Masiosare, domingo 24 de enero de 1999


Historias del país que ya cambió


Liberato Montenegro:
el maestro de los caciques


Alberto Aguirre M.


Líder del magisterio estatal por tres décadas, Liberato Montenegro busca la gubernatura de Nayarit. Quiere cobrar las ``facturas políticas'' de largos años de apoyo al régimen. Tiene con qué hacer ruido: 800 comités de apoyo, todo el dinero del SNTE local y un control indiscutible. En el sindicato de maestros, los ``sectarios'' que se oponen a la pluralidad -según dice su comité ejecutivo- están en la cárcel. En cambio, los partidarios de un sindicato ``moderno'' e ``incluyente'' empujan en sus carreras políticas. Y para ejemplo está Liberato. Aquí su historia.

Tepic, Nay. Hace seis meses recibió un reconocimiento del gobierno estatal por ser ``el mejor sindicalista de Nayarit''.

Se llama Liberato Montenegro Villa, quien de joven fue líder de los estudiantes socialistas. Luego hizo del magisterio su apostolado, y desde un pequeño pueblo construyó un cacicazgo que ha perdurado durante casi tres décadas gracias al ejercicio de la fuerza.

Con todos ha arrasado. Un enviado de Manuel Bartlett que quiso quebrar su imperio salió huyendo del estado. Tampoco han podido con él los últimos tres gobernadores nayaritas. Ni el todopoderoso líder moral del SNTE: ``Alguna vez que hablé con él me dijo: `Ni (Carlos) Jonguitud pudo con nosotros''', recuerda Jesús Martín del Campo, ex dirigente de la disidencia magisterial y hoy vicecoordinador de los diputados del PRD.

Jonguitud cayó. El proyecto sindical ``plural e incluyente'' de Elba Esther Gordillo no rozó el cacicazgo de Liberato. Es más, se apoyó en él.

Liberato, quien ya ha sido diputado y senador, busca ahora la candidatura del PRI al gobierno de Nayarit, porque ``hay facturas pendientes del sistema (con el magisterio) que ya es tiempo de cobrar''.

Los tentáculos de un líder

En Nayarit nadie lo duda: Liberato Montenegro ha construido un imperio que abarca de la más modesta escuela a un gran sector de la clase política local.

Desde hace 30 años, él y sólo él decide el rumbo del gremio gracias a una estructura burocrático-sindical que le permite el control administrativo y político de casi 15 mil profesores.

Un ascenso escalafonario, una sanción administrativa, una prestación, una plaza... todo es promovido, avalado o vetado por la maquinaria de la sección 20 del SNTE.

Además del control de la mitad de las plazas de nueva creación (las cuales se llegan a cotizar en 25 mil pesos cada una), el comité ejecutivo decide sobre los préstamos a corto plazo y los hipotecarios.

Delegación que se rebela, delegación que Liberato bloquea; le corta los recursos financieros, las prestaciones económicas del ISSSTE y la gestoría.

El dominio de él se extiende a la Secretaría de Educación estatal, donde su gente tiene los principales puestos.

Hombre del sistema, no ha escatimado recursos humanos y materiales para apoyar campañas políticas del PRI.

A cambio, Liberato y sus cuadros obtienen regidurías, diputaciones locales o federales y presidencias municipales. Además, tradicionalmente cuenta con dos carteras en la FSTSE y una en el comité estatatal del PRI.

De socialista a cacique

Originario de Mazata, una pequeña ranchería del municipio jalisciense de Etzatlán, Liberato era un niño cuando ingresó al internado de la Escuela Normal Rural de Xalisco, en territorio nayarita. Ahí fue presidente de la Sociedad de Alumnos Emiliano Zapata.

Muchos dicen que desde entonces lo apoyaba Emilio M. González Parra. Lo cierto es que al tiempo se convirtió en presidente de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.

En 1960 fue presidente de la Confederación de Jóvenes Mexicanos y después vicepresidente de la Federación Mundial de la Juventud Democrática para América Latina. Apenas tenía 22 años de edad.

Encabezó a una generación de nayaritas que despuntó en la política nacional y en la que estuvieron Celso Humberto Delgado -ex gobernador y actual secretario del Consejo Político Nacional del PRI- y José Ramón Navarro Quintero -ex líder del Congreso local-. Todos apadrinados por Enrique Ramírez y Ramírez.

Contemporáneos suyos que pertenecieron a la CJM se quejan de que Liberato le quitó el cariz revolucionario a la organización y lo acusan de haber vendido al movimiento. Incluso, señalan que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz premió sus ``servicios'' con una beca para estuadiar en la Unión Soviética. Cuando regresó a México ingresó a la Normal de El Mexe, Hidalgo.

