LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Incumplen industriales decreto cañero del 91


En riesgo de desaparecer, un tercio de los ingenios del país

Ť La carta Kantor-Serra Puche, otra traba, dicen sindicatos

Rosa Rojas, enviada, Hueyapan, Ver., 17 de septiembre Ť El temor de los cañeros mexicanos, ante el peligro real de desaparición de ingenios por la crisis que vive la industria azucarera nacional, se cristaliza en el ingenio Cuatotolapan, que cerró el pasado 5 de julio. Por ello hay depresión económica y sicológica en el municipio de Hueyapan, donde se localiza, y los de Acayucan, Los Tuxtlas, San Andrés y Catemaco.

En pleno centro del pueblo de 15 mil habitantes, oficialmente denominado Juan Díaz Covarrubias, las tripas oxidadas del ingenio -donde ahora sólo hay personal de vigilancia y unas 13 mil toneladas de azúcar almacenadas- dominan la pequeña plaza.

Del trabajo en este complejo dependen directamente 5 mil familias de la región. Suman 2 mil 200 los productores de caña, más los obreros -381 activos y 282 jubilados-, personal de confianza, cortadores de caña -la mayoría indígenas zoque-popolucas, que viven en áreas rurales-, y transportistas. El resto de la economía, que ahora languidece, gira en torno de las derramas de la agroindustria azucarera.

Hay otros 60 ingenios en el país en cuyas zonas de influencia son la principal fuente de empleo regional. De la siembra, corte, alza, acarreo e industrialización de la caña dulce, rama industrial considerada por los regímenes emanados de la Revolución, incluso los neoliberales, como "de interés público", dependen 160 mil campesinos cañeros, 45 mil obreros y otras cien mil personas, entre cortadores y transportistas, personal de confianza y jubilados. Más de 2 millones de personas dependen directamente de esta actividad.

No hay que olvidar que el movimiento zapatista en Morelos se originó en contra de las condiciones de trabajo en las haciendas azucareras, señaló José Cruz, asesor de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar (UNPCA), de la CNC.

Según estudios de esa organización y de diversos especialistas, por lo menos 22 de esos ingenios están en riesgo de cerrar a causa del desplazamiento del azúcar por jarabe de alta fructosa -600 mil toneladas al año- por parte de la industria refresquera, lo que traería inestabilidad social por la pérdida de más de 110 mil empleos directos en Veracruz, Tabasco, Campeche, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla y Sinaloa, de los que dependen más de 651 mil personas.

Este poblado se localiza a unos 30 kilómetros de Catemaco. Desde la ciudad de México se hacen unas tres horas hasta Córdoba, y otras tres horas de ahí -por la autopista a Minatitlán- hasta el ingenio, ubicado al final de la ruta de los ingenios de la cuenca del Papaloapan: El Carmen y San Miguelito, a las orillas de Córdoba, Potrero y El Progreso, por un lado, y luego San José de Abajo, Providencia, Motzorongo, Constancia, El Refugio, La Margarita, Tres Valles, San Cristóbal, San Pedro, San Francisco y Cuatotolapan.

En estos días en el aire hay un olor a lodo podrido. Las principales calles del pueblo están abiertas "en canal", como ocurre con varios poblados de la región -incluyendo la ciudad de Córdoba- porque al parecer al final del ciclo municipal los ayuntamientos adquirieron un furor por realizar obras, que se manifiesta en múltiples zanjas abiertas y lodazales que las copiosas lluvias y el calor fermentan rápidamente.

Rumbo a las maquiladoras

Aquí dos datos hablan de la crisis que se vive: uno, las siete personas que mataban res a diario para la venta de la carne se han tenido que poner de acuerdo para hacerlo cada tercer día, pues no hay ingresos y ha bajado el consumo. El otro, cada jueves salen dos autobuses de pasajeros con unos 60 aspirantes a trabajar en las maquiladoras de Ciudad Juárez o Tijuana. Hay tres empresas en este pueblo que se dedican al "enganche", pero en la región hay más, según cuenta la gente. Por lo menos localizamos en las inmediaciones del ingenio El Potrero los volantes de otra, anunciando sus servicios.

