Ť Se está a punto de conjurar la crisis sexenal


Piden exportadores evitar el nerviosismo entre inversionistas

Ť Descartan cambios bruscos en la cotización del peso

Patricia Muñoz Ríos Ť El gobierno mexicano debe evitar a toda costa que se genere ''nerviosismo'' entre los inversionistas nacionales y extranjeros, a fin de no dar al traste con los avances económicos logrados hasta el momento y poder transitar hacia el próximo sexenio con tranquilidad.

El presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores del país (ANIERM), Roberto Sonnenberger Doyle, señaló que ''nadie quiere y a nadie le conviene'' que haya presiones sobre la economía, pues estamos a punto de poder conjurar la crisis sexenal.

En su opinión, a diferencia de administraciones anteriores, en esta se ha logrado fortalecer la economía de tal forma que puede aguantar ciertos problemas sin moverse y sin verse afectada. Lo único que resta para lograr efectivamente una transición pacífica hacia el siguiente sexenio es que el gobierno no pierda el control sobre las principales variables.

Sobre las previsiones para el presente año, comentó que se esperaran movimientos normales en la paridad del peso y está completamente descartada la posibilidad de que haya un cambio brusco, por lo que la cotización de la moneda seguirá comportándose conforme la oferta y la demanda.

Dijo que es difícil hacer una estimación respecto del tipo de cambio para fin de año, pues ahora éste se mueve libremente, el mercado no está manipulado ni controlado. Sin embargo, lo que sí se puede prever es que si continúa con su deslizamiento normal podría situarse cerca de los 10.50 pesos por dólar.

De igual forma se estima que el crecimiento económico será mayor al previsto y que seguirá soportando una buena parte del mismo el comercio exterior y las inversiones, por lo que sería conveniente que el gobierno no haga nada que genere ''nerviosismo'' entre los empresarios extranjeros y nacionales.

La economía está bien fundamentada y prueba de ello es que ha soportado fuertes turbulencias internacionales, además de que se han establecido candados para evitar que algunos problemas puedan generar las crisis que se registraron en sexenios anteriores, por ello hay confianza en este sector sobre el último año del gobierno zedillista.

Incluso, el déficit comercial que se estima para el cierre del 2000 de aproximadamente 5 mil millones de dólares, es perfectamente financiable porque las exportaciones están creciendo en forma importante, además de que continúan fluyendo al país capitales extranjeros.

En teoría todas las variables están dadas para que la economía se mantenga sin sobresaltos y para que no se dé la menor posibilidad de inestabilidad en las finanzas nacionales, por lo que ahora los gobernantes están sumamente atentos a todos los indicadores y a corregir el más mínimo desvío a fin de dejar un país económicamente sano.