MARTES 27 DE JUNIO DE 2000

* De cerro lagartijero al Guanajuato para los ricos


Real de Marfil, la ciudad ''alterna'' que planeó Fox

* Destinó una reserva ecológica para construir un complejo turístico

Juan Manuel Venegas, enviado, Guanajuato, Gto. * ''ƑY qué les preocupa? šSi es un pinche cerro lagartijero!''.

Con esa frase, el empresario Guillermo F. Smith defendió la decisión de su amigo, el gobernador panista de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, de poner a la venta entre 1998 y 1999, 269 hectáreas de la zona de Marfil (considerada reserva ecológica y patrimonio histórico de la región) para la construcción del complejo turístico, deportivo y residencial Real de Marfil.

Hoy, el mismo Smith es, además de presidente de la asociación Amigos de Fox en el estado, director general del proyecto. La mitad del cerro lagartijero, en tanto, fue vendido ya a la empresa estadunidense Venture, representada en México por Jorge Couttolenc Elvira.

No es el Nuevo Guanajuato o Guanajuato Siglo XXI al que aspiró en su interinato Carlos Medina Plascencia, el antecesor de Fox, que "soñó siempre con una nueva ciudad capital". No, lo que ahora vende el gobierno panista de la entidad ųliteralmenteų es el Guanajuato de y para los ricos.

La idea fue del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio; la reforzaron sus amigos ųlos empresarios de la entidadų y la desarrollarán, si la catástrofe electoral no los alcanza. Juan Carlos Romero Hicks ųactual candidato de Acción Nacional al gobierno de la entidadų y el grupo que lo rodea sólo espera que pase el 2 de julio para continuar el pretencioso proyecto.

Romero Hicks, siendo rector de la Universidad de Guanajuato, usó a la institución como ''pantalla'' o ''ancla'' para sustentar la millonaria inversión que se espera en Marfil. En acuerdo con su hermano José Luis, ex secretario de Finanzas del gobierno foxista, el ahora candidato participó en la siguiente estrategia:

Como el despegue del proyecto requiere de una fuerte inversión en infraestructura, el ex rector aceptó ''en donación'' un terreno en el centro de lo que será el nuevo Marfil para la construcción del campus de ciencias administrativas y sociales, así como oficinas de la administración universitaria. Ello ''obligó'' al gobierno estatal ųJosé Luis era el tesorero, claro estáų a autorizar los recursos públicos necesarios para la creación de esa infraestructura.

Además, curiosamente, apenas la universidad anunció el traslado de su escuela de ciencias administrativas, se recibió ųde parte de la iniciativa privadaų una donación ''inicial'' de 1.5 millones de dólares, para iniciar los trabajos de construcción.

Juan Carlos, de acuerdo con las encuestas estatales, se apunta para ganar la gubernatura el 2 de julio; José Luis, en tanto, se asume como ''representante de los vecinos de Marfil'' y, según se informó en círculos oficiales, desde que dejó el gobierno ųa finales del año pasadoų se convirtió en uno de los principales ''promotores oficiales'' de los terrenos de Marfil. Ambos son reconocidos por su estrecha cercanía con el candidato presidencial. Incluso, un sector del panismo guanajuatense habló de ''imposición''.

Por lo pronto, Smith, los Romero Hicks, Couttolenc y todos los interesados en que esto camine, lograron el desalojo de más de cien familias que se habían asentado, algunas de manera irregular, en el llamado cerro de Las Aguilas. Otras más, las ubicadas en Marfil bajo ųincluyendo los pudientes poseedores de residencias asentadas en los cascos de las ex haciendas del histórico lugarų tendrán que ceder a las necesidades del nuevo desarrollo. ''Si es necesario tendrán que ser expropiados sus terrenos'', se les anticipó.

Alcaldía o ''sociedad de capital variable''

El negocio inmobiliario en puerta de los amigos de Fox inició el primero de julio de 1997, cuando el ahora abanderado presidencial de la Alianza por el Cambio, emitió un decreto con el que se constituyó el Fideicomiso Promotor del Desarrollo Integral de Marfil (Fiprodima).