Frente a la oficina de la UNPCA-CNC, ubicada en la contraesquina del ingenio Cuatotolapan, este jueves, como tantos otros, el autobús de la empresa Ebenezer aguardaba la llegada del pasaje. El local donde se expenden los boletos luce una manta: "Viajes turísticos Ebenezer. Viajes a Ciudad Juárez, Chihuahua. Colocación inmediata". A unas cuatro calles está el local de Enlaces Turísticos Nacionales, que ofrece salidas a ese mismo destino todos los jueves y sábados a las cuatro de la tarde. Ahí informaron que hay otra empresa en el pueblo que también da ese servicio.

A las tres de la tarde la señora Rosa Icela, una mujer bajita, rechoncha, de unos 40 años, fue a despedir a su hijo de 16, que iba a reunirse con su padre, quien vive desde hace dos meses, desde que se cerró el ingenio, en Ciudad Juárez. " El era obrero y lo liquidaron hace dos años. Pagan 650 pesos por el viaje y ya llevan contrato en una maquiladora haciendo arbolitos navideños".

La señora, apretándose las manos y con un esbozo de sonrisa que era más una mueca de angustia, comentó que ella estaba pensando irse también, pero ya no pudo porque empezaron las clases, y las niñas -una de 15 y otra como de 12 años- tienen que ir a la escuela. Así pues, se va el muchacho. Ese día entre los pasajeros iban otros cinco del pueblo. Al partir el autobús, llamó a las chicas: "Vámonos hijas, ya nos quedamos solitas".

El encargado de la oficina de Ebenezer informó que también hacen viajes a Tijuana. Para allá cobran 3 mil 500 pesos el pasaje y tardan tres días en llegar, "pero van directo, sin tener que transbordar. Llevan asegurado el trabajo y nosotros los apoyamos diez días con alojamiento en literas. Después les ayudamos a alquilar un cuarto".

Dijo no saber cuánto pagan las maquiladoras y negó que la empresa cobre alguna comisión por contratar a los trabajadores. Al preguntársele a cuenta de qué va ese apoyo de diez días de alojamiento, explicó: "Es que en las maquiladoras la primera semana de raya se queda en un fondo, Ƒno sabía? Y entonces los trabajadores cobran hasta la segunda semana". Afirmó que ese "fondo" se les reintegra a los obreros cuando los despiden.

La empresa tiene su sede en Coatzacoalcos. Este autobús pasa primero a Acayucan, luego a Hueyapan, y de ahí viene para acá. La gente de Díaz Covarrubias "casi no se va, porque están esperanzados al trabajo del ingenio. Los que se van son los de las rancherías", apuntó el dependiente.

En las oficinas de la sección 36 del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera de la República Mexicana (STIARM) -otrora uno de los pilares de la CTM y por lo tanto del PRI-, Juan Domínguez y Jorge Canseco, secretarios de Relaciones y de Acción Sindical, respectivamente, informaron que la coalición paró el ingenio el 5 de julio porque los empresarios -del grupo Santos- pretendían contratar gente "libre", no sindicalizada, y por el problema de falta de pago de cinco quincenas a los jubilados.

Pero además la empresa pretende liquidar a 200 trabajadores de base, y con los 181 obreros que quedarían no se puede operar el ingenio; tendría que meter maquinaria nueva para modernizar el proceso. Aseguraron que por 1971 el ingenio tenía mil 153 trabajadores, y en 1985 liquidaron a 300. Luego hubo otra liquidación cuando cerraron la planta de alcohol. El ingenio primero fue de la Sugar Company, allá por 1910; después de los Sáenz. Luego lo intervino el gobierno y se lo vendió a IMSA, que a su vez lo entregó al grupo Santos.

