Mujer ante el espejo
La manera de peinarte desnuda
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Canción de febrero
Sobre
el pecho del cielo, palpitando
Jaime Gil de Biedma
contigo hacia el crepúsculo y las horas empiezan a doler en los distantes repliegues de la sábana. De pronto la noche ha regresado y es difícil no pensar en tu boca momentánea o en las altas comarcas de tu cuerpo en lienzos de algodón en alabanza. Ahora que no estás, vuelvo a mirar el rayo que dividen tus pestañas y el estremecimiento de tu espalda moldeándome los brazos, la sonrisa de tu sexo en los vértigos del labio, el instante fluvial de tu alegría. A lo lejos respira el mar, asciende la blanda superficie su clausura bajo un raso de líquidos cristales. La noche sin tu piel crece más honda por las calles donde asperjas la lluvia. En silencio te recuerdo, muchacha, con las últimas brasas que se apagan contra el pecho del cielo, palpitando. |