n Las autoridades académicas ofrecieron contradictorias estimaciones numéricas


Pacíficamente, la "minoría" consiguió parar casi toda actividad en la UNAM

n Dada la dimensión del movimiento, los directores de Filosofía y Letras y el CCH Vallejo aceptaron dialogar

María Esther Ibarra y Alma E. Muñoz n La llamada "minoría" --como calificaron las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a los estudiantes paristas-- de manera pacífica logró suspender casi totalmente las actividades en la máxima casa de estudios.

Ciudad Universitaria prácticamente se cerró. Todo acceso fue bloqueado con barricadas, troncos, piedras y vallas de estudiantes, e igual situación se presentó en 26 instituciones educativas, incluido el Instituto de Ecología; en seis hubo suspensión parcial y tres no respondieron al llamado. La Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Aragón refrendó continuar hoy el paro.

Alrededor de las 19 horas, los estudiantes comenzaron a entregar las instalaciones, sin daños en los inmuebles. En algunos casos testificaron miembros del STUNAM.

Oficialmente las cifras fueron contradictorias. Mientras el secretario de Asuntos Estudiantiles, Francisco Ramos, reconoció que 19 escuelas y facultades pararon total o parcialmente, la Dirección General de Información de la UNAM aseveró que fueron 16 y seis, respectivamente. Los estudiantes, en tanto, consideraron todo un éxito el paro, al haber participado 26 instituciones.

Académicos y escritores como René Drucker Colín, Paco Ignacio Taibo II, Javier Torres Parés, Francisco Pérez Arce y Luis Alvarez Icaza plantearon la urgencia de que Rectoría abra un diálogo con la comunidad universitaria para discutir no sólo el reglamento de pagos, sino también las formas de gobierno y el financiamiento de la UNAM.

Drucker Colín, jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, precisó que está en desacuerdo con que los paros y las huelgas sean considerados vía para solucionar problemas entre universitarios. "Hay que actualizar no sólo las cuotas, sino también a la UNAM. Nadie es enemigo de ésta y todos queremos su beneficio, por lo cual en el diálogo deben estar las autoridades, los estudiantes y los académicos".

Lo cierto es que el llamado hizo eco incluso en facultades consideradas apáticas, entre ellas Medicina, Ingeniería, Química y Contaduría, que desde hace trece años, con el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario, se habían marginado de las controversias académicas. Pero también se extendió a alumnos de posgrado de institutos del área científica, como Ciencias de la Tierra, Química y el Centro de investigaciones sobre fijación del nitrógeno. Activamente se sumaron Fisiología Celular, Biomédicas, Ciencias Nucleares y Biotecnología, en Cuernavaca, Morelos, con un plantón. También el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos se adhirió totalmente al movimiento.

Dada la dimensión del paro, directores como el de la Facultad de Filosofía y Letras, Gonzalo Celorio, y el del CCH Vallejo, Ramón Paredes Pérez, aceptaron dialogar con sus respectivas comunidades sobre el nuevo Reglamento General de Pagos.

En la primera, el consejero universitario Bernardo Bolaños indicó que exigirán que antes el rector Francisco Barnés de Castro derogue dicho reglamento, a fin de debatir al regreso de vacaciones el financiamiento de la UNAM y la corresponsabilidad de los estudiantes. En la segunda, Paredes Pérez condicionó que el diálogo, previsto para hoy, se diera con seguridad y respeto.

Por primera ocasión, el director de Ingeniería, Gerardo Ferrando Bravo, dialogó con los estudiantes. Incluso un día antes trató sin éxito de llegar a un acuerdo con ellos para evitar el cierre de la facultad, y a cambio les permitiría que no hubiera clases. Ayer por la mañana se reunió dos veces con los paristas, y dijo no saber si el hijo del presidente Ernesto Zedillo, Emiliano, figuraba entre los alumnos que exigían clases.

Trabajadores y académicos del STUNAM apoyaron en todo momento el paro pese a la tensión que, por ejemplo, se dio por la mañana en la Facultad de Medicina, cuando personal del Jurídico de la UNAM se presentó para verificar que los sindicalizados estuvieran laborando.

Los opositores al paro

El director de la Facultad de Derecho, Máximo Carvajal Contreras, junto con sus principales colaboradores y estudiantes opositores al movimiento "resguardaron" la seguridad de su plantel.

