Ť Zedillo no intervendrá, asegura Palacios Alcocer


Ofrece el gobierno respetar las reglas del proceso electoral

Ť Celebran aniversario 83 de la promulgación de la Constitución

Enrique Méndez, enviado, Querétaro, Qro., 5 de febrero Ť El gobierno federal ofreció hoy aquí respetar las reglas de la competencia electoral en los comicios presidenciales del 2 de julio para que "sean limpias" y se comprometió a no otorgar "distinciones ni preferencias" a ningún candidato.

"Hoy para bien de la democracia, el gobierno no interviene en la organización ni en la calificación de las elecciones. El presidente Zedillo ya no juzga, no acuerda, no concierta en materia políticoelectoral", afirmó el secretario del Trabajo, Mariano Palacios Alcocer, quien habló en nombre de los tres poderes de la Unión en el aniversario 83 de la promulgación de la Constitución.

En la ceremonia, realizada en el Teatro de la República, Palacios Alcocer dijo que el gobierno asume una invariable actitud de respeto con todos los partidos, y resaltó que durante este sexenio una de las principales tareas, luego del pacto que firmaron en Los Pinos los dirigentes de los institutos políticos, fue la negociación que culminó con la reforma electoral de 1996.

Previamente, mientras hablaba el gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola, el presidente Ernesto Zedillo le pasó una tarjeta amarilla a Palacios Alcocer. Para redactar el mensaje, el Presidente utilizó una pluma que le prestó el diputado panista Francisco José Paoli Bolio.

El secretario del Trabajo hurgó en su mensaje, que llevaba escrito, y al leerlo suprimió un párrafo en el que hablaba del proceso interno del PRI. Después aseguró que a partir de esa fecha México cuenta con un sistema abierto de partidos y una vida republicana abierta, libre, plural e incluyente.

De ahí, Palacios Alcocer saltó a la página 11 del discurso, y el párrafo que no leyó decía: "Se debió iniciar por casa: el Ejecutivo auspició que su propio partido, el PRI, profundizara su vida democrática, abriendo un proceso de competencia interna para la nominación de su candidato a la Presidencia de la República".

El ex dirigente nacional priísta resaltó la intención de Zedillo quien, al iniciar el sexenio, rechazó ejercer "una presidencia autoritaria o vertical; que invadiera o se apropiara de facultades sin sustento en la Constitución o en las leyes; un presidencialismo que avasallara a los gobiernos estatales y locales, o que sofocara las iniciativas de la sociedad".

En ese marco, dijo, fue propuesta la independencia cabal de los poderes Legislativo y Judicial. Así, agregó, se reformó la Constitución para fortalecer el sistema de justicia y permitió que por primera vez los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fueran nombrados en el Senado de la República, "concluyendo así los nombramientos políticos y la supuesta influencia del Ejecutivo".

Hoy, resaltó, el nombramiento del procurador general de la República se somete a escrutinio y debate público y debe ser ratificado por el Senado, al igual que el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Asimismo, agregó, para fortalecer el estado de derecho, el gobierno se propuso una nueva relación con el Congreso, basada en su autonomía y en el respeto entre poderes, "manteniendo una actitud republicana, indistintamente de la conformación partidista".

Aunque la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación fue motivo de una controversia entre el Presidente y el Gobierno capitalino, a principios de este año, Palacios Alcocer se refirió a ese proceso como "claro ejemplo de esta nueva relación" entre el Ejecutivo y el Congreso.

El presupuesto, aseguró ante los gobernadores de los estados, el gabinete ųsólo faltó el secretario de Educación, Miguel Limón Rojasų, los representantes del Congreso y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, contiene diversos criterios y mecanismos para que los recursos se ejerzan rigurosamente para los fines previstos, a fin de evitar desviaciones y discrecionalidad en el gasto.

Indicó que en este sexenio el país transitó de un gobierno en el que el Ejecutivo ejercía un amplio control sobre la vida económica, hacia la ampliación del espacio participativo de la ciudadanía en el crecimiento de la economía, reduciendo "el poder discrecional del Presidente, que solía distorsionar los fundamentos" de esta actividad.

El funcionario refirió que hace 83 años, cuando se promulgó la Constitución en esta ciudad, México trazó un horizonte de mayor democracia, y consideró que los avances de este sexenio "se reflejan hoy en un sistema presidencial republicano, democrático, apegado a la ley, con mayor equilibrio entre los poderes de la Unión, con un federalismo renovado y con ayuntamientos más libres en lo político y suficientes en lo económico".

Para honrar a los constituyentes de 1917, expuso, es necesario ratificar la decisión de respetar los derechos humanos y construir instituciones democráticas fuertes, y llevar adelante una administración pública ordenada, con buenos programas de gobierno y resultados tangibles.

El gobernador de Querétaro, el panista Ignacio Loyola, hizo una convocatoria a la unidad y la paz, y agradeció "la colaboración y respeto" de Zedillo para su administración.

Se refirió a la crisis económica "de vastas proporciones" de principios del sexenio, que generó "las condiciones más adversas" con que haya iniciado un gobierno federal, pero expresó que ahora ya quedó "demostrado que con la unidad y el trabajo de todos, México está saliendo adelante".