Lunes en la Ciencia, 24 de abril del 2000
šEUREKA!
Alta mortandad por tabaquismo
Si tiene un cigarro en la mano o pertenece a los mil 150 millones de fumadores del mundo que consumen un promedio de 14 cigarros por día, y no ha considerado hacer algo al respecto, tiene una amplia probabilidad de formar parte de los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asientan que casi 150 millones de personas morirán por esta causa en el primer cuarto de este siglo y 300 millones más en el segundo. La mitad de estas muertes ocurrirá en el grupo de edad de los 35 a los 69 años, es decir, perderán un promedio de 20 a 25 años de su vida.
Según el reporte de la salud mundial 1999 de la
OMS, no sólo los fumadores están en este amplio grupo de
riesgo, ya que la simple exposición al cigarro produce
problemas en la salud, como un alto riesgo de padecer cáncer de
pulmón, incidencia en el síndrome de muerte
súbita infantil, bajo peso al nacer, disminución en el
crecimiento intrauterino y enfermedades respiratorias en los
niños.
Entonces, Ƒpor qué en la mayoría de los países, los fumadores conservan sus mismos patrones de consumo? Las respuestas recaen en factores que involucran los beneficios económicos de las grandes compañías productoras de cigarros, la falta de regulaciones públicas sanitarias y suficientes políticas de información y prevención.
El informe resalta que los países en desarrollo se han convertido en el objetivo ideal de este mercado en expansión, ya que en las últimas décadas, beneficiados por los procesos de globalización, los fabricantes de cigarros han logrado incrementar la exportación de sus productos. Otra parte del documento apunta que 82 por ciento de las personas que fuman mucho pertenecen a estos países, como resultado, en parte, de los inadecuados controles del producto.
Además, la OMS advierte que los procesos de conducta y farmacológicos que determinan la adicción a la nicotina son similares a aquellos que lo hacen con otras drogas, como la heroína y la cocaína. Y aun cuando se considera que la adicción a la nicotina ya no es un gusto o una elección, afortunadamente, puede ser un proceso reversible. (Mirna Servín.)