LETRA S
Noviembre 4 de 1999 

 
Voces desde la línea fronteriza
ls-tres

"Yo nunca pensé que el sida fuera peligroso para mí, pues yo no compartía la droga con invertidos. Yo usaba mucho las agujas. Hay veces en que con sólo ver una aguja nueva, limpiecita, yo decía: '¡Ay, bonita, qué ganas de tener algo para echarte ahorita!'. Y ahí te voy al barrio a conseguir heroína o cocaína, o algo, para estrenar mi aguja. Cuando llegaba a la casa a preparar mi jeringa, miraba las noticias acerca del VIH, y también tenía mis revistas, el Time o el Newsweek, y en esos tiempos de los ochenta un día escuché en la televisión que el AIDS era una enfermedad bastante confusa, que atacaba mayormente a la población de los invertidos, y hasta llegué a pensar, 'Já, para mí no hay problema. Mientras no me meta con ningún invertido, el sida no es un problema para mí.' Y pues ahí te voy, 'Esto no es para los tecatos', y zás y zás, compartí muchas jeringas y mucho sexo con muchas personas, pues, vuelvo a repetir, nunca creí que estuviera en peligro, hasta que empecé a escuchar que también estaba afectando a los drogadictos, ay, ay, ay, que había que tener cuidado, lavar las jeringas con cloro, y entonces empecé a tomar un poco de precaución. Me decían los amigos, préstame tu jeringa y te doy una 'cura', y yo les contestaba, dame la 'cura' y quédate con la jeringa, yo consigo otra.

"El sida no es un castigo. Es una experiencia, es una lección, lo que sea. Estoy meditando qué será. Pero cuando escuché eso de que el VIH afectaba mayormente a la comunidad de invertidos, gays, o comúnmente llamados en México maricones, pues así era como yo pensaba de esas personas. Ahora lo estoy viviendo en carne propia: la gente piensa que una persona con sida no debe existir. Y hasta he convivido con ellos, como personas, ¿no? Lo que ellos hagan cerrando sus recámaras es cosa de ellos. Conmigo siempre han tenido educación, respeto.

"Cuando escuché lo del VIH, y que se decía que no había cura y que los afectaba más a ellos, llegue a pensar: 'Ojalá y que nunca encuentren la cura. Ese es un castigo de Dios para esta gente. Sí, cómo que no hay cura y que sólo ataca a homosexuales... Esto es obra del cielo. Ya está el Señor enfadado de ver tanto hombre con hombre.' Esto era lo que yo sentía contra estas personas. Ojalá y que nunca se encuentre la cura. Y mírame ahora. Ojalá y sí la encuentren".

(Testimonio de un usuario de drogas con VIH en la frontera norte)

 

"Allá en México no usaba la droga, esa la vine a tratar aquí en Estados Unidos. Nunca usé condón. Como siempre andaba bien drogado, no me importaba, y además el cristal excita mucho."

 

"Antes trabajaba en la cocina. De eso me gané la vida recién que llegue de El Salvador a México. Luego fui teniendo amigos homosexuales que se vestían de mujer, y todo, y me animaron a que yo me vistiera de mujer y me prostituyera. En El Salvador no podía hacerlo, pues allá tenía mi familia, mis amistades. Allá yo tenía que taparle el ojo al macho."

 

"Mi esposo se fue a trabajar a Estados Unidos, a Carolina del Norte y luego a Miami, para poder construir una casita sobre nuestro pequeño lote. Por eso se fue. Vino para acá una temporada, para empezar a construir la casa, y luego se volvió a ir. Cuando regresó otra vez, venía decepcionado porque lo habían detenido por allá, del lado norteamericano, y le habían quitado lo que tenía, hasta la camioneta. Entonces empezó a trabajar aquí, en un tallercito, y ahí empezó a sentirse un poco enfermo, se componía y otra vez a trabajar, pero hubo un momento en que ya no podía seguir trabajando y yo empecé a ayudarlo en lo que podía. Se sentía con dolor de cabeza, con dolor de estómago, se sentía decaído, y así empezó a decaer y a decaer hasta que lo tuve que llevar al médico y ahí le hicieron el examen del VIH. Yo creo que se pudo haber infectado por algo sexual o por una transfusión de sangre. A mí ya me han hecho hasta ocho estudios y hasta el momento han salido negativos. Yo antes no tomaba precauciones, pero después de que lo detectaron me estuve controlando con condones.

"El sida está muy fuerte. Yo vi y viví esta enfermedad con mi esposo, quien falleció hace un año, y quisiera que las personas entendieran que es algo muy doloroso y triste. Le doy gracias a Dios que estoy bien, que por el momento estoy bien, pues era eso lo que a él más le dolía, que yo pudiera también estar infectada, y arrastrando a mi chiquito que entonces tenía dos años. Ojalá la gente se dé cuenta de que este problema no es de ayer ni de antier, sino que es largo, y que quienes se vayan a Estados Unidos, principalmente los jóvenes, sepan adónde van y cómo, pues muchos se van sin saber los riesgos que van corriendo. Aquí en el pueblo hubo miedo e incomprensión, pensaban que íbamos a contagiarlos con el saludo. Yo les dije que no había problema, inclusive les leí folletos que tengo, les leí algunas cosas. Mucha gente comprendió, otros no lo han tomado así. Pero todo eso se deja a juicio de cada quien."

 

Entrevistas realizadas por Carmen Campos para el programa Migración y sida, en Taller de Sexualidad para Diálogos en confianza, Canal 11. 1998 


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Migración y sida
-- Casos de sida rural: 5% del total (asociados inevitablemente a la migración).
-- Casos de sida con antecedentes de residencia en los EU: 10% del total.
-- Casos de sida rurales con antecedentes de migración temporal a los EU: 25%.

Información tomada de Migración y Sida en México y América Central. Una revisión de la literatura. Mario Bronfman, et al. Conasida.



 
Flujos migratorios
-- Número de cruces de la frontera entre México y los EU por año: 300 millones.
-- Detenciones de migrantes indocumentados en la frontera norte en 1995: 1'300,000.
-- Población nacida en México que vive en EU: cerca de 8 millones (3% de la población total de EU).
-- Población nacida en EU con ascendencia mexicana en 1996: 11 millones.
-- Flujo total de remesas enviadas a nuestro país por los trabajadores migrantes en EU en 1998: más de 5.6 mil millones de dólares.
-- Valor equivalente de esas remesas en 1995: 50% de la inversión extranjera.
-- En 1996: 30% del gasto en educación; 65% del de Salud; y 1.5 veces el de vivienda.

 
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