Ariel Guzik busca "abrir nuevos canales de expresión"


El canto de la naturaleza

Mirna Servín

ƑCómo sonarían el viento, la luz del sol y otras entidades que habitan en la naturaleza? Escuchar en sonidos armónicos esas representaciones es una de las maneras en que el artista mexicano Ariel Guzik busca abrir nuevos canales de expresión entre el arte y la ciencia, y desarrollar "el ejercicio de la fantasía como una forma de sobrevivencia."

Para ello, Guzik ha construido una máquina llamada "resonador espectral armónico", que describe las inflexiones de elementos naturales de manera sonora a través del análisis geométrico de éstos, para luego ser interpretadas en proporciones armónicas que dan como resultado "el canto de la naturaleza".

guzic-demostracion-3-jpg Este proyecto inaugura el programa de residencias creativas del Museo de Historia Natural, cuyo interés principal consiste en la construcción de un espacio de intercambio de ideas entre científicos, artistas, divulgadores de la ciencia y público en general. En ese sentido, la exposición de Guzik y alrededor de 13 colaboradores, que se presentará en fechas próximas, abre la alternativa de que la relación entre el público visitante y el museo no se restrinja sólo a "cuestiones inanimadas, sino que intervengan en los procesos de creatividad e investigación"

Guzik retoma los armónicos como elementos de expresión, "tal como fueron usados en la antigüedad por Pitágoras", quien consideraba a las consonancias musicales modelos de armonía, concebidos como el equilibrio de diversos elementos, que relacionaba con el alma del hombre y con el principio ordenador del cosmos.

El asistente a la exposición podrá observar diferentes expresiones artísticas que se consolidan con la representación musical de elementos de la naturaleza transformados o interpretados por elementos de la tecnología.

Una parte de la muestra se relaciona con las plantas, las cuales al ser conectadas al "espejo plasmath" ųotro instrumento creado por Guzikų y producir señales que son convertidas en armonías sonoras, presentan condiciones de mayor crecimiento. "Cualquier actividad biológica produce una señal eléctrica, la cual se amplifica para ser enviada en señales análogas al espejo plasmath, el cual por medio de sensores y resonancia comienza a vibrar y a producir sonidos, por lo que diríamos que se escucha la interacción entre la resonancia del instrumento y la planta", explica Leah Atie, maestra en psicobiología de la UNAM, quien también participa en el proyecto.

Sin que aún se tengan las estadísticas científicas formales sobre el desarrollo de las plantas, Leah Atie, desarrolla ese proyecto para plantear la posibilidad de usar el método en especies vegetales en extinción y estimular su crecimiento.

Finalmente, Ariel Guzik, al hablar sobre la intersección entre el arte y la ciencia, sostiene que ambas actividades "son dos maneras de comprender e interpretar la realidad, las cuales se pueden conjugar".