas geográficas, y destacó que ambos serán los eslabones más fuertes de la unidad del continente.

Zedillo señaló, a su vez, que México y el país andino han acordado aprovechar el potencial que les da el Tratado de Libre Comercio suscrito hace cuatro años, y que para ello promoverán vigorosamente entre sus respectivas comunidades empresariales el aprovechamiento de ese instrumento de intercambio.

Renovada decisión de combate al narco

De igual modo los mandatarios dejaron explícito en sus mensajes su renovada decisión de combatir al narcotráfico en un esfuerzo integral y compartido por todas las naciones del continente. Por la mañana, también en Palacio Nacional, el presidente Ernesto Zedillo había recibido ``con respeto y afecto'' al general golpista Hugo Bánzer, quien está en México en visita de Estado. Dijo que México se siente identificado con la nueva convicción democrática que se afianza en América Latina y con la cual se honra a los héroes que ``lucharon por darnos patria e independencia, libertad y destino propio''.

Habló además de la integración latinoamericana que para ser real, firme y duradera -indicó-, debe darse sobre la comunión de lenguas, historia y cultura, pero también quedar enraizada en fuentes de oportunidad, empleo y bienestar.

Para avanzar hacia esa integración, subrayó Zedillo, ``es esencial tener la casa en orden y trabajando, ya que nadie hará por nosotros lo que logremos por nuestra voluntad, esfuerzo y perseverancia''. Felicitó entonces al pueblo boliviano por la claridad de miras, decisión y constancia con las que aplica políticas responsables y congruentes para alcanzar un crecimiento dinámico que sea la base de la justicia social.

Por su parte, el ex dictador, quien definió al mandatario mexicano como un ``joven exponente del liderazgo americano'', afirmó que México y Bolivia ejercen funciones esenciales, pues su país es bisagra entre el Mercosur y la comunidad andina, y es también pieza fundamental entre las naciones más ricas del continente por el norte y con las demás, menos ricas, por el sur.

Hizo amplia alusión a todo aquello que culturalmente identifica a México y a Bolivia e igualmente destacó que las tierras de ambos países, plenas de recursos naturales y minerales, despertaron la codicia de los conquistadores, pero también trajeron la cultura y desarrollaron los intercambios.

La recepción oficial a Bánzer ocurrió en Palacio Nacional. Fue breve y sin más protocolo que el ordenado para la ocasión: himnos de ambos países, discursos breves de los mandatarios, pase de revista a la guardia de honor y saludo a escolares.

Enseguida, Zedillo y Bánzer se retiraron para sostener conversaciones privadas de las cuales dio cuenta más tarde la canciller Rosario Green, mencionando que ambos mandatarios ``reconocieron el excelente nivel en que se encuentran las relaciones bilaterales''.

Además, dijo que el presidente mexicano le comentó sobre la presente situación económica del país y el avance en la normalidad democrática, mientras que, por su parte, el visitante boliviano habló del estado que guardan la economía y la política en su nación.

De igual modo, reseñó la secretaria Green, los dos mandatarios concluyeron que el diálogo político y la cooperación son, sin duda, la base del entendimiento de México y Bolivia, y que resulta importante fortalecer todos aquellos mecanismos de concertación política, además de los intercambios económicos y comerciales, así como todos aquellos que tienen que ver con la cooperación en materia científica, técnica, educativa y cultural.

Cuatro fueron los acuerdos cuyas firmas atestiguaron Zedillo y Bánzer: sobre colaboración en arqueología, antropología, protección y conservación del patrimonio cultural; sobre la colaboración entre los archivos generales de ambas naciones, sobre cooperación en educación cultura y deporte y, por último, el acta final de la primera reunión de la Comisión Binacional Permanente México-Bolivia.

Durante la recepción, el presidente Zedillo aludió también a la importancia del TLC que tienen ambos países.

Ahí mismo, destacó que la amistad entre México y Bolivia se ha fortalecido sustancialmente en los últimos años. Sea bienvenido, le dijo a Bánzer, ``con sincero afecto y alegría''.


¿Quién es Hugo Bánzer?

El ahora general y presidente de Bolivia Hugo Bánzer llegó al poder en 1971 mediante un golpe militar que derribó al gobierno popular del general Juan José Torres, quien había convocado una Asamblea Popular que funcionaba como Constituyente real, y después asesinó en Argentina al mandatario así defenestrado. Bánzer persiguió, torturó, desterró, encarceló e hizo matar a centenares de opositores a su régimen y a muchos extranjeros (o bolivianos) que el golpe de Pinochet había obligado a huir de Chile, después de la caída del gobierno de la Unidad Popular. Además, después de instaurado el gobierno dictatorial chileno, colaboró activamente con éste y con la dictadura brasileña en el marco del llamado Plan Cóndor y, posteriormente, también con la dictadura militar argentina instaurada en 1976. Bánzer fue así miembro activo del club de dictadores del Cono Sur y, como ellos, gobernó mediante el terror y la violación permanente de las leyes y de los derechos humanos, obligando al exilio a decenas de miles de bolivianos. Muchos de ellos, como el profesor e intelectual Marcelo Quiroga Santa Cruz, exiliado en México, fueron asesinados al volver a su patria, mientras otros desaparecieron, víctimas de la represión militar, en la que, entre otras cosas, Bánzer permitió destrozar a bazucazos la sede de la Central Obrera Boliviana y encarcelar y torturar a decenas de militantes y dirigentes obreros. Vicepresidente de Bánzer era el hoy general Luis García Meza, muy implicado con el narcotráfico y actualmente encarcelado por esa causa.

Derribado por las movilizaciones populares, Bánzer rehizo años después su virginidad política mediante acuerdos con el varias veces presidente Víctor Paz Estenssoro y su Movimiento Nacionalista Revolucionario. Sobre esa base y mediante acuerdos de cúpula con otros partidos, fue elegido presidente por el Parlamento después de obtener en los últimos comicios presidenciales un quinto de los votos.