Indicaron que después del paro sindical la empresa, aparte de rescindirle el contrato a cinco integrantes del comité ejecutivo local, presentó una declaración de quiebra técnica, "que no tiene ninguna base y requiere una investigación previa del jurídico del sindicato".

El ingenio tiene una capacidad instalada de 50 mil toneladas, pero en la zafra 99-2000 sólo produjo 47 mil toneladas de azúcar refinada, con rendimiento de 12.8 por ciento. "La molienda bajó por problemas técnicos. La empresa no le pone atención a la reparación de la maquinaria; tienen fugas en las tuberías de las bombas de los molinos, aunque ahora hubo menos pérdidas de guarapo (jugo de caña)".

El jueves y viernes el dirigente seccional estaba "con nuestro líder máximo, Enrique Ramos", en el DF, para definir la estrategia, a efecto que se logre la reapertura del ingenio. Se espera que para el día 18 pudiera darse una reunión con el empresario. Llevaban dos meses y nueve días sin cobrar, y la situación se agravó con la entrada de los niños a la escuela, porque había que comprarles sus útiles y no hay dinero.

"Hay una sicosis tremenda de qué va a pasar si no se reabre el ingenio, pues no hay más fuentes de empleo. Aumentarán la migración y la delincuencia", comentó por su parte el alcalde de Hueyapan, Héctor Molina Martínez, quien dijo que "la gente se está yendo para el norte". El municipio cuenta con 45 mil habitantes en 50 comunidades, de las cuales 28 tienen población mayoritariamente zoque-popoluca. Estimó que "20 o 30 por ciento de los jóvenes se han ido".

Jesús Pulido, dirigente de la UNPCA-CNC local, quien es también secretario de Adquisición e Insumos Cañeros de la organización a nivel nacional, mencionó que el grupo Santos, del ex senador Alberto Santos, es el segundo consorcio azucarero más "emproblemado financieramente" con el gobierno federal, después del grupo Caze.

La sombra de los Salinas

Santos -persona cercana a Raúl Salinas de Gortari- es propietario de seis ingenios: Cuatotolapan y San Gabriel, en Veracruz; Plan de Ayala y Alianza Popular, en San Luis Potosí; Pedernales, en Michoacán, y Bellavista, en Jalisco. "Dice que Cuatotolapan debe 262 millones de pesos, pero también se sabe que en 91-92 IMSA pagó 28 millones por el ingenio", comentó Pulido.

Indicó que la zona de abastecimiento del ingenio es de 14 mil hectáreas de caña. En la zafra 99-2000 molió 438 mil toneladas, y se quedaron en campo, sin cortar, 28 mil toneladas más, cuando en la zafra anterior sólo fueron 7 mil 800.

La factoría tiene capacidad para moler 4 mil 500 toneladas diarias, "pero tiene problemas en la cocina. Gran parte de los problemas del grupo son por la mala administración; reportan inversiones en la fábrica por 20 millones de pesos, que no se ven. Los directivos de alto nivel se entiende que hacen negocios con el contratista y no realizan las inversiones. Esto le toca supervisarlo al dueño del grupo; el dinero se queda en empleados de segundo y tercer niveles, y eso no podemos absorberlo los productores, que es lo que pretenden", agregó el dirigente cañero.

Explicó que el grupo Santos, como otros industriales, pretende cambiar la forma de pago de la caña, que según el Decreto Cañero de 1991 debe ser por kilogramo de azúcar recuperable base estándar (karbe), y quieren pagar sólo lo que se recupera (kabe). "Este año les entregamos 103 kilos de azúcar por tonelada de caña en sacarosa, y ellos recuperaron sólo 96 kilos, por la ineficiencia del ingenio y la mala operación".

