LUNES 7 DE AGOSTO DE 2000

* Exponen 24 obras del pintor y libros que ilustró


Gironella y otros rebeldes dialogan en un recinto oficial

* La muestra "es muy conmovedora", expresa Vicente Rojo

Merry Mac Masters * La irreverencia y la rebeldía de Alberto Gironella siguen de manifiesto. A partir de ayer la obra y los libros que ilustró o que fueron dedicados a la persona del genial pintor "dialogan" desde un palacio de gobierno.

En su primer aniversario luctuoso, cumplido el 2 de agosto, no deja de ser paradójico que para recordar a Gironella se haya escogido obra que habla de los homenajes hechos a otros artistas y personajes "igualmente heterodoxos, disidentes y rebeldes, quienes mantuvieron una fe en el arte y el espíritu, con la que hoy debemos de convivir". Además, es "un gran ejemplo, una gran educación", sobre todo en un espacio como éste, aseguró Conrado Tostado, director del Museo de la Ciudad de México, instancia organizadora, durante la apertura de la exposición Los diálogos de Alberto Gironella, ayer, en el edificio del Antiguo Ayuntamiento.

Emiliano Gironella Parra opinó que a su padre le hubiera gustado la muestra de 24 obras y 23 libros, fotografías y objetos diversos. Subrayó el hecho de poner, en un sitio como ése, "a las personas que se han... pues, sí, se tiene que decir, burlado y mofado en su época del poder y de las instituciones, como es el movimiento surrealista, como son Madonna, Buñuel, Ramón Gómez de la Serna y la gente aquí representada".

Agregó: "Esperemos que éste sea un paso para educar a la clase política mexicana al traer la cultura a sus lugares de trabajo". Lo acompañó en el acto su medio hermano Alberto Gironella Treviño, que llevaba en brazos a "Alberto IV".

La máscara mortuoria y la manos en bronce de Gironella (1929-1999) reciben al visitante al pie de la escalera que conduce al segundo nivel del Antiguo Ayuntamiento. Arriba, la muestra se ha apoderado de la parte central de los pasillos. La obra es diversa e imponente.

En las vitrinas, los libros dedicados conviven con latas, botellas, corcholatas, paletas y pinceles, y hay una especial para las revistas "personales" sobre la cantante Madonna. Miradas intensas y desafiantes confrontan al espectador desde la obra que las inmortaliza. Literalmente, se ha traído "hasta el perico" de la casa del artista en Valle de Bravo, como bien se puede ver en una pared final, donde una gran cabeza de toro domina un collage gironellesco.

"Es muy conmovedora la exposición", comentó el artista Vicente Rojo, quien acudió con su esposa, Albita.

Primero, se pensó en sólo presentar los libros. Si la muestra "creció" fue con el afán de ilustrar mejor el diálogo de Alberto Gironella con otras sensibilidades, no sólo sus contemporáneos, sino de otras épocas, como Nietzsche, explicó su curador, Antonio Calera Grobet. Mientras que en algunos casos hay una relación entre libro y obra plástica, en otros los dialogantes se quedaron solamente con su libro, por ejemplo, Juan Rulfo, Salvador Elizondo y Pierre Alechinsky. Por cuestiones museográficas hubo que dejar fuera un Zapata de 1957 que, según Emiliano Gironella, es el primero que haya pintado su padre.

Actualmente, la investigadora Sylvia Navarrete organiza el archivo dejado por Alberto Gironella, que se remonta a los años cincuenta y comprende material hemerográfico, invitaciones, catálogos, correspondencia y fotografías. Es un proyecto apoyado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, que aportó 100 mil pesos para su realización. Navarrete espera terminarlo para fines de este año.

(Los diálogos de Alberto Gironella se puede ver hasta el 30 de agosto en el Antiguo Ayuntamiento, Plaza de la Constitución 2, Centro Histórico. El 11 de septiembre, la exposición será inaugurada en el campus estado de México del Tecnológico de Monterrey)