El decreto número 62 fue publicado en esa fecha por el Periódico Oficial del Estado. Estableció entre sus fines el ''rescate turístico y urbano'' de las ex haciendas mineras de Marfil y Cañada, de la Iglesia del municipio de Guanajuato, mientras que para la ''operación administrativa'' del fideicomiso, el gobierno asignó 5 millones de pesos.

José Luis Romero Hicks, entonces tesorero estatal, autorizó el presupuesto y parco ųsegún reportó la prensa local en aquellos díasų anunció que el Fiprodima compraría los terrenos privados que estuvieran dentro del área contemplada en el plan de rescate de Marfil.

La información se guardó en las altas esferas del gobierno de Fox. Empezaron los trascendidos sobre el Fiprodima, pero nada oficial. Los reporteros locales no recuerdan una sola conferencia de prensa en la que algún funcionario explicara el proyecto. Nadie explicó tampoco sobre la ausencia de la autoridad municipal en el fideicomiso, ni la guanajuato-reportaje-jpg falta de representación vecinal.

Fue hasta un año después cuando surgió nueva información. No fue gratuito: la primera etapa del proyecto Real de Marfil estaba caminando con la construcción del nuevo acceso carretero a la ciudad de Guanajuato. La explicación oficial fue que esta obra daría fluidez al tráfico vehicular, y así es efectivamente, pero la realidad ųse indica en los documentos en poder de este diarioų es que la ampliación asfáltica resultaba indispensable para ''comercializar'' los terrenos de lo que será el complejo residencial y hotelero de Real de Marfil.

La concesión del nuevo acceso vial fue otorgado a la empresa constructora de Guillermo Smith, quien coincidentemente fue nombrado por Fox presidente del Fiprodima. Actualmente, además, funge como director general del proyecto turístico Real de Marfil.

En diciembre de 1998, apareció la empresa Venture y su representante Jorge Couttolenc. Se supo entonces que Fiprodime había vendido ya ''a un grupo de inversionistas estadunidenses'' 126 hectáreas para la construcción de un campo de golf ''que siendo de tipo profesional contará con 18 hoyos''.

El club se extenderá hacia el Cerro de las Aguilas y, de acuerdo a la información proporcionada tanto por empresarios locales como por vecinos del lugar, ''buena parte del terreno que compraron los estadunidenses'' era propiedad de Guillermo Smith, desde hace varios años, quien se estaría convirtiendo en uno de los principales beneficiarios del proyecto foxiano del ''Guanajuato de los ricos''.

En tanto, la alcaldía de Guanajuato encabezada por el priísta Luis Felipe Luna Obregón ųque había sido marginada en la constitución del fideicomiso y del plan maestro Real de Marfilų, aceptó en octubre de 1999 su intervención en el proyecto y por acuerdo del cabildo se estableció que para efectos de colaborar en el rescate integral de Marfil actuará como ''sociedad de responsabilidad limitada de capital variable, cuyo objeto será la instrumentación y operación de un proyecto de desarrollo urbano, deportivo, comercial, de entretenimiento y turístico, de las haciendas mineras de Real de Marfil y Cañada de la Iglesia, de la ciudad de Guanajuato''.

Bajo esa ''figura jurídica'', la alcaldía de Guanajuato tendrá participación en la ''entidad operadora'' del proyecto de desarrollo que se especifica en el contrato celebrado entre Fiprodima y la empresa Venture, con fecha 25 de marzo de 1999.

En cuanto a la ''entidad operadora del proyecto'', se establece que su capital social será aportado en los siguientes porcentajes: Venture, 88 por ciento; municipio de Guanajuato, 8 por ciento, y estado de Guanajuato, 4 por ciento. Y es que, de acuerdo a la Coordinación de Turismo de la entidad, ''la empresa estadunidense no sólo adquirió los derechos para la construcción del campo de golf, sino que se encargará de la comercialización de los terrenos que se destinarán para la zona hotelera y residencial de Marfil''.

