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Luis Villoro

Buscar la propia verdad

cien-villoro.jpg De pensar que la filosofía no podía ser una profesión tal y como él la concebía en ese tiempo, Luis Villoro pasó a dedicar gran parte de su vida y trabajo a esa actividad, la cual ha dado importantes frutos y libros como El proceso ideológico de la revolución de Independencia (1953), Los grandes momentos del indigenismo en México (1959), Páginas filosóficas (1962) y Creer, saber, conocer (1982), entre algunos otros, que han sido muy significativos en el conocimiento filosófico e histórico de nuestro país.

Luis Villoro (Cataluña, España, 1922) investigador naturalizado mexicano, cuenta haber estudiado un par de años la carrera de medicina, ya que sentía un gran interés por las ciencias biológicas. Sin embargo, al darse cuenta de que sólo podía dedicarse completamente a una disciplina, eligió la filosofía, a la cual recurrió para explorar inquietudes propias y con "la esperanza de que ésta pudiera ser abrazada como una profesión".

Al ser cuestionado sobre esas primeras inquietudes que fueron los inicios de su carrera, tras contener el primer impulso de responder, reflexiona, calla y aduce que son cosas personales y que es preferible hablar de su labor, ya que hay cierta propensión a considerar los trabajos teóricos de un investigador en función de la persona, lo que es subjetivo y perjudicial para la obra.

"Diría, en síntesis, que mis preocupaciones han tenido dos vertientes diferentes, pero que también se relacionan. La primera es un intento por comprender ųsi es posibleų los conocimientos que tienen los hombres acerca de cuestiones fundamentales sobre el sentido de la vida, los valores y las creencias, que les permitan orientarse por el mundo. Es decir, aquel conjunto de conocimientos que no son estrictamente científicos.

"Otra línea de trabajo es mi interés por una reflexión que intenta ser auténtica, es decir, una reflexión que no se base enla glosa o el comentario de ciertas doctrinas que provienen de los lugares que consideramos más adelantados. Por el contrario, que esas creencias estén basadas en nuestros propios problemas, los de nuestro país y cultura, y sean por lo tanto una expresión auténtica de nuestro modo de ver el mundo y no sigan la tendencia imitadora que suele ser predominante en muchas de nuestras creaciones filosóficas.

"Traté de distinguir entre dos formas muy claras de conocimiento. Uno, que he llamado saber objetivo, en el cual intento dar las condiciones necesarias y suficientes de un conocimiento estrictamente riguroso, al que no se puedan aducir proposiciones que lo falseen, es decir, el saber propio de las ciencias estrictas. El otro tipo de conocimiento, que he llamado personal, se basa en la experiencia y también tiene sus normas racionales, pero diferentes al anterior."

villoro-luis-3-jpg Los más recientes trabajos de Luis Villoro, maestro y doctor en filosofía por la UNAM y con estudios de posgrado en la Universidad de París y en la Ludwingsuniversität de Munich, versan sobre la ética política, tema que se aborda en sus más recientes libros, en los que plantea la reflexión sobre el papel de la persona como ente político dentro de una comunidad y el problema de la relación entre el poder político y los valores morales.

Ahora, el doctor Luis Villoro continúa con su investigación sobre el desarrollo de una teoría de la injusticia, ya que "la mayoría de los estudios sobre la justicia en política son producto de filósofos de países desarrollados occidentales.

"Lo que yo voy a tratar de desarrollar es una visión de la justicia a partir de su ausencia, es decir, a partir de la injusticia. Se trata de analizar los mismos problemas de ética política, pero desde una perspectiva diferente, desde una sociedad en la que priva la injusticia. Creo que es la vía más prometedora para los países que estamos lejos de acceder a una sociedad democrática."

El doctor Luis Villoro, que como investigador ha sido distinguido con el Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía y el Premio Universidad Nacional, entre otros, acota que a quien se interese en reflexionar en temas filosóficos debería buscar sus propias vías, y no seguir ciegamente opiniones ajenas.

"Hay que buscar la verdad personal por nuestros propios medios. Es decir, que uno tenga la confianza en que la labor de la razón es algo que cada cual debe seguir con sus propios recursos, sin que sólo se considere recorrer un camino ya trazado por otros." (Mirna Servín) (Fotos: Carlos Cisneros)