Declaraciones de Gil y Stanley Durruti lo hunden


Bezares, mentiroso consumado

Elia Baltazar * Mario Rodríguez Bezares es una persona sumamente mentirosa.

Así califica Jorge Gil a su compañero de trabajo, según la declaración ministerial del periodista que trabajó con el conductor de televisión asesinado, Francisco Stanley, en los programas Pácatelas y Una tras otra.

Poco favorables resultan también para Rodríguez Bezares los testimonios aportados por uno de los hijos del animador victimado, Paul Stanley Durruti, quien ha afirmado ante el Ministerio Público que la relación entre su padre y el ahora presunto homicida era de ''fastidio''.

Según el menor, no pocas veces Stanley le manifestó que ''ya estaba hasta la madre por las jaladas que le hacía (Bezares)''. Y no era mejor la opinión de Stanley sobre la esposa de Bezares, Brenda Jiménez, pues Paul afirma que en varias ocasiones escuchó a su padre decir que ella ''frecuentemente le aventaba el calzón'', lo cual lo incomodaba.

Hoy, en el juzgado 55 penal del Reclusorio Preventivo Norte, Stanley Durruti ampliará su declaración, ya asentada en la averiguación previa 24Ű/ 2736/99-06, en la cual también hace referencia a los bienes que poseía su padre, entre ellos, cinco o seis relojes de bolsillo de oro de diferentes marcas, y otros más de pulsera del mismo material.

Stanley tenía, además, una caja fuerte en la que guardaba aproximadamente 50 centenarios, varios paquetes de dólares acomodados en pila, así como diversas joyas, entre ellas: cadenas, anillos, esclavas y una cajita de madera que contenía billetes de 500 pesos. Paul lo sabe porque siempre que lo visitaba le regalaba 2 mil pesos de esa cajita para que comprara lo que quisiera, dice en su declaración.

Jorge Gil, por su parte, ha afirmado que Mario Rodríguez Bezares tenía el control absoluto de los asuntos financieros del programa de Stanley en Tv Azteca, así como de las oficinas de la calle San Luis Potosí, donde se encontraba la empresa ST Producciones. Y afirma que en la nómina del programa de Stanley estaba la esposa de Bezares, aunque no realizaba ninguna actividad laboral.

El poder que sustentaba Bezares le permitía incluso pedir dinero a los grupos musicales que querían presentarse en el programa televisivo. Y así le consta a Jorge Gil, según su testimonio, en el cual advierte que alguna vez escuchó a Bezares decir que Stanley ''me tiene envidia porque no puede mantener una familia estable''. Y en otra ocasión: ''Ya estoy hasta la madre de Paco''.

Jorge Gil, además, comparte la hipótesis de la Procuraduría capitalina, que advierte sobre la falsa lesión en el pie, que Bezares hizo evidente en el último programa que realizó Stanley antes de su muerte, y aun repite la frase que emitió Bezares por teléfono: ''vamos a un charcazo''.

El reportero colaborador de Stanley advierte en su declaración que está ''ciento por ciento seguro que Bezares se enteraba de todos los asuntos de su jefe'', como éste lo estaba del primero, a quien no pocas veces incomodó con comentarios sobre su hermano, Rodolfo Rodríguez Bezares, Calixto, de quien se burlaba Stanley por su homosexualidad.

En las declaraciones de Gil una y otra vez destaca el extraño comportamiento que mostró Bezares el pasado 7 de junio, día en que se llevó a cabo el atentado contra Paco Stanley.

Al final de su declaración, Jorge Gil destaca una actitud que tuvo Bezares hacia él en alguna ocasión, cuando se acercó a la esposa del reportero y le dijo: ''Tu esposo es un pendejo''.