n Lourdes Galaz n

Netwar contra el EZLN

* ƑQué se toma, señor Presidente: cerveza o sidral? * Asesoría de Estados Unidos en Chiapas

* La guerra de redes contra los zapatistas, relacionada con los conflictos de baja intensidad

el dedazo anacronico 1 En campaña electoral, el candidato Ernesto Zedillo visita un mercado en la ciudad de México. Como hace calor, antes de comer uno de los locatarios le ofrece una cerveza bien fría. De buen grado Zedillo la acepta, pero le pide: "Pónmela en un vaso para que parezca sidral". Desde entonces -recuerda mi amigo el anarquista- quedó claro su perfil y cómo sería su estilo personal de gobernar. Todavía anoche, en una reunión de amigos, un general decía: "Que Zedillo defina si es cerveza o sidral", a propósito de la estrategia militar en Chiapas. En algunos círculos políticos y académicos se advierte que ya habría, de tiempo atrás, una definición del gobierno para enfrentar el problema de la guerrilla zapatista en Chiapas. Más aún, la nueva ofensiva militar estaría inscrita en una estrategia instrumentada por el zedillismo con asesoría estadunidense, y se ubicaría en la nueva perspectiva que analistas del Instituto de Investigaciones de la Defensa Nacional de Estados Unidos denominan The Advent of Netwar.

 

Y aunque dicen que las noticias de Chiapas ya no venden periódico ni abren los noticiarios de la televisión y la radio privadas, a la gente le preocupa el asunto, sobre todo qué se toma el señor Presidente, Ƒcerveza o sidral? Hace cinco años, en su discurso de toma de posesión, Zedillo habló de que en su gobierno se abriría una nueva negociación -luego del fracaso de la estrategia salinista- "que nos lleve una paz justa, digna y definitiva... no habrá violencia por parte del gobierno, y confío que tampoco por parte de quienes se han inconformado". Dos meses y medio después, Zedillo personalmente apareció en la televisión, en vivo y en directo, para informar la movilización del Ejército y de la Procuraduría General de la República contra el EZLN, encabezado por Rafael Sebastián Guillén (nada qué ver con Roberto Albores), el Sup Marcos, šbien identificado por los cuerpos de inteligencia militar! De ahí para adelante nadie sabe qué toma el señor Presidente, Ƒcerveza o sidral? No se advierte una definición de la política para atender el caso Chiapas, con todo y que Zedillo ha realizado una docena -o más- de visitas al estado sureño. Que si se aceptan los acuerdos de San Andrés Larráinzar, que si siempre no. Que si es por la vía del diálogo, que se registra una matanza en Acteal. Que si se acepta la mediación de la Conai, que si se le acusa de ser juez y parte. Que si se crea la Cocopa, que no es funcional... que si se vuelve a integrar porque hay una nueva escalada contra los zapatistas y no hay instancias para la negociación. Que si cae un secretario de Gobernación y que si el sustituto trae o no línea. Que si hay millonarios recursos para enfrentar la miseria chiapaneca, causa y razón de la guerrilla... Que si Sedeso y los pobres. Que si la Semarnap y su reforestación de los Montes Azules. Que si la carretera a Amador Hernández es programa federal o es una acción del gobierno estatal. Que si los generales preguntan si la cerveza se toma en vaso para parezca sidral...

 

La ya famosa carretera, cuya construcción oficialmente se habría suspendido a instancias de la Secretaría de Gobernación, previamente había sido cancelada por las bases zapatistas, antes incluso de que llegaran un centenar de soldados en paracaídas. Y es que la comunidad tomada por el Ejército queda a seis horas de distancia, caminando desde San Quintín, poblado al que se llega en vehículo luego de dos horas de viaje, saliendo de La Realidad. Amador Hernández está ubicada en la entrada de la sierra de la reserva de la biósfera Montes Azules, hasta donde llegaron más de 5 mil soldados "para un programa de reforestación". Según expertos en temas castrenses, el Ejército tendría destacamentados en la zona de influencia del EZLN a más de 16 mil militares en 13 campamentos, en su mayoría instalados en los últimos dos meses. Ayer mismo, viajaron en avioneta hasta Amador Hernández y San José la Esperanza (donde se enfrentaron zapatistas con militares y resultó golpeado el comandante en jefe, Cervantes Aguirre, hermano del secretario de la Defensa), en los municipios de Ocosingo y La Trinitaria, legisladores de la Cocopa, que preside el senador Carlos Payán. Fueron a observar de cerca la situación, que se complica porque "no hay voluntad política" para reanudar el diálogo entre el gobierno -que presume de estar administrando el conflicto- y el EZLN -que no vuelve a la mesa con alguien que no cumplió los primeros acuerdos.

 

Mientras eso ocurre, por sugerencia de algunos antropólogos e historiadores que llegaron a La Realidad para un Encuentro por la Defensa del Patrimonio Cultural (12 al 14 de agosto), vale traer a cuento algunas conclusiones del documento The Advent of Netwar (1996), preparado para la oficina del secretario de Defensa estadunidense por los analistas John Arquilla y David Ronfeldt, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional, de Santa Mónica, California. Esos analistas consideran que el movimiento zapatista -que se levantó en armas el primero de enero de 1994- ha devenido en una ruptura epistemológica y en un nuevo modelo que contribuye no sólo a entender los nuevos movimientos y actores sociales en los 90, sino "para la construcción de nuevos conceptos necesarios para el desarrollo de perspectivas de organización, doctrina, estrategias y tecnologías militares". Según los analistas y estrategas militares, el zapatismo -"nacido del EZLN"-, al que se han sumado diversos sectores de la sociedad mexicana e internacional, puede ser considerado un nuevo paradigma para caracterizar a otros conflictos sociales en el nuevo orden mundial, una vez que la guerra fría llegó a su fin. Dicen que se requiere un nuevo término para enfocar la atención en el hecho de que los conflictos y delitos basados en estructuras de redes están incrementándose. En esa perspectiva, el término guerra de redes sociales (social netwar) aplicado al EZLN se relacionaría con los conflictos de baja intensidad (CBI) en el extremo societal del espectro.

En 1998, los mismos investigadores prepararon otro documento, The Zapatista Social Netwar, en el que advierten que la guerra de redes "será probablemente la forma de conflicto más prevaleciente y desafiante en la emergente era de la informática", por lo que recomiendan un estudio "cuidadoso y sostenido". La estrategia de la guerra de redes está enfocada a analizar y contener, aislar, desestructurar e inmovilizar -y aun aniquilar- las redes sociales, así como las del narcotráfico, de terroristas y otros grupos delincuenciales. Según The Zapatista Social Netwar, la estrategia debe enfocarse no sólo en el EZLN, sino en todas las organizaciones, frentes e individuos que forman parte de la amplia red de apoyo al zapatismo (en la cual se diluye el liderazgo). Así, recomiendan los analistas, deben imponerse todo tipo de acciones y tácticas que van desde las clásicas de corte contrainsurgente (hostigamiento, amenazas, acciones psicológicas, secuestros, ataques de grupos paramilitares, ejecuciones individuales, etcétera) hasta campañas de desinformación, espionaje, creación de ONG financiadas por el gobierno para contraponerlas a las independientes (vinculadas con la red), entre otras. Si así está el interés de la oficina del secretario de Defensa de EU en la netwar del tercer milenio, uno entiende la preocupación de los militares de alto rango mexicanos por saber cuando menos qué se toma el señor Presidente: Ƒuna cerveza en vaso para que parezca sidral?