MARTES 4 DE JULIO DE 2000

* Vialidades poco transitadas y comercios semivacíos, la constante


Inusual calma en la ciudad

* Habitantes habrían realizado un Sanlunes poselectoral, tras los agitados meses de contienda

Susana González G. * Lunes de inusual tranquilidad en la ciudad de México. Un día después de haberse celebrado las elecciones federales y locales más competidas en la historia nacional, la capital del país registró poco tráfico vehicular, comercios y restaurantes lucieron semivacíos y aún en zonas tradicionalmente concurridas como el centro no se notó mucha gente, pero eso sí, los periódicos se agotaron desde las primeras horas de la mañana.

Los síntomas del San Lunes poselectoral se extendieron por todo el Distrito Federal porque a pesar de ser un día hábil, desde temprano se extrañaron los constantes embotellamientos y percances viales que padece cotidianamente la urbe.

Según la Dirección General de Control de Tránsito (DGCT), por lo menos 20 por ciento de los más de cinco millones de automotores que circulan a diario en el Distrito Federal no lo hicieron ayer, lo que se tradujo en una circulación ágil por las principales arterias y la reducción en los tiempos de traslado.

No hubo tampoco tráileres o camiones de carga pesada atorados en los pasos a desnivel del Viaducto o que invadieran los carriles centrales del Periférico, ni microbuses o taxis volcados por exceso de velocidad.

Incluso faltaron las marchas y protestas cotidianas en el primer cuadro de la ciudad, con excepción de un plantón al mediodía de comerciantes ambulantes frente a la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que causó problemas mínimos a la vialidad al grado de que la policía ni siquiera lo registró.

Ese ambiente, que trajo consigo un silencio poco común por la falta de claxonazos pero sazonado con los comentarios que la gente hacía en cualquier ámbito sobre los resultados electorales, se extendió hasta el anochecer. Así, a las 20:00 horas ųhora de salida de miles de oficinistas y trabajadoresų pocos automóviles circulaban en avenidas como Ejército Nacional, Paseo de la Reforma, Thiers, Circuito Interior o Mariano Escobedo.

La fisonomía de la ciudad también se modificó para dejar atrás la larga contienda electoral: limpio, con el pasto recién podado y sin rastros de que un día antes hubiera sido escenario del festejo electoral panista, lució el monumento al Angel de la Independencia.

De su glorieta desaparecieron los grandes carteles propagandísticos del PRI y de su candidato presidencial, Francisco Labastida Ochoa. Y lo mismo ocurrió con otros rostros y nombres que fueron quitados de las calles céntricas y los camellones de Paseo de la Reforma, donde sólo quedaron los carteles pegados a los postes y las pintas en muros.

Si bien los lunes son "flojos" en cuanto a actividad comercial y de entretenimiento, lo mismo las taquerías instaladas en las inmediaciones de estaciones del Metro que restaurantes de cadena lo sufrieron más durante la víspera, puesto que pocos parroquianos acudieron a comer. En la zona comercial de Polanco meseros y valet parking se aburrían en espera de clientes.

Los comerciantes ambulantes instalaron como cualquier otro día sus puestos tubulares pero levantaron su mercancía a temprana hora.

La gente salió a trabajar pero por alguna razón no abarrotó microbuses o autobuses y cerca de las nueve de la noche Insurgentes Norte y Circuito Interior lucía casi vacío en sentido norte-sur, aunque otra situación presentaba la dirección contraria. Era la hora pico del atardecer, en la que miles de personas se trasladan en el Metro hacia los suburbios mexiquenses, pero los vagones y terminales expulsaban menos gente.

Para el primer superintendente Roberto Velázquez Olazábal, director de Control de Tránsito, el descenso del tráfico vehicular es atribuible a que muchas escuelas privadas dieron por concluidos los cursos desde la semana pasada, a pesar de que oficialmente faltan unos días más para que finalice el ciclo escolar fijado por la Secretaría de Educación Pública.

No obstante, hasta en las escuelas hubo poco movimiento porque, por ejemplo, apenas unos cuantos alumnos del IPN, que se rige por el calendario de la SEP, requirieron el servicio de fotocopiado de los locales cercanos a Zacatenco, en contraste con las largas filas que se registran otros días.

Vázquez Olazábal indicó que por encima del lunes, los días más conflictivos para la ciudad en cuanto a tráfico son los viernes y sábados, principalmente donde se concentran centros de diversión, aunque la mayor parte de los accidentes ocurren entre las 7 y 9 de la mañana de los días hábiles, pero ayer hasta esos brillaron por su ausencia.

Tampoco fue un día de gran actividad policiaca, pero no estuvo carente de hechos delictivos dado que durante la primera parte del día se produjeron tres robos, uno de ellos contra una camioneta de valores y el deceso de un albañil que murió al caer de la obra en que trabajaba.

En la SSP los diferentes agrupamientos de policía volvieron a sus horarios normales, mientras que el reporte de ayer de los grupos especializados de la dependencia indicaron que el saldo fue blanco.