LUNES 8 DE MAYO DE 2000

* Howard Zinn examina las alianzas entre sindicalistas, estudiantes y ecologistas


Emerge un nuevo movimiento social en EU

* Las protestas en Seattle y Washington son un signo del cambio, dice el historiador

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 7 de mayo * La emergente alianza entre sindicalistas, grupos estudiantiles y ambientalistas, que se evidenció en las manifestaciones en Seattle y Washington y que se extiende por las universidades, así como un nuevo dinamismo en las luchas laborales, marcan el inicio de lo que podría conformar un nuevo movimiento social en este país, consideró el historiador social Howard Zinn.

En medio de dos aniversarios ųel primero de mayo en memoria del movimiento laboral que comenzó en Chicago en 1886 y el 25 aniversario del fin de la guerra contra Vietnamų, Zinn sugirió que hay indicios alentadores sobre la expresión social en Estados Unidos.

"El movimiento laboral fue representado en Seattle de una manera que no se ha visto en cualquier gran movimiento social en este país durante los últimos 30 años", explicó el autor de A People's History of the United States (que ha vendido más de medio millón de ejemplares) y de varios trabajos más que son considerados la historia social definitiva estadunidense.

En entrevista con La Jornada, Zinn señaló en particular los cambios en la cúpula de la central obrera AFL-CIO que han conducido a un trabajo de organización más dinámico y, por otro lado, el crecimiento en el activismo estudiantil centrado en temas de derechos económicos. Esto, dijo, ofrece el potencial para un nuevo tipo de alianza. "Si ha de haber otro gran movimiento social en Estados Unidos, creo que tendrá que ser construido sobre asuntos de clase, de economía y de distribución de la riqueza".

Como historiador dedicado al estudio de los movimientos políticos y sociales de este país, Zinn es cauteloso para no exagerar el punto. "Actualmente, no existe en verdad una izquierda revolucionaria en Estados Unidos, de cualquier tamaño, en contraste con países en América Latina o Europa", advirtió. No obstante, en sus constantes giras por el país (Zinn es muy solicitado en las universidades, preparatorias y grupos sociales), el historiador y profesor emérito de Boston University indica que se nota un cambio en la dinámica social.

"Creo que toda la cuestión de los derechos laborales en este país, vinculado con el asunto de los derechos de los inmigrantes, se está convirtiendo en algo más importante", comentó. Señala que hay grupos activistas estudiantiles en más de 150 universidades estadunidenses dedicados a la lucha contra la mano de obra explotada en los llamados "talleres del sudor" (maquiladoras), y que esos estudiantes han estado dispuestos a ocupar edificios de la universidad y realizar huelgas de hambre para obligar a que sus universidades adopten una política de respeto de los derechos laborales ante todo contratista (particularmente empresas que surten ropa con el logo universitario o que tienen contratos con sus equipos deportivos). Pero el enfoque de los estudiantes no es sólo sobre las condiciones de los trabajadores en el Tercer Mundo, sino también para los trabajadores universitarios y otros sectores de Estados Unidos.

"En los 80, los estudiantes protestaban contra la intervención en Nicaragua, contra el apartheid en Sudáfrica. Ahora protestan por asuntos económicos, contra los talleres del sudor, a favor de los limpiadores y los trabajadores de mantenimiento y de servicios en las universidades", explicó Zinn. "Esto crea un gran potencial para una solidaridad de clase.

Señaló que esta creciente alianza entre un movimiento estudiantil en su mayoría blanco y de clase media, y el movimiento obrero, tiene cierta lógica en el contexto económico actual en el país. "La gran mayoría de estos estudiantes son de familias de clase media, pero éstas no son las que se han beneficiado del auge del mercado bursátil", apuntó. Además, dijo, históricamente los estudiantes han sido de los primeros sectores de la sociedad estadunidense que se enlaza más allá que con su posición de clase para desarrollar alianzas con otras fuerzas sociales, como en el caso de movimiento de los derechos civiles o en oposición a las guerras.

Por cierto, esta nueva alianza está vinculada de alguna manera con las experiencias sociales de los años 60 en este país. Zinn cree que parte de lo que promueve un renacimiento de expresiones sociales progresistas es el trabajo de personas que fueron activistas en los 60 y que ahora trabajan como periodistas, abogados o maestros, quienes introducen una perspectiva crítica a sus actividades profesionales.

"El ex presidente George Bush declaró que el 'síndrome de Vietnam' ųen referencia a la condición de desilusión con el país y sus políticasų fue 'enterrado en las arenas de la península de Arabia", recordó Zinn. Pero, añadió, Bush estaba equivocado, ya que la guerra contra Irak no revirtió la conciencia social que ha sido marcada por la guerra contra Vietnam.

"Viajo mucho por el país", comentó Zinn. En estos viajes, dice, se encuentra con muchos maestros, particularmente de prepa, formados en los años 60. "Aún son una minoría entre los maestros del país, pero están enseñando otra historia, otra versión de la política exterior estadunidense de la que se enseñaba hace 30 o 40 años". Estos maestros y otros como ellos ahora están acompañados con nuevas voces de desencanto con "el sistema", y con trabajadores industriales que han atestiguado la desaparición de decenas de miles de sus empleos con ingresos de clase media en los últimos anos.

"Encuentro que la gente está mucho más abierta a la idea de que el sistema político es corrupto y de la necesidad de una nueva forma de expresión política. Que el capitalismo básicamente no ha solucionado el problema de la justicia económica", comentó. "Tal vez no usen esas palabras, pero si es posible dar vueltas por este país presentando lo que en esencia son ideas anticapitalistas y la gente no está en desacuerdo".

ųPero Ƒdónde se manifiestan políticamente estas expresiones?

ųEse tipo de opinión pública no se registra en el sistema político aquí, porque no hay un espacio para hacerlo ųtodo lo que se tiene son los partidos Demócrata y Republicano. Por lo tanto, uno no puede deducir de los resultados electorales, ni de las campañas políticas, lo que la gente en verdad está pensando o a qué tipo de ideas podrían están abiertos.