Por otra parte, el director de Odontología, José Antonio Vela, informó que pese a las limitaciones de acceso hubo actividades normales, y denunció que activistas de las facultades de Ciencias, Economía y Ciencias Políticas trataron de "agitar" a su comunidad. Varios carteles rezaban: "Odontología en paro activo".

Desde la noche del martes, brigadas de estudiantes comenzaron con la toma de instalaciones y aseguraron permitir el libre tránsito de autoridades para deslindar cualquier posibilidad de secuestro; sin embargo, a primera hora de ayer comenzó a circular la versión sobre la incursión de los paristas en este delito.

Durante la suspensión de actividades, funcionarios fotografiaron y videofilmaron, y en instituciones como CCH y preparatorias se informó que se procederá penalmente contra quienes participaron en la acción. Las denuncias se presentarán ante las autoridades civiles correspondientes y de darse el caso, se someterá a los inconformes ante el Tribunal Universitario.

Los directores del CCH Oriente, Ernesto García Palacios; de la Preparatoria 5, Joaquín Luis Sámano Ochoa, y de la ENEP Aragón, Carlos Eduardo Leyva Sánchez, afirmaron que en la toma de los inmuebles participaron grupos ajenos a la comunidad universitaria con edades superiores a los 30 años e incluso algunos encapuchados, lo cual fue negado por los estudiantes, quienes aclararon que los pasamontañas o paliacates en el rostro eran para evitar que las autoridades pudieran impune y arbitrariamente, mediante fotografías y videos, acusarlos de actos ilegales cuando sólo defendían su derecho a una educación gratuita.

En la Preparatoria Cinco y en la ENEP Aragón hubo por la mañana connatos de violencia cuando las autoridades pretendían ingresar a los inmuebles.

Por la tarde, en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía, los paristas presentaron un balance del movimiento; Higinio Muñoz lo calificó de "el mejor ensayo para el estallamiento de la huelga".

José Luis Cruz, Bolívar Huerta y Rodrigo Figueroa, de la Coordinadora Democrática de Estudiantes, coincidieron en que las amenazas del rector no surtieron efecto y hubo una respuesta mayor a la del primer paro --el 11 de marzo pasado-- convocado por el rechazo a las cuotas y la derogación total del nuevo Reglamento General de Pagos. Para evitar que la polarización entre la comunidad universitaria alcance otras dimensiones, citaron a una asamblea universitaria para el próximo viernes en el auditorio Che Guevara de Filosofía y Letras.

Como si fuera consigna, los directores de escuelas y facultades invariablemente declaraban a la prensa que los paristas fueron "una minoría".

Cifras oficiales de la suspensión

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) "puede ser fácilmente rehén de la violencia de unos cuantos", dijo Francisco Ramos Gómez, secretario de Asuntos Estudiantiles, quien sostuvo que el Reglamento General de Pagos "no ha sido motivo de división" entre la comunidad, y que continuará vigente en tanto sus impugnadores o los universitarios no hagan propuestas alternativas con fundamento.

Ramos Gómez insistió en calificar de "minoritarios" a los grupos que "impidieron" actividades y cerraron accesos a Ciudad Universitaria, así como de menores a las dependencias donde fue efectivo el paro. En algunos planteles, manifestó, "hubo violencia excesiva" de los paristas, aunque admitió que en otros fueron pacíficos.

Pese a que Ramos Gómez aseguró que la universidad no está por la represión, dijo que además de los recursos "discursivos y argumentos", se aplicará la normatividad de la UNAM a paristas que hubieran rebasado los límites de la legislación universitaria.

En conferencia de prensa, el funcionario aseveró que "todas las actividades administrativas, incluidas las de Rectoría" se efectuaron normalmente pese al cierre de los accesos principales a Ciudad Universitaria.

Recurrente en llamar minoría a los paristas --"no es un calificativo, sino una apreciación objetiva"-- en su recuento oficial de la suspensión de labores detalló, sin embargo, que de las 36 escuelas y facultades, 15 trabajaron normalmente, otras 15 "padecieron un paro importante de sus actividades", en cuatro hubo actividad parcial y en dos más --no precisó cuáles-- "había una disputa" entre partidarios y opositores a tomar clases.