Masiosare, domingo 28 de marzo de 1999



Hacia la Gerencia de la República Mexicana

El licenciado y sus clientes

Daniela Pastrana

Los conceptos que rigen la administración de las empresas pueden ser aplicados al ciento por ciento en el ámbito público, dice el flamante licenciado Vicente Fox. ¿Electores?, ¿ciudadanos? Puede. Pero sobre todo, dice el licenciado, son los principales ``clientes'' del gobierno

El ciudadano es el cliente principal del gobierno.

A su servicio, los sistemas más desarrollados de mercadotecnia, los modelos más avanzados de ``administración estratégica'', tecnología de punta, grupos de enfoque.

¿Y por qué no? ``Si los conceptos que rigen la administración de las empresas pueden ser aplicados al ciento por ciento en el ámbito público''.

Habla Vicente Fox, al centro de la mesa en el aula Agustín Reyes Ponce, de la Universidad Iberoamericana, donde el gobernador de Guanajuato presenta su examen profesional para obtener -luego de 35 años de pasante- el título de licenciado en administración de empresas.

Frente a él, los sinodales: Sebastián Serra Martínez, rector de la UIA en León; Jorge Padilla González de León, jefe del centro de ciencias Explora y director de la tesis de Fox, y Abraham Nosnik Ostrowiak, director del departamento de Administración de la UIA Santa Fe.

Apenas unos 15 invitados, entre ellos el efímero secretario de Educación, Fausto Alzati, ahora director del Centro Internacional Lucas Alamán para el Crecimiento Económico creado... por Fox.

El precandidato presidencial emplea 30 minutos en defender la aplicación de la sabiduría empresarial al gobierno. Los resultados, asegura Fox, están en el reporte de trabajo que entrega a modo de tesis.

Y no entra en profundidades teóricas.

``La tesis es el rescate de ciertos conceptos que han sido tradicionalmente más de administración de empresas para generar una serie de modelos nuevos en la administración pública. No entra al debate de la relación entre todas las administraciones, y tampoco desarrolla el concepto de planeación democrática'', explica en entrevista Abraham Nosnik.

¿Para qué?, diría el guanajuatense. Si lo que cuentan son los resultados.

Según Fox, de su Plan Básico de Gobierno -que será la base de su programa para el 2000- se ha cumplido 95% de los objetivos.

Eficacia pura, dice.

``Eso nada más se refiere a los medios y los procesos, lo que importa son los objetivos'', refuta el doctor Carlos Muñoz Izquierdo, investigador de la UIA y especialista en temas de educación. ``Lo que habría que preguntarle a Fox es si está pensando en el bienestar general y no sólo en los procesos''.

PBG

Generación del Plan Básico de Gobierno 1995-2000 del estado de Guanajuato. Reporte de trabajo en el campo profesional, que para obtener el título en licenciado en administración de empresas presenta Vicente Fox y Quesada. México, 1999.

La tesis -reporte, insisten en aclarar los sinodales- que presenta el guanajuatense aún no está clasificada en la biblioteca de la universidad.

El texto completao es de 79 cuartillas más cuatro anexos. No tiene dedicatorias ni agradecimientos.

De entrada -en una introducción de dos páginas-, plantea: ``La coyuntura económica y las necesidades de la sociedad nos incentivaron a realizar un proceso mediante el cual se pudiera involucrar al cliente principal del gobierno, el ciudadano, a los niveles de gobierno''.

En el primer capítulo, presenta un diagnóstico del estado en 1995, en el cual se destacan los grandes problemas que prevalecían en Guanajuato.

El segundo describe el proceso de elaboración del PBG, en el esquema de la administración empresarial: enfoque sistémico, administración estratégica, análisis de fortalezas, ``Group Systems''.

Según Fox, el resultado ``es una muestra que los procesos de gobierno pueden ser participativos y exitosos''.

En sus conclusiones, también de dos cuartillas, asegura que pese a las dificultades iniciales ``se logró un muy buen nivel de convocatoria, se obtuvieron propuestas muy interesantes y se comenzó con la cultura de la participación en los procesos de gobierno''.

***

¿Se pueden o no aplicar los conceptos de la administración privada a la pública?

Explica Abraham Nosnik: ``Hay una tendencia a esto. La realidad se ha complicado tanto que hay una tendencia a buscar nuevas formas de relación no sólo entre la administración pública y la privada, sino en este nuevo concepto que se ha llamado el tercer sector, la sociedad civil''

Sin embargo, aclara, cada una tiene su condición y su vocación.

``En la administración de empresas hay que cuidar lo que se llama costo operativo: que no se desperdicien recursos. Por eso, un buen administrador siempre tiene que ser una persona obsesionada por la eficiencia.

``En cambio, la administración pública tiene que ver precisamente con lo público, con lo político, con la conciliación de intereses. Entonces, la obsesión del servidor público debe ser armonizar intereses''.

Ahí está la contradicción, dice el académico.

``La eficiencia siempre tiene que ir unida al tema del beneficio: ¿quién se beneficia, cuántos se benefician, se benefician legítimamente o no?, es finalmente un asunto de la responsabilidad social''.

Unico de los sinodales que no conocía a Fox, Nosnik admite que no se sabe a ciencia cierta cuál es la próxima tendencia en boga en la administración.

-¿Hay condiciones para que en México funcione un esquema mixto de administración?

-El problema terrible que tenemos la distribución en el ingreso. Un país que tiene grandes contrastes, y México sigue siendo un país demasiado polarizado, no puede estar hablando de desarrollo inte


Tres tipos de ex alumnos

En 1992, el doctor Carlos Muñoz Izquierdo realizó una investigación sobre el impacto de los valores de la educación impartida por los jesuitas en la experiencia profesional de sus estudiantes. Entre los resultados, que sirvieron para revisar los planes de estudio de la UIA, destacaban dos elementos:

En general, se observó una respuesta a los valores éticos, reflejados en una conciencia de compromiso social.

El compromiso social era entendido en diferentes ámbitos:

Entre los ex alumnos que se desenvolvían en altos niveles empresariales, el estudio encontró una autodefinición común: ``cumplo con la sociedad en la medida que soy un ciudadano honesto, y próspero, y hago bien mi trabajo``.

Para otro grupo, el compromiso social tenía que ver con la participación en la vida política y el asistencialismo.

El tercero, muy pequeño, era el grupo que tenía una visión más comprometida con los proyectos sociales.

-¿En cuál nivel entra Vicente Fox?

-Habría que aplicarle la encuesta -bromea el académico-. En general, la vida política es uno de los espacios naturales para desarrollar un trabajo de compromiso social. Que los políticos lo cumplan, eso es otra cosa.gral, de un desarrollo no violento, cuando en las sociedades existen diferencias groseras entre los diferentes grupos. Primero hay que resolver eso.