Además, la liquidación de la caña entregada se las pagaron con un mes de retraso; eran 22 millones de pesos. Hace dos años que el ingenio incumple su obligación de otorgar créditos de avío a los cañeros, "y así quiere caña de buena calidad, pero no entiende que hay que invertirle al campo".

Explicó Pulido que el promedio de tierras por productor es de 5.5 hectáreas. Como en 70 por ciento del campo cañero, la tierra es de temporal. Este año hubo rendimientos de apenas 45 toneladas por hectárea; "somos de los más bajos del país, Sólo nos ganan Santo Domingo y otro ingenio en Paso del Macho. Hemos alcanzado las 65 toneladas por hectárea en condiciones de avío, a 80 por ciento de lo que requiere el campo en fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y trabajos de cultivo".

Al cuestionársele por qué la UNPCA no organiza un plan de crédito por su cuenta, comentó que el problema es que el ingenio tiene que intervenir, ya que las instituciones de crédito les ponen como condición que las finanzas del ingenio estén saneadas, "porque si como ocurrió ahora, el ingenio se atrasa en pagarnos la liquidación, se vencen los pagos de los créditos y empiezan a correr los intereses moratorios".

Por ejemplo, agregó, "el ingenio ya nos retuvo de las liquidaciones las cuotas del IMSS: 6 millones de pesos, y debía haberlas pagado el primero de julio. El IMSS le dio como tope para pagar el 30 de julio. Hasta el 14 de septiembre no había pagado. El IMSS nos sigue dando el servicio porque pagamos las cuotas por adelantado.

"Sentimos que los industriales no son honestos en sus tratos con nosotros. Firmamos acuerdos y luego nos salen con que no los cumplen. De acuerdo, los productores de caña de Cuatotolapan estuvimos acostumbrados de cierta manera al paternalismo del crédito que nos daba el ingenio; usábamos el avío para nuestros gastos y no teníamos para reinvertir en el campo, pero hace tres años nos soltaron y no tenemos líneas de financiamiento por ningún lado".

Después que los sindicalizados cerraron el ingenio, Santos aprovechó y dice que ya no lo va a abrir. "Quiere presionar a los cañeros para que cobremos sólo el kabe, y sólo 53 por ciento del precio del azúcar, y no el 57 que establece el Decreto Cañero. Eso representa, con los números de la zafra anterior, 33 pesos por tonelada, y quiere que hagamos un convenio por cinco años. Serían 14 millones de pesos anuales lo que le aportaríamos los cañeros", precisó Pulido, y dijo que si Santos no reabre el ingenio, "tendrá que intervenir el gobierno, porque es de lo que vive la región.

"La caña es un cultivo de contrato, estable, que permite vivir con tranquilidad; es el mejor negocio para el agricultor, al menos en los 15 estados donde se produce. Es un cultivo social en el cual reparamos caminos, tenemos asegurados a los cortadores, se ha pensionado a más de 3 mil cañeros, vía el IMSS".

Mencionó que hay grupos industriales, como, el Piaza, que tiene los ingenios Tres Valles y López Mateos, que nunca dejan de cumplir sus obligaciones con obreros y productores, le han invertido a los ingenios y tienen utilidades.

En la oficina de la Unión Nacional de Cañeros, afiliados a la Confederación Nacional de la Propiedad Rural (UNC-CNPR), Heriberto Conrado Rodríguez, secretario de Finanzas, explicó que Santos "nos quiere tener agarrados del cogote" con el programa de trabajo a cinco años -el mismo que explicó Pulido-, y a cambio propone la introducción de mejores variedades de caña.

Ahí, media docena de cañeros discutía sus temores de que no se reabra el ingenio, e incluso alguno proponía, ante las protestas de sus pares, que si la fábrica necesita alguna pieza para funcionar, "nosotros tendríamos que comprársela".

