El
trasnochado acuerdo de esta supuesta mesa de diálogo sólo
vuelve a hacer desaparecer a los desaparecidos, vuelve a asesinar a
los ejecutados, a torturar a los ex presos políticos; vuelve
a poner en primer lugar los pequeños intereses de algunos por
sobre el de la mayoría de la sociedad que requiere verdad y justicia
para crecer sana nuevamente.
... ¿Quieren saber dónde están los desaparecidos?
Pregúntenle a Miguel Krassnoff Martchenko, que sigue trabajando
en el Hotel Militar en Manuel Montt con Providencia. Pregúntenle
al doctor Alejandro Forero Alvarez, que sigue atendiendo en la Clínica
Indisa. Pregúntenle a Emilio Sajuria Alvear, que sigue en el
departamento jurídico de Telefónica. Pregúntenle
al desaforado Pinochet y al reo Manuel Contreras, a Espinoza y José
Zará, a Cristoph Willike y Odlanier Mena. Júzguenlos y
sabrán dónde están, qué hicieron con los
cuerpos, sabrán cómo torturaron y ejecutaron a cientos
de chilenos.
¡Eso es lo que están negociando, encopetados señores!.
Por eso no le firmamos nada a nadie, seguimos acá y repetimos
con fuerza:
Para los torturadores y asesinos ¡Ni perdón ni olvido!
Si no hay justicia ¡Hay FUNA! (*)
(*) se les llama FUNA en Chile y ESCRACHE en Argentina a los mítines
que realizan los hijos de desaparecidos políticos afuera de los
domicilios de criminales y torturadores con el objetivo de exhibirlos
ante la ciudadanía y sus vecinos.
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