Gravedad y geometría

Merced Montesinos

El campo gravitacional es una de las cuatro interacciones fundamentales que existen en la naturaleza. La rotación de los planetas alrededor del Sol se debe a la gravedad, misma causa por la cual una moneda cae al suelo cuando la soltamos. Sin embargo, la gravitación dista mucho de ser un fenómeno trivial como aparenta, y el completo entendimiento de los diferentes aspectos que la constituyen se encuentra actualmente lejos de los distintos modelos (teorías) propuestos para ello. Aquí nos referiremos a una de ellas, la llamada gravedad cuántica no perturbativa, sin duda la teoría más exitosa entre las propuestas existentes en la literatura científica, la cual intenta descubrir las leyes que describen y rigen el comportamiento fundamental del campo gravitacional.

espira El carácter cuántico de la gravitación lo explicaremos más adelante, y el adjetivo "no perturbativa" significa que describe la cuantización del campo gravitacional en forma exacta, sin aproximaciones, como sucede en otras teorías. Dentro de esas propuestas, ésta puede considerarse la más conservativa (con mayor simplicidad), y es una amalgama de la teoría de la relatividad general de Einstein y las ideas referentes a la cuantización de una teoría de campo debidas a Dirac. Existen diferentes investigadores relacionados con esta línea de investigación y sólo mencionaremos a los líderes: Abhay Ashtekar (Penn State University), Carlo Rovelli (University of Pittsburgh) y Lee Smolin (Penn State University).

Existen diferentes aspectos relacionados con el campo gravitacional. Desde un punto de vista técnico, se puede decir que la gravitación es equivalente en a cierta geometría, muy parecida a la que aprendemos en nuestra infancia cuando asistimos al colegio. De esa manera, una teoría fundamental del campo gravitacional nos debe explicar el origen y la naturaleza de los conceptos de área, volumen, longitud, ángulos, etcétera, a los cuales estamos acostumbrados. Gravedad cuántica no perturbativa es la única teoría actual que predice resultados relacionados con las nociones geométricas previamente mencionadas.

En nuestro entorno existe una gran diversidad de áreas y volúmenes: las manzanas que desayunamos tienen cierto volumen y su superficie cierta área, por ejemplo. Lo sorprendente es que esas áreas y volúmenes no tienen valores continuos, sino discretos. Ello significa que uno no es libre de asignar los valores de las áreas y volúmenes de las manzanas (y en general de los objetos que nos rodean), sino que la propia naturaleza nos dice cuáles son esos valores.

El carácter discreto de las cosas es un hecho común, y para explicarlo nos auxiliaremos de un ejemplo de la economía: el precio de los productos, el cual tienen un carácter discreto; un pan que cuesta tres pesos, un café de 10 pesos, etcétera, son ejemplos en los que el precio total es un múltiplo de la unidad indivisible que es el centavo. Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre el carácter discreto de los precios y los valores de las áreas (y volúmenes) de los objetos. El primero surge por criterios humanos, mientras que los segundos constituyen una propiedad de la naturaleza, de la materia, independientemente de la persona (o aparato) que mida el área y el volumen de las cosas. Así, el área y el espesor de las hojas que forman este periódico tienen, de acuerdo con la gravedad cuántica no perturbativa, determinados valores que se encuentran dentro del espectro predicho por la propia teoría.

Ese carácter discreto de los posibles valores de área, volumen, longitud, etcétera, de los objetos, son características de una teoría cuántica, como lo es la gravedad cuántica no perturbativa. Actualmente no existe evidencia experimental que confirme o refute las predicciones de esa teoría.

Finalmente, si recordamos que la industria tecnológica del presente siglo se debe fundamentalmente al desarrollo de la teoría electromagnética, es plausible esperar que el entendimiento y control de la teoría cuántica de la gravedad modifique nuestras costumbres por las implicaciones tecnológicas que de ella emanarían.

En México también estamos contribuyendo al entendimiento del carácter fundamental del campo gravitacional desde el punto vista de la gravedad cuántica no perturbativa. Las instituciones en las cuales se realiza ese tipo de investigación son el Departamento de Física del Cinvestav-IPN (Merced Montesinos), el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM (Alejandro Corichi) y el Departamento de Física de la UAM-Iztapalapa (Hugo A. Morales Técotl).

Existen otros modelos (teorías), los cuales tratan de explicar la gravitación desde un punto de vista conceptualmente diferente al aquí mencionado. Dentro de éstos se encuentran la teoría de cuerdas y la geometría no conmutativa. Por su importancia, estas líneas de investigación merecen otro espacio para ser analizadas.

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