Ť Cárdenas inauguró la exposición de 88 obras


Libertad en bronce, un espacio colectivo sin restricciones

Ť La muestra enriquece la vida cultural, dijo el jefe de Gobierno

Ť Rompe con los tabúes, porque se exhibe en la vía pública: Aura

Merry Mac Masters * La exposición escultórica temporal Libertad en bronce 2000 enriquece la actividad cultural de la ciudad de México y del país por su carácter universal, afirmó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, cuando inauguró ayer la muestra de 88 obras de 11 artistas plásticos en el camellón central de Paseo de la Reforma y Gandhi.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal reconoció la iniciativa de Isaac Masri, director de Impronta Editores, gracias a cuyo "empeño" se logró la participación de Leonora Carrington, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Gunther Gerzso, Joy Laville, Fernando de Szyszlo, Brian Nissen, Irma Palacios, Vicente Rojo, Juan Soriano y Roger Von Gunten.

El director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM), Alejandro Aura, dio la bienvenida al espacio "abierto y colectivo" que hoy se ofrece al disfrute de "todos" los vecinos "sin diferencias y sin restricciones".

Recordó que para muchísimas personas el ingresar a un museo o a una galería representa un problema, porque es entrar a lo "desconocido". No obstante, tener la oportunidad de ver una exposición de estas proporciones en la vía pública "rompe todo tabú, toda timidez posible".

Este novel "recinto para las artes", continuó, modifica la idea de que la ciudad es "sólo lugar de paso hacia nuestras obligaciones, lugar de peligro y territorio contrario, para regresarla a su vocación inicial de campo de convivencia".

Si en el último siglo nuestra ciudad ha sido puerta de migraciones y suma de sensibilidades, de experiencias y de modos de vida, en este mismo espíritu se inscribe la exposición realizada por artistas mexicanos y de otros orígenes que han encontrado en México lugar de residencia y creación, o espacio espiritual para proyectar los frutos de su talento, aseguró Aura.

Entre los expositores presentes en la inauguración estuvieron Carrington, Laville, De Szyszlo, Palacios, Rojo y Von Gunten.

tovar-cardenas-esculturas-jpg A su vez, Masri, también presidente de la Fundación Agua Tinta, dijo en representación de los artistas que el bronce ha demostrado durante siglos su capacidad para mantenerse como testigo civilizatorio, a la intemperie, asimilando la acción del tiempo. Se congratuló del "deseo" del fideicomiso Paseo de la Reforma de regresar este "símbolo nacional" a su antiguo esplendor. Agradeció al Gobierno del Distrito Federal por impulsar nuevas fórmulas que recuperan "aquella poética de las huellas y de la memoria que constituye la esencia de la urbe".

Testimonios únicos: Tovar

El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa, dijo que la muestra constituye un acto de una enorme imaginación. Indicó que muchos de los expositores pertenecen al Sistema Nacional de Creadores de Arte y son parte fundamental de lo que es la vida cultural en nuestro país.

Son artistas, dijo, que dejan un testimonio único de esta época en el término de este siglo, de este milenio, de lo que ha sido una de las tradiciones, una de las continuidades más extraordinarias de nuestro país: su expresión plástica.

Cuando terminó la ceremonia, Cuauhtémoc Cárdenas firmó el libro de comentarios, cortó el listón y entró a la muestra a través de una de los dos arcos diseñados por el arquitecto Teodoro González de León. Como las esculturas están dispuestas por orden alfabético primero se encontró con las de doña Leonora muy propia en su gabardina gris.

Llamó mucho la atención Ing, de cuya parte superior salía humo de copal. Tras las fuertes lluvias de la noche anterior, el piso de tepetate compactado se convirtió en un lodazal.

Por otro lado, un grupo de personas exhibió una manta en donde pedían "respeto a la Ley Federal de Monumentos". Según dijo la manifestante Olga Pliego de González no es que estén en contra de la exposición, sino que sostienen que los organizadores no le pidieron al Instituto Nacional de Antropología e Historia los permisos necesarios, porque el camellón en cuestión está dentro de una zona histórico-patrimonial "intocable". Entrevistado al respecto, Alejandro Aura señaló que "no se necesita pedir permiso al INAH para poner esculturas en la calle", pues la única competencia de autorización para ello es la delegación Miguel Hidalgo, a la que "por supuesto se le pidió el permiso".