Conrado reconoció que en la región se cuenta con un "campo envejecido; estamos conscientes de que el que no produzca 30 toneladas por hectárea, que no siembre, pero la infraestructura del ingenio también está mal, y antes de ampliar la fábrica, amplió el campo en 17 mil hectáreas, y nunca lo tecnificó".

El Fobazúcar que viene

En la ruta de los ingenios unos lo dicen en voz alta y otros casi en secreto, pero la percepción está muy extendida entre sectores de la agroindustria azucarera: los industriales del ramo están buscando su Fobazúcar, apostándole a que el gobierno no puede permitir una inestabilidad social como la que traería el cierre de 22 de los 61 ingenios que hay en el país.

Ese Fobazúcar implicaría que el gobierno absorbiera la deuda de 22 mil millones de pesos que los industriales del sector tienen con Financiera Nacional Azucarera (Fina) -en liquidación-, acumulada debido a factores como la importación de azúcar a principios de los noventa, altos costos de producción, obsolescencia de equipos en fábrica, problemas de administración de los ingenios, desorden en la comercialización del azúcar...

A lo anterior se suma -desde 1994, en el marco del TLC- el desplazamiento del azúcar en la industria refresquera por la importación de jarabe de alta fructosa, de EU, o la producida aquí con maíz amarillo subsidiado, importado libre de arancel, también de ese país, estimada en 600 mil toneladas anuales por ambos conceptos; en tanto que la industria azucarera nacional sólo ha podido exportar a Estados Unidos 25 mil toneladas al año.

Y aunque a partir de octubre próximo, de acuerdo al texto original del TLC, México podría exportar todos sus excedentes a Estados Unidos, al haber logrado tener una producción superavitaria durante dos años consecutivos, la carta colateral Kantor-Serra Puche dejó en un máximo de 250 mil toneladas anuales la posibilidad de exportar al mercado estadunidense durante los próximos siete años.

Ya el gobierno mexicano pidió la integración de un pánel para resolver esta controversia, pero su resolución podría llevarse hasta tres años.

De acuerdo con UNPCA-CNC, lo anterior genera un déficit para México de 575 mil toneladas del dulce en el comercio binacional, y producirá una pérdida para los cañeros de 78.7 millones de dólares, por el 57 por ciento de esa azúcar que les pertenece, de acuerdo con el Decreto Cañero.

Según el dirigente de la UNPCA, Francisco Castro, ha sido la dedicación y el interés de los cañeros, por entregar cada año mejor producto y más producción, lo que hizo que se pasara de 3 millones 300 mil toneladas, que se produjeron en la zafra 92-93 -"por eso dijo Jaime Serra Puche (entonces titular de la Secretaría de Comercio) que para abastecer al mercado nacional era necesario traer de fuera la fructosa; nunca pensó que los mexicanos íbamos a superar esa situación, y pasar a ser exportadores, y ya lo demostramos, en la zafra 97-98, que habiendo recursos tuvimos una zafra récord-, a 5 millones 174 mil toneladas de azúcar, con 48 millones 400 mil toneladas de caña".

El líder de los cañeros cenecistas -que agrupan, según sus padrones, a 115 mil de los 160 mil cañeros, y el resto se aglutina en la también priísta UNC-CNPR, con cuyo dirigente, Miguel Ortiz, se solicitó sin éxito una entrevista- subrayó que si existe el financiamiento adecuado para los productores, podrían producirse 5 millones de toneladas de azúcar, pero hace dos años que los ingenios no cumplen con la obligación de proporcionar créditos de avío a los cañeros.

Castro indicó que todo lo anterior se complica por la responsabilidad de la privatización realizada durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, "al haber entregado los ingenios regalados, porque así lo podemos entender, y el no haber solicitado que los señores industriales, a los que les entregaban los ingenios, tuvieran recursos frescos para invertir y que se modernizara la fábrica.

