Ť Su frase proverbial ''la vida es sueño...'', vigente


Hoy, 400 años del natalicio de Pedro Calderón de la Barca

Ť Lectura de La cena del rey Baltasar en el museo de El Carmen

Mónica Mateos Ť Pedro Calderón de la Barca compartió con sus colegas, escritores del llamado Siglo de Oro español, un curioso destino. Como Miguel de Cervantes y Félix Lope de Vega tuvo problemas con la ley. Como éste fue sacerdote y como aquél luchó para defender a su rey, Felipe IV. Como ninguno, su obra dramatúrgica representa el espíritu del barroco, con todo y su complejidad, contradicciones y contrastes.

Hoy se cumplen 400 años de su nacimiento y lo recordamos ''no como un dato arqueológico ni de libro de texto escolar, sino como el poeta vivo y polémico que sigue siendo capaz de entretenernos y de hacernos reflexionar que la vida es sueño, o pensar en los encubrimientos de una hija del aire, o con el garrote más bien dado, o con los mágicos prodigiosos y los príncipes constantes que pueden profesar la devoción de la cruz en el gran teatro del mundo'', como señala Eduardo Contreras Soto, director de la lectura en atril de la obra La cena del rey Baltasar que se realizará está tarde en el museo de El Carmen.

Organizada por la Dirección de Teatro y Danza de la UNAM, en la lectura participarán Gabriel Guerrero, Marco Vinicio Estrello, Oscar Ulises Cancino, José Acosta, Liliana Flores, Jacqueline Serafín y Jesús Estrada. ''Nuestro festejo empieza con el cumpleaños 400 de Calderón de la Barca y continuará durante la primavera, si todo concurre con satisfacción. Queremos recordar lo mucho que don Pedro aún nos puede decir, representando un auto sacramental completo", agrega Contreras.

Con la doble vertiente del teatro mundano y religioso, Calderón es fuente de no pocas discusiones acerca de su verdadero carácter, pues durante mucho tiempo se le vinculó a la España más conservadora, imperial y dogmática.

''No pudo ni puede haber un solo Calderón: fue un autor de múltiples géneros, heterogéneo y por ello, a veces, también heterodoxo'', explicó a la agencia Dpa la investigadora Evangelina Rodríguez en uno de los tantos homenajes al dramaturgo español que esta semana completarán la veintena de proyectos académicos, plásticos y teatrales que se desarrollarán este año en la tierra natal del autor de La dama duende.

Calderón fue hijo de una familia humilde pero capaz de subsistir con dignidad. Sus biógrafos cuentan que poseía un envidiable atractivo físico entre las mujeres, acrecentado por su carácter serio y reservado, con tendencias a lo religioso.

Tuvo un hijo con una de sus amantes, y entre sus inquietudes acerca de Dios y los placeres terrenales encontró su justo medio al dedicarse a escribir, cosa que hizo desde los 13 hasta los 80 años, cuando murió. Los grandes temas del honor, la lucha generacional, el poder, la ambición y la justicia que abordaron sus obras lo hacen plenamente moderno, al igual que su profunda creencia en que la libertad individual puede vencer al destino, como lo refleja en su magistral La vida es sueño.

(La lectura en atril del auto sacramental La cena del rey Baltasar, de Pedro Calderón de la Barca, se efectuará a las 19:00 horas en el museo de El Carmen. Revolución esquina Monasterio, San Angel).