Fuentes gubernamentales aseguran que la participación de la alcaldía priísta de Guanajuato sólo se contempló hasta que, terminado el ''proyecto conceptual'' de Real de Marfil, se determinó que habría que modificar los usos del suelo, facultad que sólo corresponde, en este caso, al municipio.

Otra versión apunta a que el actual candidato del PRI a la presidencia municipal de Guanajuato tendría también interés en participar en el negocio inmobiliario en ciernes.

Ubicación de Marfil

Siguiendo la carretera de cuota Silao-Guanajuato, cuando ya se avizora la olla de la ciudad capital de esta entidad, se encuentra la cañada y pueblo de Marfil, que en las últimas décadas ha observado el mayor crecimiento demográfico de la región debido a la imposibilidad de crecer hacia el norte, colindante con la sierra de Guanajuato.

Históricamente, Marfil fue asentamiento de uno de los cuatro fortines o campamentos de tropas que se establecieron en la segunda mitad del siglo XVI por parte de los españoles para proteger la producción y explotación de la zona minera entonces descubierta. Los otros tres fueron el de Santa Fe, ubicado en las faldas del cerro del Cuarto, terrenos que hoy ocupan el centro de la ciudad; el de Santa Ana, en la actual población del mismo nombre, y el de Tepetapa. El de Santa Ana estaba destinado a ser cabecera de dichos fortines, sin embargo, el real de Santa Fe fue el más próspero y marcó el origen de Guanajuato (1554), tomándose como el más rico de la Nueva España.

Los cuatro reales de minas y Marfil, atractivo por su topografía (en las faldas de la cañada) y la cercanía al río Guanajuato, se convirtieron en el lugar preferido para la construcción de las grandes y más prósperas haciendas del lugar, alejadas, por lo demás del bullicio del crecimiento urbano.

Al pasar de los años, las ex haciendas de Santa Ana, Noria Alta, La Trinidad, San Juan Nepomuceno, Dolores de Barrera, Casas Blancas, Pánuco y La Purísima fueron recobradas por particulares, dividiendo los terrenos y construcciones para uso habitacional y aportando además para la remodelación y mantenimiento de la iglesia de Santiago.

Una novena construcción ubicada en el lugar, la de San Gabriel de Barrera, está ya dividida y cedió parte de su terreno a la cadena hotelera Mission Park.

La idea panista de una nueva ciudad

Guanajuato es gobernado por Acción Nacional desde septiembre de 1991, cuando Carlos Medina Plascencia, entonces alcalde de León, llegó de manera interina tras la cuestionada contienda protagonizada por el priísta Ramón Aguirre y Vicente Fox Quesada. Oficialmente, los resultados electorales de los comicios de aquel año dieron el triunfo al abanderado tricolor, pero las protestas del hombre ranchero de San Cristóbal obligaron a una negociación en la capital del país, en la que el presidente Carlos Salinas de Gortari cedió la gubernatura de la entidad al panismo.

Conocedor de los hilos finos de aquella negociación, Medina siempre supo que su interinato no sería corto (a Salinas no le interesaba una pronta solución al conflicto de poderes y a Fox tampoco le convenía una nueva contienda mientras el ex presidente fuera el árbitro). Así que a los pocos meses de iniciar su mandato, el ex corredor de autos programó entre sus acciones de gobierno fundar un nuevo Guanajuato.

Sobre 3 mil hectáreas ųa partir de la central de autobuses, siguiendo la ruta hacia Irapuatoų, el proyecto medinista contemplaba construir la nueva capital. Allá se hubieran trasladado los poderes estatales, según la idea del actual coordinador de los diputados del PAN.

El programa tuvo nombre; se mandaron hacer diversos estudios sobre usos de suelo, viabilidad geográfica y económica, y se ordenó imprimir diversos documentos que contenían y explicaban los proyectos conceptual y ejecutivo de la futura obra, que finalmente fracasó por las protestas ciudadanas promovidas por la organización ''Guanajuato, siempre capital'' y el escaso apoyo de los sectores intelectual y artístico del viejo Guanajuato.