"Yo le he pedido en cuatro ocasiones a José Angel Gurría (titular de la Secretaría de Hacienda) que debería hacerse una verdadera restructuración de la agroindustria azucarera... y si tienen problemas los industriales, el gobierno tiene la opción de recoger los ingenios", indicó Castro.

De la falta de créditos al campo cañero, Manuel León, delegado de la UNPCA en Veracruz -donde se localizan 22 de los ingenios y se produce casi 40 por ciento del azúcar del país-, indicó, en entrevista por separado, que Financiera Nacional Azucarera no ha canalizado crédito a los productores, "sólo a los industriales que están endeudados, y además el financiamiento que agarran no lo meten a los ingenios, lo desvían a otros negocios; ya se acostumbraron a que el gobierno federal les condone las deudas y les reciba la chatarra.

"Salinas entregó los ingenios baratos, con intereses blandos, a largo plazo. A los industriales les han convertido deudas de adquisición en empréstitos de operación. Fina -agregó León- operaba como banca política y no de desarrollo. Todo eso lo denunciamos a tiempo. Financiera debe comprobar que sí da dinero para maquinaria y que el crédito se use para ello. Hay ingenios que deben tres o cuatro veces su valor. Por ejemplo La Joya, que tuvo que intervenir el gobierno federal, debía dos o tres años de cuotas al IMSS, y nunca le cobraban".

Al comentarle que el presidente del Grupo Azucarero Mexicano (GAM), Juan Gallardo Thurlow -que produce 10 por ciento del azúcar nacional- ha planteado la necesidad de reducir en 6 o 7 por ciento la zafra, y en cambio deben buscarse cultivos sustitutivos de la caña, para que los excedentes no presionen el mercado, León coincidió con Castro en que, por la falta de avíos, "hay industriales que han ido presionando a los cañeros para rentarles o comprarles la tierra para sembrar caña. Lo están haciendo en San Cristóbal, en El Higo, en Tres Valles. No es posible retroceder a las haciendas: quieren ser dueños de tierra e ingenios".

"En esas tierras los industriales están sembrando un promedio de 400 mil toneladas de caña: esas son las superficies que deben desaparecer", subrayó Castro.

El peligro de la desestabilización

De lo que puede ocurrir si se cumplieran los pronósticos que advierten del inminente cierre de los ingenios menos eficientes -una tercera parte de los que existen- ya tuvieron un esbozo las autoridades y la sociedad, en agosto: miles de cañeros de 15 estados del país realizaron plantones, marchas y bloqueos de ingenios, carreteras y edificios públicos para presionar por el pago de mil 300 millones de pesos, que por liquidaciones de su caña les adeudaban a 75 mil productores, desde julio, los principales grupos de esta rama industrial, entre ellos Consorcio Azucarero Escorpión (Caze), Grupo Azucarero Mexicano (GAM) y grupo Machado I.

Pero además, los industriales azucareros les adeudan cinco quincenas a 11 mil jubilados del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera, que agrupa a 45 mil personas. La nómina mensual de las jubilaciones, según declaró a la prensa el dirigente sindical Enrique Ramos, es de 22 millones 500 mil pesos. Ellos también realizaron movilizaciones regionales y algunos se trasladaron a la ciudad de México.

Aunque desde el 12 de septiembre la Secretaría del Trabajo y Previsión Social informó de un principio de acuerdo, mediante el cual los industriales pagarían 45 millones de pesos para cubrir pensiones, previa instalación de una mesa para revisar la administración del Fondo de Jubilaciones, todavía la tarde del día 15 unos 300 pensionados del ingenio El Potrero, municipio de Carlos A. Carrillo, mantenían el bloqueo, iniciado nueve días antes, de la salida del azúcar ahí almacenada, a la espera que llegaran los cheques para empezar a cobrar sus pensiones.

