LUNES 21 DE AGOSTO DE 2000

* El submarino, inundado; imposible abrir las escotillas


Confirman buzos noruegos que la proa del Kursk está destrozada

* Aseguran que hay aire en uno de los compartimentos de socorro

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 20 de agosto * Todo parece indicar que ya no hay nada que hacer, salvo intentar sacar los cuerpos sin vida de los 118 miembros de la tripulación del submarino nuclear Kursk, orgullo de la flota rusa, que se fue a pique el pasado 12 de agosto a consecuencia de dos explosiones sucesivas cuyas causas aún se ignoran.

Los buzos noruegos confirmaron este domingo que la proa de la nave está destrozada y las escotillas se deformaron a tal grado que fue imposible abrirlas, al tiempo que Rusia solicitó oficialmente la intervención del minisubmarino británico LR-5, aunque aún no se ha confirmado la hora de sumersión.

A pesar de que lograron desatornillar la válvula de la escotilla exterior con grandes tenazas hidráulicas, fracasaron todos los intentos de levantar la tapa para acceder a la cámara intermedia donde están los manómetros, que podrían servir de indicadores de indicios de vida en el interior de los distintos compartimentos de la nave.

Los severos daños en el casco del Kursk, ocasionados por las explosiones, inundaron prácticamente todo el submarino. La exploración realizada por los buzos, con ayuda de sofisticados equipos de ultrasonido y golpes de martillo en la parte de popa, la cual no muestra daños exteriores, permitieron intuir la presencia de agua en todos los compartimentos y sólo en dos ųel séptimo y el octavoų se estima que podría haber algunas bolsas de aire.

Ocho días después del hundimiento, y dado el estado de destrucción que presenta el submarino ruso, las posibilidades de encontrar a alguien con vida se reducen a cero, en opinión de los expertos.

No obstante, la televisión local, entremezclando amarillismo y fe de que ocurrirá un milagro, alienta expectativas de que podría haber todavía sobrevivientes de la tragedia.

De este modo, el canal de televisión del Estado RTR, el único autorizado a transmitir en directo desde el crucero nuclear Piotr Veliki en la zona del desastre, difundió hoy la versión de que los buzos noruegos detectaron a una persona, "sin poder precisar si está viva o muerta", debajo de la escotilla exterior. Esto dio pie a un extenso relato, sin más sustento que la imaginación del reportero ruso, de cómo algún tripulante habría intentado abrirla desesperadamente.

La versión, poco después, fue desmentida por John Espen Lien, vocero del mando militar noruego, quien declaró: "No, nuestros buzos no encontraron a ninguna persona".

Al aclarar una confusión, Lien probablemente originó otra al afirmar que "uno de los compartimentos estancos de socorro está intacto y también hay aire, lo que es positivo, pues significa que no está lleno de agua".

El problema, según los especialistas, es que dicho compartimento está alejado de la popa, la única zona donde hubo sobrevivientes los primeros días y los pudo haber teóricamente hasta el pasado sábado.

Además, la misión de los buzos nunca ha sido entrar a la nave, algo prácticamente descartado por sus voluminosas escafandras especiales, aunque a riesgo de su propia vida quizá lo intenten este lunes algunos voluntarios, si se encuentra la manera de levantar la tapa de la escotilla.

Los buzos debían explorar el estado del Kursk para determinar si tiene sentido utilizar el minisumergible británico LR-5 y, en su caso, contribuir a acoplarlo. El viceprimer ministro ruso Ilia Klebanov, tras sacar conclusiones a partir de los reportes de los buzos noruegos, dijo hoy que "el LR-5 tiene muy pocas posibilidades de acoplarse debido a que la escotilla de popa, la única que podría utilizarse para entrar en el submarino, está dañada por una fisura y con deformaciones".

Ante ese panorama, hacia las diez de la noche de este domingo, se decidió detener las inmersiones de los buzos noruegos, hasta que se encuentre la forma de levantar la escotilla del Kursk. La primera opción, usar una grúa especial de uno de los navíos noruegos, fue descartada y todavía no se sabe qué emprender.

En tanto, varios buzos noruegos fueron trasladados en helicóptero a la base naval de Severomorsk para entrenar un eventual ingreso al Kursk a través de una escotilla no dañada de un submarino de similares características.

El naufragio de Putin

La atención de millones de rusos, pegados literalmente a las pantallas de su televisor en espera de noticias, tiene como eje ya durante varios días la tragedia del Kursk y muchos siguen sin explicarse por qué el presidente Vladimir Putin no ha viajado todavía a Severomorsk.

A propósito de una reunión en el Kremlin con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa, Aleksi II, Putin se limitó este domingo a pronunciar unas sentidas palabras, que en nada conmovieron a sus compatriotas, que le reclaman indiferencia y pasividad ante la tragedia.

"Todos nosotros, con dolor en el corazón, y no creo exagerar, con lágrimas, seguimos los acontecimientos en el Mar de Barents", dijo Putin, y agregó que "lamentablemente, los sucesos a veces se desarrollan contra nuestra voluntad".

Prometió a los familiares de los tripulantes del submarino todo el "apoyo moral y material del Estado". En efecto, los familiares que ya se encuentran en Severomorsk recibieron hoy una primera ayuda material: mil rublos, el equivalente a 330 pesos mexicanos.