La Jornada Semanal, 2 de enero de 2000


Antesala

UMQG. ƑCuántos enigmas tenemos que descifrar a lo largo de nuestra vida? Innumerables. Empezando por los ontológicos Ƒquién soy?, Ƒde dónde vengo?, Ƒa dónde voy?; continuando con los filosóficos sólo sé que no sé nada (en la antigua Escuela de Antropología e Historia, situada en el Museo de Antropología, había una pinta que parecía venir desde las profundidades del 68 y que decía: "sólo sé que no he cenado. Zenón") o pienso, luego existo (a cuyas múltiples parodias podemos sumar la consigna de la Porra del equipo Pachuca, llamada Ultratuza, y que dice: "soy tuzo, luego existo"). Como puede usted ver, heroico(a) lector(a) que ha logrado salvar el Umbral y todavía no sufre los efectos del problema Y2K, cada quien resuelve sus enigmas como puede. Ahora, hay enigmas que cruzan el pantano y no se manchan. Las siglas que encabezan esta nota son prueba de ello. ƑEs un mensaje cifrado?, Ƒel nombre de alguna nueva secretaría?, Ƒserá la clave de un producto misterioso, de una enfermedad devastadora, de un nuevo villano de cómic? No. La siglas corresponden al nombre de una revista de antología, Un Mundo Que Ganar.

 

UMQG viene de AWTW. O sea que Un mundo que ganar es la traducción de A World To Win, revista que se edita en Londres y cuya traducción podemos leer también en español. Esta frase sale del siguiente párrafo, cuyo autor el avisado(a) lector(a) deberá adivinar: "El proletariado no tiene nada que perder más que sus cadenas. Tiene en cambio un mundo que ganar." Si el (la) lector(a) aún no columbra, le daremos una ayudadita: "Proletarios de todos los países, šuníos!" (por qué, siempre me he preguntado, no dice en buen español ųo sea el de este lado del Atlánticoų "šúnanse!", digo, para que los proletarios de estos países lo entiendan).

 

La portada de UMQG. Una pintura realista-socialista nos muestra avanzando decididamente hacia el Porvenir a obreros y campesinos chinos, armados no sólo de rifles y pistolas sino de la convicción de que La Verdad los acompaña. Los encabeza un bien parecido intelectual proletarizado, sin armas, que viste las prendas que después harán la moda Mao, quien camina con mayor decisión, si esto es posible, entre las hierbas salvajes de un campo agreste. En la contratapa continúa el dibujo, pero ahora lo que puede verse es al Pueblo, que curiosamente avanza sonriendo, a diferencia de sus líderes, cuyo ceño fruncido nos habla de que la Rueda de la Historia gira a su favor. El Pueblo, en cambio, decíamos, sonríe ųmenos un niño que va descamisado, con una mochila y un paraguas de bambú a sus espaldas. ƑQué puede llevar el infante dentro de la mochila, cuando va rodeado de hombres con un fusil o un cañón al hombro y una mujer que porta una lanza donde flamea un pañuelo rojo en jirones? ƑFuturos libros de texto gratuito? ƑMuniciones para la recarga? Este también es un enigma que dejo a su imaginación. Volviendo a la portada, enmarcada en letras doradas donde se repite en babilónicas lenguas "Un mundo que ganar", al centro, en letras blancas, podemos leer: "1 de octubre 1949 'šEl pueblo chino se ha puesto en pie!' ųMao Tsetung" (nada de la mariconería imperialista del Mao Zedong). Al centro y arriba, sobre la cabeza del Mao joven y apuesto podemos ver el año y el número de la publicación: Ƒ1960/2 ųen plena guerra fría? Nel: 1999/25.