Liberato regresó a Nayarit protegido por Severiano Oceguera, uno de los líderes históricos del magisterio nayarita. Lo enviaron a Ixtlán del Río (entonces segunda ciudad en importancia de la entidad), donde rápidamente construyó su imperio. Para lograrlo tuvo que enfrentar al entonces cacique Federico González Gallo, quien enviaba brigadas de jóvenes maestros a recorrer la zona y acusar a Liberato de vender el movimiento juvenil.

Fue una temporada de sangre. Muchos de los brigadistas que González Gallo envió recibieron palizas y aparecieron tirados en las calles de Ixtlán.

***

En 1970, la fuerza que Liberato había construido en Ixtlán fue fundamental para que el grupo Unidad Magisterial le arrebatara el control de la sección 20 a González Gallo.

El viejo cacique perdió, pero luchó hasta el último minuto. Incluso, sus huestes tomaron la sede sindical como reclamo de nuevas elecciones. Tuvo que intervenir el gobernador Gómez Reyes para calmar los ánimos.

Liberato obtuvo para sí la secretaría de Organización del Comité Seccional. Y en 1974, cuando Carlos Jonguitud había tomado el poder dos años antes, fue electo secretario general. Como en el SNTE no está permitida la relección en ese puesto, Liberato pasó a ser -a imagen y semejanza del potosino- el líder moral del magisterio nayarita. Desde entonces han pasado diez dirigentes y todos han sido sus incondicionales. La oficina de Liberato en el edificio del sindicato tiene una puerta que da a la secretaría general. Para que no haya dudas de quién manda.

***

En 1975 Liberato Montenegro apoyó -como siempre- al candidato del PRI a la gubernatura, el coronel Rogelio Flores Curiel, quien contendió contra Alejandro Gascón Mercado, en una elección impugnada por el PPS.

Flores Curiel pagó. Liberato obtuvo la presidencia de la Gran Comisión del Congreso local. La alianza fue efímera. Liberato terminó dejando la presidencia de la Cámara, luego de que la FSTSE -alentada por el gobernador- lo expulsara de sus filas por ``traidor''.

En septiembre de 1979 eligió otro enemigo menos poderoso: dirigió el asalto a las oficinas de la delegación de la SEP en Nayarit y logró la destitución del delegado Carlos Bazán Corona. Unos meses más tarde, en otro alarde de fuerza, golpeadores de Liberato ocuparon por la fuerza las instalaciones del Cetys de Ixtlán del Río, a fin de extinguir una rebelión de maestros.

Una de sus mejores épocas fue con el cetemista Emilio M. González en la gubernatura.

El viejo jerarca lo nombró titular de los Servicios Coordinados de Educación Pública y desde entonces no ha perdido el control de esa área.

Diputado federal de 1994 a 1997, y hoy integrante del Consejo Nacional del SNTE, a Liberato no le han faltado los tropiezos.

En 1990, cuando se abrió la selección de candidatos del PRI a consultas de base, Montenegro no pudo sacar adelante a ninguno de los suyos.

Hace cuatro años, el PRI se dividió en Ixtlán, el origen de su imperio, y el profesor Salvador El Chato Muñoz ganó la alcaldía para el PAN. Ahora Liberato y El Chato se la viven de pleito.

De cómo controla al magisterio

En Nayarit dicen que además de las millonarias cuotas sindicales, Liberato controla tiendas sindicales, hoteles, cines, clínicas y funerarias del sindicato, cuyos activos fijos se estiman en 15 millones de pesos.

El año pasado, el ``líder vitalicio del magisterio nayarita'' dio la mejor prueba de su control del gremio: logró que el Congreso magisterial designara a su hijo Gerardo como nuevo secretario general e impuso a los demás miembros del comité ejecutivo. A los disidentes simplemente los dejó fuera.

El control de Liberato sobre el magisterio se finca en el mismo centro de trabajo: la escuela.

Casi no hay directores de escuelas o inspectores de zona que le deban su cargo a Montenegro. Ellos son pequeños funcionarios con cierto poder burocrático y terminan por convertirse en elementos al servicio de los dirigentes sindicales.

El director es la autoridad máxima en una escuela. El puede, junto con el inspector, sancionar a los disidentes o estimular a los institucionales.

La dualidad de estos cargos se debe a que las condiciones generales de trabajo de la SEP los consideran puestos de base, que por vía escalafonaria propone el SNTE.

Así, se da el absurdo de que buena parte de los directores e inspectores que, por reglamento, son funcionarios de la SEP, son también secretarios de las delegaciones sindicales. Representan a la autoridad y a los empleados. Son juez y parte.

Cotidianamente llevan un control administrativo sobre los profesores: hora de llegada y salida, permisos, solicitudes, cumplimiento, eficiencia. Y también tienen en sus manos la represión administrativa: notas de extrañamiento, actas administrativas, actas de abandono laboral, orden de disponibilidad y cese laboral.