El Congreso del estado tiene aún pendiente resolver sobre las cuentas de aquella iniciativa, en una investigación que se inició a propuesta de la diputación local del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

De cerro lagartijero a foxilandia

Menos pretencioso, con la sombra del fracaso medinista reflejado en las paredes del palacio de gobierno, Fox no tuvo como mandatario la idea de hacer una nueva capital, sino una ''pequeña ciudad alterna'' con capacidad para atraer el gran turismo y, según él, ''más y más inversiones'' al estado.

Así empezó a planearse lo que será el complejo Real de Marfil. Todo hasta ahora medio oculto, medio subterráneo. La información ha sido parcial, discreta y los funcionarios involucrados, sólo a solicitud expresa, se atreven a soltar algunos datos, por supuesto reveladores de las ''bondades'' de la expansión urbana.

En particular, el estudio de impacto ambiental del proyecto ųencargado con el aval de la Universidad de Guanajuatoų no se ha hecho público. Nadie sabe de él. En la Secretaría de Obras Públicas, se informó que la dependencia sólo participa en la parte de ''asesoría técnica''; la de Desarrollo Económico indicó que todo el proyecto ''está siendo revisado y supervisado por la coordinación de Turismo del estado'' y, finalmente, la titular de esta coordinación, Elizabeth Yáñez, se limitó a decir al respecto: ''tenemos listo el proyecto conceptual, pero el proyecto ejecutivo aún no lo tenemos''.

No checa, sin embargo, su afirmación, pues 124 hectáreas ya fueron cedidas a la empresa Venture para la construcción del campo de golf y en el documento que se proporcionó a los residentes de Marfil, se establecen ya los cambios al uso del suelo y la construcción de una planta tratadora de las aguas negras que lleva el río Guanajuato. Estas aguas se reciclarán y de acuerdo con el proyecto, serán vendidas a los concesionarios del campo de Golf para su uso.

La gente común y corriente poco o nada sabe de Real de Marfil. La más pobre ni siquiera sabe que se construirá un campo de Golf y un hotel de gran turismo. Desconocen que, eventualmente, podrían ser desalojadas si las necesidades del desarrollo lo demanda.

Sólo algunos de los propietarios de los terrenos de las ex haciendas conocen el programa. Pocos, los más interesados, cuentan ya con el anteproyecto de la ciudad paralela. Uno de ellos proporcionó a La Jornada el documento y ųsolicitando el anonimato, pues no sabe lo que vendráų reveló detalles de la posición oficial y la ''cerrazón'' que muestran los encargados de promover las ventajas del ''complejo turístico, deportivo y residencial''.

Cuenta que durante una reunión donde se plantearon algunas dudas sobre la viabilidad de Real de Marfil, el director del proyecto, Guillermo F. Smith Guerrero ųempresario de la construcción, promotor del complejo, sobre todo del campo de golfų llegó a decir que si no se explotaba esa zona, se estaría condenando a la ciudad a perder atractivo turístico, debido al crecimiento y fuerte inversión que reciben otros polos.

Las inquietudes de los habitantes de Marfil se concentraron en la escasez de agua que registra la ciudad y que cada vez se hace más grave; la destrucción de una región que está considerada reserva ecológica y la alteración del micro clima del lugar; la afectación de la pequeña y mediana economía local, y la situación de las familias que se han asentado en Marfil bajo.

La falta de agua ųse advirtió ahíų se agudizará con el campo de golf y el gran hotel que se pretende contruir; se afectará la flora y fauna del lugar, así como parte del patrimonio histórico de los guanajuatenses. Además ųse les expuso a los desarrolladoresų ''no se sostiene el argumento de que la intensión es rescatar las ex haciendas del lugar, porque hasta la fecha esa tarea ha correspondido a particulares, respetando su valor arquitectónico e histórico y adecuándose a la armonía visual que la ciudad debe conservar".

El gobierno ųcontinuó el informanteų ''nunca ha tenido participación ni ha mostrado interés por las construcciones de Marfil; ahora pretende vender la idea de la conservación del lugar, pero con la única intención de ocultar su verdadero proyecto inmobiliario''.

