Ƒ"DOKTOR SCHÜSSEL Y MISTER HAIDER"?

ƑEl democristiano Dr. Schüssel es una faz de un cuerpo cuya otra cara es Mr. Haider, en una nueva versión del caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde? Hitler, como buena parte de sus jerarcas, era austriaco y subió al poder aliado con los conservadores tradicionales y en Austria se desarrolló también un catolicismo fascista, represor de la izquierda y de las minorías nacionales.

El ultraderechista Partido Liberal de Jörg Haider, que acaba de entrar en el gobierno de Viena del brazo del muy conservador Partido Popular (democristiano) de Wolfgang Schüssel, es visto con razón con temor, odio y fundada sospecha.

Europa teme un incendio racista y social en su parte meridional y central, ya inestable por el derrumbe del Pacto de Varsovia, por los horrores que ha sufrido la despedazada ex Yugoslavia y por los efectos de la guerra de la OTAN contra Belgrado en la misma frontera austriaca.

Por eso la Unión Europea aisló como apestoso al nuevo gobierno vienés, suspendió relaciones y actividades previamente programadas, y estudia además la exclusión de Austria del seno de la comunidad de países que la integran, mientras Estados Unidos e Israel han retirado de inmediato a sus embajadores, para no tratar con apologistas del nazismo. En cambio, la derecha italiana, situada en la frontera con Austria, y toda la derecha en los Balcanes, miran ahora con confianza hacia Viena y el mismo Vaticano simula ignorar los elogios de Haider a Hitler y a los SS (y, por consiguiente, a las matanzas, la guerra y el racismo como política), diciendo con gran hipocresía que no se pronunciará sobre el nuevo gobierno mientras el mismo no haga algo "contrario a la moral cristiana".

El problema, por consiguiente, no reside en el millonario y terrateniente nazi Haider (la mayoría de cuyos votos son hasta ahora sufragios de protesta contra los gobiernos anteriores) sino en la evolución hacia la extrema derecha de los votos cristianos conservadores (tal como ha sucedido en Italia o en Chile), sobre todo gracias a la incapacidad de los ultramoderados partidarios de la llamada tercera vía, que estaban aliados en el gobierno a los democristianos, de diferenciarse realmente de éstos y de ofrecer una alternativa a la política neoliberal que engendra continuamente nacionalismos, regionalismos, inseguridad, desempleo. No es casual, dicho sea de paso, que el chileno "socialista" Ricardo Lagos sea el único dirigente latinoamericano que sostenga que el ascenso al poder de Haider por el voto no debe ser contrastado (Ƒacaso Hitler y Mussolini no ganaron las elecciones antes de establecer sus dictaduras, que ellos esperaban que durarían un milenio?).

Alemania corta ahora sus lazos con Austria, pero junto con el Vaticano desató la caja de Pandora al reconocer la separación de Croacia y fomentar la "limpieza étnica"; Israel hace lo mismo pero mantiene su política racista en Palestina, y Rusia "sigue con atención" lo que pasa en Viena pero mata a los chechenos, mientras Roma hizo una guerra no declarada contra los civiles yugoslavos y fomentó la mafia racista albanesa en Albania y en Kosovo.

Por consiguiente, si en Austria, como en Italia, se refuerza el fascismo, la raíz del mismo está en la desilusión por lo que ofrecía una democracia meramente formal que cubría la desocupación, la marginación, la xenofobia, la corrupción estatal, y en la protesta también contra una "izquierda" que ha hecho de todo para aparecer "realista" adaptándose a la derecha hasta ser irreconocible.

Aún no es tarde para impedir que la historia se repita comenzando por los mismos lugares donde se desarrolló el nazifascismo. Pero además de combatir la infección hay que suprimir su caldo de cultivo neoliberal, si se quiere una cuarentena eficaz contra el hijo de la dictadura no demasiado escondida del capital financiero globalizado.