* Autor de Afuera pasa el siglo, libro publicado por el FCE


Santiago Mutis: la poesía es una luz que alumbra la belleza y la deformidad

* Cuando se hacen alianzas con la vida es que llegó el momento de hablar, dice

* ''Las personas que son tímidas utilizan los ojos como el órgano más delicado del tacto''

Renato Ravelo * Durante 15 años, Santiago Mutis dejó de escribir poemas. Un día ''se espantó la poesía" y entendió que era hora de los ensayos. Escribió dos libros sobre dos alemanes notables en Colombia: Ernesto Volkenin y Guillermo Wiedemann, el primero crítico que analizó la obra de García Márquez y, el segundo, un pintor que alguna vez admiró Fernando Botero. Un día de hace año y medio, sin embargo, regresó la palabra y era diferente: ''La poesía, para mí, ahora es una luz con la que puedes alumbrar la belleza y la deformidad, lo que sea".

Afuera pasa el siglo, se llama el volumen. Lo publica el Fondo de Cultura Económica y lo presentan, hoy, Guillermo Sheridan, Adolfo Castañón y Jorge Ruiz Dueñas, como moderador, en la librería Octavio Paz, en Miguel Angel de Quevedo 115, junto a la librería Gandhi.

Para Santiago, por cierto, la influencia del nombre de su padre nunca le pesó: ''Era como una carcajada que sonaba al otro lado de la cordillera".

Santiago Mutis (Bogotá, 1951), cuenta que es el quinto libro de poesía, entre los publicados aquí en México y en Colombia. Aquí la entrevista.

ųƑCómo descubriste que llegaba de nuevo el impulso poético?

ųHace como año y medio empezó por torrente a llegar: días, noches, horas. Y es que por más que tú quisieras y estés dispuesto no siempre se da. Hay una madurez que está sucediendo adentro tuyo y que de alguna manera te hace saber o ya o nunca. Tú de todos modos siempre tratas de entender una cosa, estás leyendo para entender algo, conversas y llega un momento en que toda esa alimentación te lleva a decir: ya, es hora de hablar. Sobre todo porque se tiene la disposición del ánimo, porque se han hecho alianzas con la vida, que te hacen querer decir.

 

Hay que invocar carne e ideas

 

ųƑCon qué empezaste?, Ƒcuál fue el poema detonador de ese estado?

ųNo sé que sea lo más viejo de ese libro. Puede haber textos que tengan, solitarios, cuatro o cinco años. Hay un poema que se llama ''Esa noche se quiso llamar Marie Antoniette", que es como el empujón para entender lo que me hizo rescribir. Y un poema gemelo que es el dedicado a Vincent van Gogh.

ųƑExiste mucha relación entre tu expresión poética y la pintura?

ųEs que te cuento que cada quien tiene un sentido más desarrollado y yo soy visual. Personas que tienen timidez, una relación con el mundo muy pudorosa, por lo general, su relación se intensifica en lo visual porque al fin y al cabo los ojos son como el órgano más delicado del tacto. Es como una manera de compensar.

''Hay también una historia de infancia. A eso de los cinco años viví en una inmensa casona con unos familiares y una vez saliendo de misa, con esa enorme familia, detuvo a mi tío una pareja con un sobrecito que tenía la fotografía de una niña. Mi tío se encerró para hacer ese retrato. Esa niña era del barrio y se había ahogado. Nos impresionó tanto que desde entonces cada que llegaba a una casa, veía un retrato e imaginaba que había una historia escondida."

ųHay muchos conceptos detrás del poema Esa noche (el concepto Europa y Caribe), Ƒpoesía con ideas?

ųEs una poesía no sólo hecha de sensaciones, sino con ideas y conceptos. Si quiero contar algo, deseo dar mi opinión. Tal vez por eso hay un cambio en ese libro respecto de los otros.

ųƑQué diferencia?

ųEs más deliciosamente espúreo, hay más pensadera, más descarados acercamientos a las cosas sin cuidar el supuesto purismo de una poesía. Es como si se le hubiera perdido el miedo a cualquier tema. María Antonieta no parece un tema poético, con ese prostíbulo imaginario en el que se convocan condiciones humanas distintas. Es poder dejar de ser lírico y meter la condición humana de manera más real, libre y suelta. Por eso es necesario recurrir a lo que uno La influencia de mi padre (Alvaro Mutis) era como una carcajada que sonaba al otro lado de la cordillera, se–ala el escritor colombiano n Foto: Omar Meneses es, carne e ideas.

 

Poesía cantada que

ahora se habla

 

ųƑHubo un momento en el que dejaste de escribir para publicar o aún persiste ese torrente?

ųTodavía, porque esos dos poemas, el de Van Gogh y María Antonieta me mostraron cosas muy distintas en mi manera de relacionarme con mi propio pasado. Hace dos años se suicidó un amigo, Raúl Gómez Jakin. Era un hombre que se volvió en Cartagena un personaje. El se perdió en las drogas. El era un hombre gigante y empezó a escribir unos poemas tremendos, de pronto aparecía en la plaza desnudo, otro día de corbata. El publicó en España. Juntos recorrimos Colombia a los 18 años. Con esa nueva visión me di cuenta que podía entender esa formación o deformación de la adolescencia: unos se fueron hacia la política, otros a los teatros.

''Me puse a buscar las huellas de todo eso. Hice un pequeño libro, un gran poema por editarse en Colombia que se llama ''Dicen de ti'".

ųƑCómo pesa el nombre de Alvaro Mutis en tu carrera?

ųPrimero, Alvaro Mutis es apabullante como escritor desde hace poco. Cuando él dejó de hacer poesía y empezó a escribir novela, es cuando se desbordó. Ahora conversábamos con mi papá sobre un libro de poesía que publicamos en 1981, por primera vez en Colombia. Yo había ya publicado poesía. La otra cosa es que nunca me críe con él, vivimos en distintos techos. El se vino a México en 1956, cuando yo tenía 4 años.

''Es una experiencia extraordinaria, pero lejana. Para mí era una carcajada que sonaba al otro lado de la cordillera. Ahora, consciente, sí digo Dios mío".

ųƑCómo se inscribe en la tradición colombiana de poesía?

ųColombia es un país muy formalista en poesía, bueno, ya no tanto. Gran preocupación por la manera de decirlo, por el estilo, por el uso del lenguaje. Hay poetas muy trabajados, muy depurados, porque persiste la tradición de una poesía que ha trabajado el lenguaje con esmero.

''De pronto, ya siendo uno viejo se revela que el lenguaje es la misma vida y ese formalismo es más bien una preocupación que te limita las posibilidades de contarla. Los árabes llaman a rezar en una forma mitad hablada y mitad cantada. La poesía colombiana ha sido cantada, ahora se está hablando. Lo hace de la vida inmediata, de lo cercano. En Colombia se está quitanto el miedo a que 'eso' no fuera lo poético. Esto pasa hace rato y es como salirse del cascarón y creo que con Afuera pasa el siglo, me salí del cascarón.