Lunes en la Ciencia, 4 de septiembre del 2000



ƑEstamos en el máximo?

Antonio Sánchez Ibarra

Observar el Sol en estos días, con las debidas precauciones al utilizar binoculares o un telescopio, significa ver un disco lleno de zonas oscuras en lo que posiblemente sea ya la etapa máxima del ciclo de manchas solares, que tiene una periodicidad cercana a los 11 años.

Ciertamente, el momento del máximo lo conocemos varios meses después de ocurrido, ya que se requiere evaluar muchas observaciones de registro y conteo de manchas solares. Lo seguro, al menos, es que estamos en una época excepcional en cuanto a número de manchas sobre el disco solar.

maximo bn Este ciclo, descubierto por Schwabe, ha sido observado desde 1700. Significa que el número de manchas solares, aparentemente caótico y altamente variable si uno está observando día a día, tiene un ciclo muy regular cercano a los 11 años. Por ejemplo, el ciclo anterior, marcado con el número 22, inició en 1986, tuvo su máximo en 1989 y finalizó en 1996, iniciándose así el ciclo número 23 que observamos actualmente.

Durante las épocas del mínimo puede transcurrir hasta un mes sin tener la presencia de manchas solares, como se dio en octubre de 1996. En cambio, durante el máximo es posible contabilizar hasta 200 manchas solares individuales asociadas hasta con 15 grupos diferentes.

Las manchas son regiones de flujo de un campo magnético muy intenso, resultado de las corrientes de plasma que se mueven en la zona de convección, la capa inmediatamente inferior a la fotosfera que vemos directamente como disco solar.

Tales corrientes frenan el movimiento de material en la fotosfera, ocasionando un descenso en la temperatura de esta. La variación de 6 mil 50 a 4 mil 200 grados Kelvin es suficiente para que tales regiones de flujo magnético se vean oscuras en contraste con el resto de la fotosfera.

Desde la época de Galileo, las manchas solares han sido la manifestación máss evidente de la actividad de nuestra estrella y hasta hace poco tiempo el ciclo de 11 años era considerado el periodo de actividad solar fundamental.

Sin embargo, aunque muchos fenómenos ocurren en asociación con este ciclo, actualmente se tiene cuidado en subrayarlo como el periodo de actividad de manchas, existiendo un ciclo mayor, del orden de 18 años, que incluye otros tipos de actividad más sutil.

Aunque son muchos los pronósticos que se elaboran sobre el nivel de actividad del próximo ciclo, el presente no muestra un excedente de la misma, como se había supuesto anteriormente. De hecho, este ciclo podría ser uno de los menos intensos en los últimos 30 años.

De cualquier forma, los próximos meses nuestro planeta, principalmente en cuanto a comunicaciones y estabilidad del campo magnético, sentirá los efectos de este ciclo ante las ráfagas solares y expulsiones de masa coronal que contribuyen a la presencia de coronas boreales, interferencia en las comunicaciones de onda corta y riesgos para las naves que se encuentran en órbita de la Tierra.

El autor es responsable del área de astronomía del Centro de Investigación en Física de la Universidad de Sonora

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