Lunes en la Ciencia, 15 de mayo del 2000



Las incógnitas de la relación mente-cuerpo


Ƒ"Causas" biológicas de la conducta?

Benjamín Domínguez Trejo

Un conjunto de logros generados por la investigación en neurociencias ha revelado secretos trascendentales, entre ellos se encuentra el problema clásico de la relación mente-cuerpo. Pero continúa vigente un cuestionamiento primordial: ƑDe qué manera los procesos que denominamos mente emergen de la actividad del cerebro? El rumbo de este debate seguirá siendo incierto, multiplicando las dudas de cómo el cerebro genera procesos como las emociones, la memoria, la visión o el lenguaje (que a su vez forma parte de un proceso de mayor magnitud), la "mente consciente". Hasta hoy no se puede explicar cómo se toman las decisiones, ni cómo se produce la imaginación, y mucho menos es sostenible postular sólo cambios biológicos como "causas" de la conducta humana.

Feggo En 1998, los Proceedings of the National Academy of Sciences, sugirieron que algunos niños con THDA (trastorno hiperactivo por déficit de la atención) presentaban también anomalías cerebrales. El THDA se caracterizó por el funcionamiento atípico de la región estriada, debajo de la corteza del lóbulo frontal del cerebro. Los neuro-científicos recurren a este tipo de datos como evidencia de la prioridad de las causas biológicas, postulándolas incluso como una herramienta de diagnóstico, cada vez más en EU y en cierta medida en México se inclinan a pensar que se deben gastar cientos o miles de dólares para obtener tomografías cerebrales complejas de cada niño "sospechoso", con el fin de concluir lo que se puede establecer mediante una sencilla y barata observación de un clínico experimentado. Los investigadores de la Universidad de Stanford no deseaban actuar a partir del supuesto de que la imageonología cerebral sustituyera a la observación conductual, recurrieron a tomografías con Imágenes de Resonancia Magnética Funcionales (FMRI, por sus siglas en inglés), en un estudio con dos de los diez niños cuyo diagnóstico era de THDA que no cumplían con los criterios de FMRI para el THDA; más aún, tres de los nueve niños a los que no se les diagnosticó THDA, sí cumplían con los criterios de la FMRI.

La tendencia cultural de explicar rápido

Por lo tanto, a contracorriente de la "nota periodística" que difunden los reportajes de los medios de comunicación, estudios como estos no sólo fracasaron al averiguar las causas del THDA, tampoco han mejorado los procedimientos de diagnóstico.

Aparentemente, los investigadores pueden aprovechar la ingenuidad intelectual de los medios de comunicación y del público al dar a entender que "cualquier" correlato fisiológico prueba "la causa" biológica de la conducta, apoyados en la confianza que dan los fondos provenientes de compañías farmacéuticas multimillonarias y por la tendencia cultural para explicar todo rápido. El público se va inclinando a aceptar la concepción de que toda la psicopatología humana tiene como base una patología biológica, en vez de reconocer con claridad que la mente, el cerebro y la conducta comparten interconexiones irreducibles. La tendencia hacia tal reducción es perniciosa, y se le conoce como el "neo-dualismo científico" (Cartesiano).

La neuróloga Mary Coleman (1971) informó sobre los niveles del neurotransmisor conocido como serotonina en las muestras de sangre de 25 niños hiperactivos, ninguno de los cuales recibía tratamiento farmacológico en el momento en que se llevó a cabo el estudio. Esperaba obtener niveles menores de serotonina que el presentado por algunos niños del grupo de control. Sin embargo, los niveles resultaron más elevados que los que presentaban los niños hiperactivos, con excepción del caso de dos niños del grupo estudiado. ƑEs una evidencia de que el THDA es una enfermedad de origen biológico? Enmarcados en el dualismo cartesiano, en el que la mente y el cuerpo se consideran como entidades distintas, la respuesta es afirmativa. La razón estriba en que el reduccionismo biológico niega cualquier papel causal para los estados mentales o psicológicos. Por esta razón, el neo-dualismo trata de inmediato a la correlación entre el comportamiento y la bioquímica como prueba de que la hiperactividad tiene un origen por completo biológico y aún más, que en gran medida es probable que sea heredado.

Es posible que las anomalías fisiológicas causen hiperactividad, o que ambas variables se correlacionen entre sí, debido a que cada una de ellas refleja la historia del desarrollo del niño y también es probable que sea signo del ambiente psicosocial que lo rodea (muchas horas ante la televisión por día, maestros y padres que dan instrucciones contradictorias, mucha comida chatarra, etc.).

Baxter y sus colaboradores de la UCLA encontraron que tanto el fármaco antidepresivo: fluotexina hidroclorídrica (Prozac) y la terapia conductual, aun cuando se proporcionaran de forma independiente una de otra, redujeron ambas los problemas conductuales y también generaron cambios en el metabolismo de la glucosa. En otras palabras, la vivencia de la terapia psicológica puede modificar el metabolismo de la glucosa en la misma medida que un fármaco psicotrópico lo hace. En la misma dirección tanto la buferina (fármaco) como la analgesia hipnótica (técnica psicológica) pueden producir alivio del dolor crónico, Ƒcuál escoger y cuándo usarla?

Lo importante es vender

Las compañías farmacéuticas comercializan agresivamente sus productos y sostienen que la tristeza, la ansiedad y los estados emocionales similares se consideran enfermedades biológicas que necesitan tratamiento médico. De 1997 a 1998, en un anuncio de tres páginas impreso en revistas de consumo popular, el fabricante de fármacos Eli Lilly iniciaban un texto con la siguiente afirmación: "La depresión es una enfermedad de verdad con causas reales. Puede surgir debido a situaciones estresantes en la vida". Más adelante se hacía el cambio sutil cuando se equiparaba a la depresión con los niveles cerebrales de serotonina: "Hoy en día y con el fin de alcanzar los niveles normales de serotonina, en la mayoría de los casos los médicos recetan Prozac".

Serotonina y depresión

Hasta hoy, no se conoce una conexión directa entre los niveles de serotonina y la depresión. Por ejemplo, los efectos del Prozac sobre la serotonina son inmediatos, aunque los efectos clínicos del fármaco no aparecen sino hasta varios días o semanas más tarde. Es decir, los pacientes y sus familiares pueden llegar a percatarse del cambio emocional atribuible al Prozac hasta después. En un libro de Healy sobre el tema, se sugirió que muchas personas cuando compran el Prozac, en realidad compran la idea de que la depresión en sí misma es un simple trastorno cerebral, y no un indicador de su percepción asociada con su calidad de vida.

Cuando se encasilla a los problemas psicológicos en términos duales, en los que la biología es la causa única y no el efecto, y se les redefine como estados patológicos, se delimita radicalmente la forma en la que se comprenden, tratan y se previenen dichos problemas. Tomando en consideración la información científica disponible, la probabilidad de erradicar la depresión, la ansiedad, la hiperactividad, la impulsividad, la anorexia, el autismo, la preocupación compulsiva y la adicción, es bastante reducida, mientras se les continúe categorizando únicamente como desórdenes de origen biológico, así como también sólo se producirán esfuerzos decepcionantes tratando de prevenirlos, más que tratarlos una vez que ya han aparecido. No obstante, como lo ha demostrado el estudio de Mary Coleman, resultó suficiente para los niños hiperactivos pasar unas cuantas semanas más en ambientes novedosos para calmarlos. Igualmente, existe amplia evidencia de que se pueden prevenir o tratar otros problemas psicológicos mediante la modificación de las condiciones de vida de las personas que los padecen.

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El autor es investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM


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