 

Interiores de UMQG. En la primera página aparece el índice de contenido, además de un abstract o resumen de los principales artículos. No sabemos para qué el resumen, si con el título de los artículos basta y sobra: "Nepal. Tres Años de Guerra Popular"; "Perú. Entrevista con la Camarada Inez: Una Luz en las Tinieblas de las Cárceles del Perú"; "Sobre Pol Pot. Salvadores Condescendientes: Qué Salió Mal en el Régimen de Pol Pot (claro, desde el punto de vista del maoísmo revolucionario, 'con algunas conclusiones sorprendentes')". La revista, contra lo que pudiera pensarse, tiene su publicidad... de números anteriores, que están en venta, i. e.: "1996/22 Nepal (en boga entre los maoístas): "El inicio de la Guerra Popular en Nepal es un audaz y glorioso paso hacia adelante para la revolución mundial." Perú (cuya lucha interna también siguen atentamente): "šLlevemos la lucha contra la línea oportunista de derecha hasta el fin!", y una consigna que esperan corear (yo toco madera) algunos entes en la larga marcha en redondo por la UNAM, para que se eternice aún más: 1986/6 Perú: "šLa sangre derramada jamás será olvidada!" (aquí las admiraciones son mías).

 

Conclusión del enigma. Si este antesalista reproduce los temas y las consignas de esta revista del movimiento maoísta internacional, lo hace con el fin de que los (las) atentos(as) lectores(as) identifiquen el fraseo, la irracionalidad, la tozudez, la descalificación del contrario a base de enviarlo automáticamente al infierno de la Derecha, la contumacia que se disfraza de "Justicia, Libertad, Muera el Neoliberalismo, Salvemos a..." lo que se quiera salvar, por el método expedito de destruirlo primero. Ya tuvimos un siglo de socialismo "real". No inauguremos el nuevo milenio con más de lo mismo. El socialismo es una conciencia ética, no una táctica de lucha ni una Selva Lacandona en el Pedregal ni un sistema económico; es una invocación al único invento realmente humano que trasciende el llamado de la Naturaleza (en todas sus acepciones): la inteligencia del sobreviviente ųno la del suicidaų, la tolerancia, el debate abierto
de las ideas... En fin, la palabra reflejada en la espléndida contundencia de los hechos y en la profunda ambigüedad de la poesía. Que así sea.

 

Carlos García-Tort
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Bazar de asombros

Sol de medianoche de Edgardo Rodríguez Juliá

 

Hace poco más de dos años escribí una reseña sobre la penúltima novela de Edgardo Rodríguez Juliá, Cartagena. Era, tal vez, demasiado prolija, pero así tenía que ser, pues partía de la admiración y de la discrepancia con algunos críticos insulares que no habían querido entenderla y se habían negado a gozarla o a sufrirla, en nombre de una supuesta exigencia crítica.

En la contraportada de Sol de medianoche, Julio Ortega, a quien admiro y es Obispo del Concilio de la crítica literaria incubada en las cuevas de los estudios latinoamericanos de las universidades del Imperio, publica un fragmento de carta pastoral ųo, tal vez, de homilíaų en el cual sentencia que esta novela entierra al realismo mágico. Me olvidé de la contraportada en espera de leer el texto completo de Ortega. Supongo que será muy bueno, como es todo lo que escribe y comenta.

Con ese tenue prejuicio entré en las páginas de Sol de medianoche y, muy pronto, la prosa mágica de Rodríguez Juliá me desarmó y me dejé llevar por ese balanceo de ola de las palabras que comienza desde el momento en que el autor nos recuerda a Jane Fonda bailando y cayendo del lado de la muerte en una de las más impresionantes películas sobre la depresión económica, They Shoot Horses, Don't They? La frase inicial del primer capítulo tiene una gran capacidad de síntesis y tal poder de captar la atención, que me recordó algunos inicios de grandes novelas de nuestra lengua: "Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia", dice La Vorágine; "Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo"; "Aquí estoy, sentado sobre esa piedra aparente. Sólo mi memoria sabe lo que encierra", dicen Los recuerdos del porvenir... Edgardo deja caer la frase que sintetiza y culmina la tensión espiritual de su novela: "La primera parte de mi vida fue dañada por el resentimiento. Esa fue la parte buena". Así, entre la rumba del comienzo y el mambo de las preguntas y el arrepentimiento, la vida de Manolo inclina la cabeza y se entrega a su servidumbre ("bondage", la llamaría el maestro Maugham). Debo decirles que una buena parte de la novelística de Edgardo ("novela río", decían los franceses) se desarrolla en lugares que adquieren un carácter emblemático, pues son espacios privados ųapartamentuchos playeros habitados por vagabundos sin salida ("outcast of the islands", decía Conrad), que no sirven de refugio sino de confirmación del contexto socioeconómico que los condiciona y delimita.

