LUNES 14 DE AGOSTO DE 2000

Ť Queremos acabar con estereotipos y cambiar actitudes, dicen organizadores


En Sydney preparan para el 2002 los VI Juegos Gays

Ť Tiene similitudes con las Olimpiadas Ť Intervendrán 14 mil deportistas homosexuales

Reuters, Sydney, 13 de agosto Ť Esta ciudad se convertirá en la capital del deporte mundial de heterosexuales y homosexuales, pues además los Juegos Olímpicos que se realizarán en septiembre próximo, será también sede de los sextos Juegos Gays en noviembre de 2002.

Existen algunas comparaciones entre los dos acontecimientos. Ambos tienen ceremonias de apertura y de clausura, y muchas de las especialidades deportivas se desarrollarán en las mismas instalaciones.

Asimismo, se harán pruebas antidopaje al azar. Pero en vez de 10 mil atletas en las olimpiadas, serán 14 mil en los Juegos Gays.

El baile de salón no se encuentra en el programa olímpico que comenzará el 15 de septiembre, pero será un lujo de los Juegos Gays que se celebrarán a partir del 2 de noviembre del 2002 y durarán una semana.

"No hay nada más sexy que ver a dos mujeres o a dos hombres bailando juntos", dijo Stuart Borrie, director deportivo de los Juegos Gays. "Esto es una declaración muy política y poderosa y es un gran modelo para adolescentes en las escuelas que tienen una actitud negativa hacia los homosexuales".

La comunidad gay de Sydney, conocida por su colorido desfile anual del Mardi Gras, obtuvo el derecho a organizar en 1997 la justa del 2002 en su tercer intento por ser anfitriona.

"Creo que ayudó el hecho de que Sydney sea la sede de los Juegos Olímpicos, ya que se cuenta con instalaciones modernísimas aquí", expresó la ciclista Kate Rowe, medalla de oro en los Juegos Gays.

La competencia, que pretende un equilibrio de participantes varones y mujeres, será el sexto de los Juegos Gays, cuyo último encuentro se realizó en Amsterdam en 1998. Los primeros se efectuaron en San Francisco, en 1982, con la participación de mil 350 deportistas en 11 disciplinas. Desde entonces se prohibió el uso de la palabra "olímpicos" en su título.

"Queremos mostrar que los gays son masculinos, fuertes, acabar con esos estereotipos y cambiar las actitudes. Se trata de hacerse visible y hacer que la gente cuestione sus ideas de lo que significa ser gay y quienes lo son", manifestó Borrie y agregó que no podía dar una cifra sobre el número de competidores en las olimpiadas, pero que esperaba que algunos se presentaran y unieran tras las pruebas de septiembre. "Los atletas se muestran muy nerviosos en admitir que son gays, mientras participan en un acontecimiento de tal envergadura", dijo.

La comunidad gay de Sydney ha logrado pasos importantes en ser aceptada en la década pasada y la ciudad ahora se conoce como uno de los centros más importantes de gays y lesbianas junto con San Francisco, Nueva York y Londres.

Se atribuye a ello la popularidad del Mardi Gras, que comenzó en 1978 como una pequeña manifestación de protesta, pero que se convirtió en un gran desfile que atrae a 700 mil espectadores y más de 200 barcos.

"Ha sido una larga lucha y aunque todavía no es perfecta, Sydney ahora es increíblemente tolerante", dijo Rowe, quien se pasó tres días en la cárcel al rehusar pagar una multa por tomar parte en el primer Mardi Gras.

La aceptación de la comunidad gay ha dejado su marca en Sydney, tanto económica como social, atrayendo a gays y lesbianas de todo el mundo.