MARTES 21 DE MARZO DE 2000

Ť Reunión del consejo permanente del Episcopado


La creciente violencia en el país, por la intolerable pobreza

Ť La Iglesia, con derecho de meterse en todo: De Gasperín y Suárez

José Antonio Román Ť La "enorme desigualdad" en la distribución del ingreso y la "intolerable pobreza" en la que viven millones de mexicanos han generado un creciente clima de violencia en el país, donde la inseguridad y el narcotráfico son sólo algunos de los reflejos inmediatos, afirmó el vocal del Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano, Mario de Gasperín y Gasperín, quien sostuvo también que la Iglesia "tiene el derecho de meterse en todo".

Dijo que la institución, entendida ésta como jerarquía, presbiterio, religiosos y laicos, "no pueden escaparse" de lo temporal, sino que deben estar presentes en ella para colaborar, desde sus respectivos campos y obligaciones, en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. En tanto, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, precisó que para la Iglesia no sólo es un deber, sino una "obligación de meterse en todo", porque -dijo- "todo está sujeto a Dios".

En conferencia de prensa realizada durante uno de los recesos de la reunión que sostuvieron ayer los integrantes del consejo permanente del episcopado -al que asisten los representantes de las 15 regiones pastorales del país y los seis miembros de la presidencia episcopal-, De Gasperín sostuvo que la macroeconomía ya no puede verse como un signo de desarrollo del país, pues la pobreza y las desigualdades sociales crecen aceleradamente.

Yo no creo, dijo, que esta situación llegue a convertirse en un estallido social propiamente dicho, pero lo que es una realidad, algo que es innegable, es el creciente clima de violencia que tenemos ya en nuestra sociedad. La pobreza ha llegado ha niveles intolerables, dijo el también obispo de Querétaro, quien en la conferencia de prensa estuvo acompañado tanto del arzobispo Suárez Inda como del obispo de coadjutor de la diócesis oaxaqueña de Tehuantepec, Felipe Padilla.

Los más de 20 obispos miembros del consejo permanente se reunieron ayer para darle la última revisión al documento de 100 páginas del Episcopado Mexicano, titulado Del Encuentro con Jesucristo a la Solidaridad con Todos, en la que la jerarquía católica presenta un análisis de la realidad política, económica, social y religiosa del país.

Al documento, el cual se anuncia como uno de los más importantes de los últimos años y que podría marcar a la Iglesia católica del país en los años por venir, se le incorporaron 170 enmiendas de trabajo que fue aprobado recientemente por los obispos en su pasada asamblea extraordinaria del 29 de febrero y 1o. de marzo, con el voto de confianza de que se incorporarían dichas modificaciones en el documento final.

De esta forma, ya revisado, el texto se hará público el viernes 24 de marzo en la Basílica de Guadalupe, durante una celebración religiosa que reunirá a la mayoría de los obispos. Además, se acordó que la siguiente asamblea plenaria del episcopado, la número 69, se efectuará del 1o. al 5 de mayo próximos, en la sede episcopal de Lago de Guadalupe.

El arzobispo Suárez Inda, a quien se le encargó la revisión de estilo, aclaró que aún cuando incluyeron múltiples adecuaciones al texto, éstas no modificaron sustancialmente la fuerza ni el sentido del documento. Insistió también en que para su elaboración, los obispos "no inventamos doctrinas nuevas", sino que se basaron en mucho en la exhortación apostólica Eclessia in America, entregado por el Papa en su visita a México, en enero de 1999.

Análisis histórico de México

Por su parte, el obispo Mario de Gasperín mencionó que el documento -el cual se llevó varios meses para su elaboración y en ocasiones hasta se habló de diferencia entre los obispos por sus diversos puntos de vista sobre la realidad del país- no parte de premisas políticas o sociales, sino de principios estrictamente teológicos.

De hecho, es una visión de la jerarquía católica nacional sobre el devenir histórico de México, pues va desde los orígenes y la formación de la nación, hasta los desafíos y problemas actuales del país, pasando por un análisis de la tarea de la Iglesia en nuestra sociedad.

Asimismo, De Gasperín consideró que la Iglesia "tiene el derecho de meterse en todo", pues "muchos de sus miembros", como son los laicos, no deben permanecer al margen de las realidades temporales que se viven. Suárez Inda, quien también es vocal del consejo de presidencia, dijo incluso que la Iglesia no sólo tiene el derecho de meterse en todo, sino también la "obligación" de hacerlo, siempre con un sentido de servicio y respeto.

Interrogado sobre las declaraciones del obispo titular de Tehuantepec, Arturo Lona, en el sentido de que las componendas con el sistema y los compadrazgos con el neoliberalismo son los que detienen la marcha de la Iglesia", De Gasperín titubeó en contestar. Dijo que hay opiniones "muy particulares, pero lo cierto, seguro y propio es el camino de la Iglesia, que es la defensa de la persona humana. Nuestra misión no es oponernos o aliarnos a alguien, sino enseñar el evangelio".

Además, confió en que el pueblo de México tiene la suficiente madurez para saber distinguir entre un "encuentro ocasional" de un obispo con los hombres del poder o del dinero y uno que se realice en forma intencional.