Desde una de esas covachas, Manolo, gemelo del muerto Frank, gemelo idéntico y totalmente distinto, rodeado de esa lamentable fauna de veteranos de Vietnam que duermen en los callejones de Isla Verde y despiertan aullando de miedo, tecatas y tecatos,
camellos, yonquis y otros temblorosos prófugos de la vida a los que rodean los horrores nocturnos, el esperpéntico detective cumple, en medio de melancólicos excesos, su asquerosa función de espía de infidelidades y de protección de infieles.

Leí hace unos días algunas de las reseñas de esta novela aparecidas en distintos países. Los reseñistas insisten en calificarla de policiaca. Tengo para mí que es, sobre todas las cosas, una novela de ambientes, de atmósferas, de personajes a la deriva y, sobre todo, de palabras que constituyen la esencia misma del relato y le dan su inconfundible estilo. En este caso particular, las palabras adquieren una especial precisión en los diálogos directos o telefónicos ("llamadas obscenas", dirían los penalistas) que tratan de concertar citas de una tarde completa "para quemar fiebres", en un lugar secreto y desconocido por el pícaro y fisgoneador detective de coños y de pingas. Los adúlteros, Carlos y Migdalia, siempre encuentran las palabras necesarias par armar y apurar la cita o para suplirla precariamente con las audacias verbales del teléfono. Hay en todo esto una desvalida ternura y una urgencia de refugiarse en la casa del sexo llevando en los labios un delirante caudal de adjetivos inusitados.

El estilo del que hablo faculta a Edgardo para reunir datos de la realidad concreta de las últimas décadas que han dado a nuestro Puerto Rico sus rostros cambiantes, sus ambiguas certezas y sus definiciones volanderas, con los retratos en movimiento de los entes de ficción nacidos y formados en esa realidad, pero dueños de una subjetividad intransferible, de esas peculiaridades nacidas de lo objetivo, pero instaladas en su individualidad que es, a la vez, gloria, deslumbramiento, decadencia y caída. Nadja y Aurora, la novia de Pat Boone, que era "la verga más insulsa" y persignada de su generación, son buenos ejemplos de estos extremos vitales, de estas navegaciones y naufragios. Notables son las instantáneas de personajes no del todo accesorios: "el fondero angoleño varado en la calle Loiza"; Freddy, el cantante "nacido de la guitarrera unión de soldado gringo con puertorriqueña"; el peso ligero Bobby Falú, "sepia y mafufero", el "salsero alcohólico" Ismael Santana, recordando sus quince minutos de gloria... y otros navegantes erráticos zozobrando en las calles de San Juan Bautista de Borinquen.

Edgardo demuestra en Sol de medianoche lo que ya había anunciado en sus anteriores novelas, La renuncia del héroe Baltazar, La noche oscura del niño Avilés, Cartagena y El camino de Yyalaide: que se puede combinar una prosa nacida en el corazón mismo de la poesía y segura de sus valores musicales, con los lenguajes cotidianos, las germanías de los bajos fondos y el spanglish nacido todos los días en las cavernas de la cultura metropolitana y amasado con las sonoridades del español, creando así ese híbrido interesante (que me perdonen los puristas que limpian, fijan y dan esplendor), que es la lengua de las "chulas fronteras" tanto físicas como espirituales. Estas eficaces técnicas prosísticas son especialmente notables en crónicas como las de la visita papal a Puerto Rico o la de la cantante Iris Chacón.