Los promotores del proyecto ųpor su parteų expusieron las ventajas de ''recuperar Marfil'' para fortalecer la actividad turística de la ciudad, en particular, y del estado en general. Pero lo que más se recuerda es la frase que empleó Smith para atajar los cuestionamientos ciudadanos:

ųBueno, Ƒy qué les preocupa? šsi es un pinche cerro lagartijero! Lo que estamos buscando es transformar, en beneficio de todos, la ciudad. De impulsar su crecimiento ordenado y atractivo para los visitantes.

Y efectivamente, en el proyecto ųdel cual La Jornada tiene una copiaų se fijan los argumentos:

''Tiene como propósito fundamental, la de proporcionar a la ciudad de Guanajuato la infraestructura necesaria que le permita obtener un crecimiento ordenado y eficiente, acorde a las necesidades que en este momento se requieren en la capital del estado.

''(...) Debido a que el crecimiento urbano de la ciudad ha sobrepasado por mucho las necesidades que en materia de servicios se tienen, el proyecto tiene contemplado la construcción de un nuevo acceso a la ciudad de Guanajuato (éste ya fue inaugurado por Fox en uno de sus últimos actos antes de dejar la gubernatura) que le permitirá agilizar el tránsito vehícular'' y las conexiones con las carreteras que conducen a León, Irapuato, Silao y San Miguel de Allende.

En cuanto a la zona ''turística de gran magnitud'' que se contempla levantar sobre ''la ribera del río Guanajuato'' (sus aguas son producto de las descargas domésticas provenientes del centro de la ciudad), se advierte que representa la ''meta principal'', pues con ello se pretende atraer al ''gran turismo nacional y extranjero''. Para ello se construirá un gran hotel de cinco estrellas, que colindará con el terreno que se destinará al campo de golf de 18 hoyos.

La coordinadora de Turismo, asegura que, una vez lista la nueva infraestructura, Guanajuato quedará como ''una ciudad de primer mundo, šlista para competir con Toledo y Florencia...!''.

La nueva capital

De acuerdo al plan maestro o proyecto conceptual aprobado por el consejo técnico del Fideicomiso Promotor del Desarrollo Integral de Marfil, el nuevo Guanajuato tendrá las siguientes características:

Hotel de gran turismo: se desarrollará en la porción central del predio (en sentido norte-sur) y contará con vínculo directo al nuevo acceso vial a Guanajuato. Se desarrollará sobre una superficie aproximada de 29 hectáreas (29 mil metros cuadrados). Tendrá una capacidad total de 232 cuartos.

Villas: la definición de áreas para el establecimiento de villas considera una superficie aproximada de 46.66 hectáreas (17.61 por ciento de la superficie total del predio) divididas en 44 lotes cuyas extensiones varían de entre 4 mil 500 metros y hasta 18 mil metros cuadrados. Se localizarán a lo largo del nuevo Marfil en su porción central (sentido oriente-poniente). El total de viviendas de este tipo a desarrollar es de 933.

Vivienda residencial: los espacios habitacionales se concentran en el interior del predio y cubren una superficie aproximada de 52.32 hectáreas en 654 lotes, cuya superficie varía entre los 800 metros y los mil 200 metros cuadrados.

Zona comercial: contará con una casa club, a la que se le destinará una superficie de 2 mil 600 metros cuadrados, así como con un centro deportivo y social, al que corresponderá una área de 4 mil 500 metros cuadrados.

Club de golf: constituye el elemento central del proyecto y cuenta con un total de 18 hoyos y un tiro de práctica distribuidos a todo lo largo del predio (preferentemente en las áreas perimetrales). La superficie aproximada del campo es de 124 hectáreas, que representan el 46.79 por ciento del total del predio y contempla la definición de zonas arboladas y dos lagos artificiales.

De acuerdo a las etapas en que se divide el proyecto, la construcción de todo este complejo hotelero, deportivo, comercial y residencial terminará en el año 2009.