De cómo derrotó a Bartlett

1990. Manuel Bartlett Díaz, secretario de Educación Pública en el sexenio salinista, apuraba el paso de la descentralización del sistema educativo. El proyecto implicaba una pulverización del SNTE y en el magisterio había muchas resistencias.

Caído Carlos Jongitud, Bartlett ejecutaba el plan de cambiar a los delegados de la SEP en los estados (Jonguitud llegó a controlar la mitad de esos puestos).

Esaú Hernández, el delegado que llegó a Nayarit, fue obediente de la línea de Bartlett y comenzó a operar sin consultar con los dirigentes de la 20É pero sólo pudo hacerlo unas cuantas semanas.

Un día, más de 400 maestros sitiaron sus oficinas. Iban armados con piedras y azadones. Y ya no dejaron salir al enviado de Bartlett, quien tuvo que ceder ante el alarde de fuerza.

A los pocos días, Esaú salió de Nayarit. Su lugar fue ocupado por Rafael Ojeda, un incondicional de Liberato. El cacique nayarita ganó fama en el CEN del SNTE, ``por que tuvo los cojones que nadie más tuvo para enfrentar a Bartlett''.

El pacto con Elba Esther

Enero de 1990. No fue casualidad que Elba Esther Gordillo eligiera Tepic para el congreso en el cual sería ratificada como dirigente nacional del SNTE.

El férreo control de Liberato creaba el escenario adecuado para minimizar -así hubiera que hacerlo por la fuerza- a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, cuyas movilizaciones del año anterior habían propiciado la caída del líder vitalicio y la llegada de la propia Elba Esther.

El Nayarit de Liberato fue el elegido, paradójicamente, para presentar el proyecto de ``frente amplio'' e iniciar la ``democratización'' del sindicato de maestros.

Todo hacía suponer que el líder nayarita ya había pactado con Elba Esther.

El congreso se inauguraba el sábado 20. Hubo una marcha temprano. Delante de ella, grupos de golpeadores de Liberato dieron alcance a otra que paralelamente efectuaban los delegados disidentes.

Se desató una trifulca que se extendió por todo el primer cuadro de la capital nayarita. Resultaron heridos unos cinco maestros y fueron agredidos tres periodistas, mientras Elba Esther -subida en el cofre de una ambulancia- gritaba con el puño en alto: ``¡Unidad, pluralidad, compromiso con la base!''

Casi al final del enfrentamiento, algunos golpeadores sacaron armas de fuego y encañonaron a Teodoro Palomino, Jesús Martín del Campo y otros líderes de la coordinadora.

``Si siguen así los vamos a quebrar'', fue la amenaza.

En los siguientes cuatro años, la relación entre Elba Esther y Liberato fue pésima. En corto, la profesora chiapaneca reconocía que nunca pudo con él. Las diferencias con la lideresa nacional nunca afectaron a Liberato.

Ni le afectó que Celso Humberto Delgado lo congelara en su sexenio.

***

Liberato Montenegro Villa lleva casi 40 años en la política. Y no da muestras de cansancio.

Es más, ahora anda en plena precampaña por la entidad, en busca de la candidatura del PRI a la gubernatura.

Esta nueva empresa la emprende sin el aval del gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza, quien trató de marginarlo del proceso de selección priísta.

Liberato se metió por su cuenta y riesgo, tras declarar que es hora de pagar las ``facturas políticas'' por los apoyos del magisterio al régimen.

Como otro siete ``distinguidos priístas'', se lanzó a un recorrido por toda la entidad para promover su candidatura. Pero a diferencia de sus adversarios, él tuvo a su servicio una estructura de 800 organizaciones llamadas Copys (Clubes de Orientación Política y Social), que involucraron a igual número de maestros y sus familias.

Los profesores de la sección 20 fueron obligados a financiar la precampaña de Liberato, según consignó la prensa local. (Salvador Muñoz, alcalde panista de Ixtlán del Río, presentó una denuncia ante la secretaría de Gobernación en contra del dirigente magisterial por desviación de recursos públicos).

Por su lado, el gobernador dijo: ``No me extraña de Liberato, sino de los mensos maestros. Si quiere dinero, que trabaje el güevón''.

Liberato le respondió con desplegados en todos los periódicos de Tepic para solicitar respeto hacia los maestros.

El 7 de noviembre de 1998 Liberato Montenegro realizó una marcha de apoyo con 12 mil simpatizantes. Ha sido la concentración política más grande en la entidad en los últimos meses.



``Hemos hecho la obra negra de la política''

ace unos días empezó a circular en Nayarit el libro Nayarit Hoy. Concierto a 13 voces (editado por Comunicación Optima), el cual contiene entrevistas con los aspirantes de todos los partidos a la gubernatura.

Los siguientes son fragmentos de la entrevista con Liberato Montenegro:

-¿Por qué aspira a ser gobernador?