Los valores musicales de esta novela, su prosa clara y, a la vez, personalísima (cómo agradece uno en estos tiempos el poder entender lo que está leyendo a la primera lectura. Qué admirable es la delicadeza de los escritores que se han hecho el propósito de mantener una estrecha complicidad con sus lectores), su manejo de las técnicas esperpénticas, creadas por Valle-Inclán y que consisten en la descripción del reflejo de una imagen en el espejo convexo (Carson McCullers también nos habla de "reflections on a golden eye"); su sinceridad boricua, su sentido de la compasión y su humanismo integral, hacen de Sol de medianoche un parteaguas en la novelística de Edgardo y, sin enterrar nada ni a nadie, marca un hito de calidad y de pericia en el desarrollo de la novela latinoamericana.

CONFIGURACIONES

Hugo Hiriart

LA REBELION DE LOS MUÑECOS (I)

 

Nuestro destino es liberar a la humanidad y a todo el universo

Mijail Bakunin

 

Si decimos "Vengo muerto de cansancio" o "Pomponia es un cielo", estamos usando metáforas. Usamos muchas metáforas en el habla cotidiana. Está bien, desde luego, pero es aconsejable no perder de vista que son metáforas. Esto es, Pomponia será tan dulce como quieras, pero no "es" un "cielo" porque la palabra "cielo" no refiere a una persona sino a un lugar, un "lugar espiritual". Menos consabido sería decir: "Pomponia es un paraíso", aunque "paraíso" también puede interpretarse como "lugar espiritual". Pero mejor todavía es el epitafio que, según Mark Twain, puso Adán en la tumba de Eva y que decía: "Donde estaba Eva estaba el paraíso."

Volvamos a las metáforas. No siempre es fácil decidir si es o no metáfora lo que decimos. Si digo "Pomponia ha madurado mucho", Ƒestoy haciendo una metáfora? Las frutas están verdes (e insípidas) y maduran y están dulces y jugosas, pero Ƒlas personas? Todos entendemos que cuando se dice "X es muy inmaduro", quiere decir "X es infantil, incapaz de asumir una responsabilidad". Así pues, "maduración" equivale "a tránsito de niño a adulto". Luego es una metáfora porque en el turbulento orden de la vida humana este tránsito no es natural ni biológico, sino otra cosa: una aventura incierta y muy complicada; no hay fruta que no madure, no sabe hacer otra cosa, pero muchos adultos permanecen infantiles (sabemos hacer otras cosas). La metáfora de la maduración, sin embargo, nos ayuda a entender. ƑPor qué? Porque simplifica, o lo que es lo mismo, idealiza la situación humana. Idealizar es ya primer paso de la ciencia.

Las metáforas plantean problemas filosóficos interesantes. Por ejemplo, Ƒde qué criterios disponemos para detectar o determinar que una palabra tiene uso metafórico en un contexto dado? Pero no vamos a desarrollarlos aquí, porque vamos a hablar sólo de una metáfora particular, a saber, del uso metafórico del títere.

Si te dicen "eres títere del señor X", Ƒqué entiendes? Obviamente esto: que tú obedeces ciegamente lo que el señor X dispone y determina. Esto implica que estás privado de voluntad e iniciativa propias y personales. Por eso la frase te ofende y disgusta (doy por hecho que si a X le dicen "eres un títere", X se ofende). "Títere" quiere decir "ente sujeto a la voluntad de otro", pero, creo, no como metáfora, es su sentido literal, porque la palabra presupone el sentido de "criatura inanimada". Entonces su sentido metafórico viene de aplicar la palabra a un humano, justamente porque "humano" presupone "criatura animada".

Si en una novela lees "allá va Pomponia, títere del destino, hacia la desgracia irremediable", entiendes que ella no hace lo que quiere, sino que es víctima pasiva de accidentes y casualidades, esto es, de fuerzas irracionales (un accidente es, por hipótesis, imprevisible e inexplicable, ergo, irracional).

Por eso, Arthur Schnitzler pudo escribir obras de teatro de títeres, sin muñecos, esto es, obras en las que unos personajes tratan de controlar a otros, como un titiritero a sus muñecos. Tratan, pero, claro, no pueden, y a veces en la obra más interesante, el personaje que se cree titiritero es, en realidad, como viene a averiguarlo al final, muñeco. Curiosa situación en la que no sabes si eres el que manda o el que obedece, amo o esclavo, muñeco o titiritero. Curiosa, digo, y muy del delicado Schnitzler.

Ahora, mira al títere, la marioneta colgando de sus hilos, quieta, en espera del manipulador que la anime poniéndola en movimiento. Supongamos por un momento que tienes que escribir una obra de teatro para ella, Ƒno se te ocurriría de inmediato que esa criatura podría rebelarse y querer escapar a la sufrida y pasiva condición de títere?, Ƒno calcularías que ese puede ser el tema de tu obra? El Espartaco de madera, la rebelión de los colgados, el grito de independencia de los muñecos. Claro que sí, la idea está en la marioneta misma, en su delicada docilidad. "Muerte a Rosete Aranda", aúllan los muñecos en salvaje gritería.

Puede ser, y como veremos la próxima vez, así ha sucedido.


TIEMPO FUERA

Fabricio Mejía Madrid

ALFABETO 1999 (I)

A

Albores Guillén

Atornillado al asiento, Albores avisó:

ųAtrás aventureros, aves agoreras, aquí aspiro a aguantar.

Aplastó antagonistas, alardeó abusos, administró alevosamente apoyos antijurídicos. Auspiciando a amigos aspirantes alcanzó a acomodarse.

Ante apoyadores adquiridos anunció, airado:

ųƑAbdicar ahora? ƑAcaso alguien abjura ante apoyos aplastantes?

Albores, apellidado amaneceres, ahora alardea ante amigos anuentes:

ųApélenmela.

 

B

El Barzón

Barboteo: Bajo banderas beligerantes, Barbosa busca bancada.

Bifurcados barzonistas batallan, brincan barreras, burlan burócratas. Bufantes burros bregan, bien baqueteados. Bordan berenjenales: Ƒbrillarán beneficios? ƑBatirán benditos "blindajes"? ƑBarbecharán bicocas?

 

C

Carlos Salinas

Con cautela, Carlos caminó Coyoacán, contestó condescendientes cuestionarios, contabilizó cuantiosas conquistas. Conmovió cuando, confidente, confesó concordar con Colosio. Conocer cuáles conjuras, concebir cuáles complicidades confluyeron con cada cuidado coqueteo, corroía. Cotizado culpable, considerarlo como castigado correspondería con concederle cualidades cesáreas.

 

D

De la Fuente

Depositario del depuesto doctor, dirigió discursos desabridos. Desde diciembre declaróse dispuesto dialogador:

ųDíganme directamente dónde desean divagar; disciplinado, dirigiré dicha discusión.

Destilando despreocupación, dijo:

ųDesafiaré disimulos, despacharé demandas.

Días después, desdíjose:

ųDebí decir: disimularé desafíos, demandaré despachos. Disculpas.

 

E

Explosiones en Guanajuato

Edificios explotan, elévanse empleados en elaborar explosivos. Especular es etéreo: esqueletos enterrados, edificios estallados. El escándalo estremeció exageradamente el exaltado espíritu electoral. Empero, el experto explicó:

ųEstos estallidos evocan extremismos extraterritoriales, explicables en exiliados extranjeros.

 

F

Fox

Formando fans, Fox fatiga favores, funda feligresías, fabrica férulas. ƑFilantropía fervorosa? Fox finta:

ųFátima factura fáciles financiamientos.

Feudal, fatuo, furioso, Fox frena filiaciones fijas, firmezas filosóficas:

ųFinalmente, fíjense: firmaría favoreciendo financieros, firmaría favoreciendo faltos. Flancos flexibles.

 

G

Gurría

Garantizándose grandes gratificaciones glorifica gravámenes graves. ƑGuía genial? ƑGraduado gamberro?

Grandes galeras gruñeron:

ųšGurría gasta garantías generales! šGlotón!

Gris, Gurría giró:

ųšGustoso ganaría guisantes!

 

H

Hillary Clinton

Hacia habitaciones hirvientes, Hillary, harta, helada. Hileras hetáricas hacen hazañas, hunden honores, huyen húmedas. Han hincado hábiles historias, han habilitádose herencias. Hillary husmea: "šHuy! šHuy! šHurry, honey, Hilary's home!"

Continuará....