-No sólo es una aspiración personal, es una aspiración del gremio al que orgullosamente pertenezco. Nosotros estamos ciertos, seguros de que hemos contribuido a la estabilidad social y política de este país, y (É) desde que este sindicato se fundó, la gran mayoría de los trabajadores de la educación hemos militado en el PRI.

``En este estado ha habido (gobernadores) generales, ha habido políticos, como don Emilio, como Celso, como Flores Muñoz; ha habido burócratas, como don Francisco García Montero y José Limón Guzmán; economistas, como Gómez Reyes; dirigentes obreros como Emilio, como Rigoberto. Pero no ha habido maestros.''

``En muchos procesos y en muchos años hemos hecho la obra negra de la política, hemos hecho toda la talacha. Los espacios que hemos ganado los tenemos a golpe de huaracheÉ''

-¿Considera que usted tiene el perfil adecuado para ser el próximo gobernador de Nayarit?

-Viendo la historia de los personajes que han llegado y de los que aspiran, no veo ninguna desventaja. Yo siempre he tenido un concepto de equipo, siempre he pensado que un gobernador no es infalible, que no es dueño de la verdad absoluta ni conocedor a profundidad de todos los camposÉ hay que allegarse la inteligencia, el talento de los demás.

-¿Si usted no quedara entre los finalistas de la consulta del PRI?

-No entendería por qué no. La política es una ciencia, una actividad que se funda en realidades, y nosotros somos una realidad política y social que no puede desdeñarse, que no puede hacerse a un lado.

-¿En qué finca su poder?

-En mi formación personal, en mi oficio político, en el hecho de haber pasado varias e importantes pruebas, en el tener muchos amigos y partidarios en el estado. Eso es muy importante, porque puedo ser un general muy brillante, pero sin tropa no puedo dar la batalla.



El poder del cacique en números

Alcaldes electos en Nayarit en los últimos 23 años:

160

Alcaldes liberatistas o miembros del SNTE en el mismo periodo:

54

Diputados en las últimas siete legislaturas del Congreso local:

130

Diputados liberatistas o miembros del SNTE:

35


La escuela de cuadros

En 1992, en los estatutos del SNTE, quedó abrogada la afiliación corporativa a cualquier partido político.

Al parecer nada le importó a Liberato Montenegro. Los 14 mil maestros de la sección 20 pertenecen al PRI, y desde hace 25 años todos los secretarios seccionales -con excepción de Ramón Parra- han ocupado una diputación local.

La asociación entre el magisterio y el PRI en Nayarit -ha explicado Liberato Montenegro- es estratégica, porque conviene sobre todo a los intereses del gremio.

``A fin de poder crecer e influir más en los órganos de decisión, además de hacer trabajo sindical había que hacer trabajo político. Había que incursionar en el ámbito político para que la organización creciera y mejorara posiciones. Estábamos ciertos, que un sindicato que no hace política no realiza parte importantísima de su práctica diaria'', declaró recientemente.

Y vaya si la influencia de la sección 20 ha sido amplísima en este tiempo.

Nayarit tiene 20 ayuntamientos que, al igual que el Congreso local, se renuevan cada tres años. Desde 1975 ha habido ocho elecciones, y en todas ellas por lo menos una cuarta parte de las autoridades electas son impuestas por el cacique magisterial.

En los últimos 23 años, 54 de los 160 alcaldes y 35 de los 130 diputados que ha tenido el Congreso de Nayarit en las últimas siete legislaturas son políticos locales ligados íntimamente a Liberato o miembros de la sección 20. Incluso, algunos sin competir como candidatos del PRI.

Al detalle, la lista impresiona: Liberato ha impuesto a seis alcaldes en Compostela, Huajicori y Ahuacatlán; a cinco en El Nayar, Ixtlán del Río, Santa María del Oro y Ruiz; a cuatro en Jala; a tres en Tecuala; a dos en La Yesca y Tuxpan; además de haber colocado a suyos en Amatlán de Cañas, San Blas, Xalisco, Santiago Ixcuintla, San Pedro Lagunillas y Bahía de Banderas. Incluso, llegó a imponer a dos alcaldes en la capital, Tepic.

En dos legislaturas, políticos liberatistas han ocupado la presidencia de la Gran Comisión. Actualmente allegados suyos ocupan seis curules en el Congreso local, además de nueve alcaldías.

Y se ha dado una especie de ``efecto multiplicador'': directores de escuelas primarias y secundarias que terminaron como inspectores, alcaldes, secretarios, tesoreros o dirigentes del PRIÉ

Al final, según el cacique, lo que ha ocurrido es que la sección 20 ha operado como una escuela de cuadros para el PRI. Y él, como el más distinguido, quiere la candidatura del tricolor por el gobierno estatal.