El Potrero es del grupo Caze, de Enrique Molina Sobrino, que produce 23 por ciento del azúcar nacional en sus nueve ingenios. De acuerdo con la revista Expansión, el industrial, quien fue señalado como financiador de la campaña presidencial de Carlos Salinas, adeuda 700 millones de dólares a Fina, y más de 200 millones de dólares a instituciones privadas, en tanto el valor de su negocio azucarero se ubica entre 450 y 500 millones de dólares.

Hugo Rubio Vargas, secretario de la UNC-CNPR de Potrero -ex candidato perdedor a la alcaldía de Amatlán, por el PAN-, comentó que por el atraso de más de dos meses en el pago de las liquidaciones, hay incertidumbre entre los productores. "Se nos dice que Caze ni vendiendo los ingenios restructura la deuda. El único que tiene que entrarle, a fuerzas, es el gobierno, porque si no, el problema se transforma en social".

Ahí abastecen al ingenio unos 5 mil cañeros con 1.6 o 1.7 millones de toneladas de la vara dulce, de los cuales 38 por ciento está afiliado a la CNPR. En promedio los productores tienen tres hectáreas y obtienen una utilidad de 8 mil pesos por cada una.

En la sección 23 del STIARM, Rosendo Rivera, secretario de Relaciones Obreras, informó que El Potrero tiene 5 mil cinco obreros activos y 300 jubilados. En la última zafra el ingenio molió un millón 600 mil toneladas de caña. Ahora la reparación está retrasada porque dice la empresa que no tiene dinero para comprar el material, por lo que posiblemente la zafra se atrase un mes e inicie hasta los primeros días de diciembre.

Al planteársele que los industriales azucareros afirman que sobra personal en los ingenios, sacó un altero de solicitudes y dijo que al ingenio le falta gente, y le están solicitando la contratación de 250 eventuales para trabajar en la reparación.

Eventuales sin prestaciones

Con los eventuales se ahorran prestaciones. "Ellos tienen un azadón muy ancho para jalar las ganancias", afirmó, al señalar que en el reajuste que hubo en 1996 se liquidó a cien obreros, y "ahora hay más trabajo para la gente que se quedó, porque ellos argumentan que hubo modernización, pero la maquinaria sigue siendo caduca.

"Aquí hay aparatos que desde 1940, cuando fue montada la refinería, están trabajando, como los filtros. En los calentadores de guarapo, que trabajan a mucha presión, y los triples de evaporación, la lámina está muy desgastada y puede ocasionar accidentes de graves consecuencias. En 1998 explotó un tanque y hubo cuatro muertos. Este grupo sólo está exprimiendo el ingenio y no le mete nada. La reparación se hace gracias a la capacidad de los obreros", afirmó.

En el ingenio San Miguelito, también de Caze, Israel Castillo, responsable de las finanzas de la UNC-CNPR, informó que 2 mil 700 cañeros trabajan la superficie de cultivo del ingenio, que es de 6 mil hectáreas de temporal, y que con lluvia producen 85 toneladas por hectárea. En 1999 el rendimiento fue de 60 a 70 toneladas, con un rendimiento de 119 kilos de azúcar por tonelada de caña. Este año les pagaron 291.34 pesos por tonelada de caña.

De la última liquidación les debían, con más de un mes de atraso, 36 millones de pesos, de los que ahora restan 8 millones. Son 600 los cañeros que no han cobrado y el compromiso era que les pagarían a más tardar el 15 de septiembre.

Aquí también los industriales quieren modificar la forma de pago, "porque ahorita, de acuerdo con el Decreto Cañero, ya podríamos demandarlos por intereses moratorios. Hace falta dignificar la imagen del productor como proveedor, y no como peones.

"Algunos pensamos que los industriales están buscando un Fobazúcar para que les saneen las finanzas. No pagar las liquidaciones a tiempo también puede ser parte de la estrategia de los industriales para conseguirlo, porque eso trajo plantones, paros, cierre de carreteras. A los cañeros nos descuentan todo lo que debemos, pero el ingenio debe dos veces lo que vale, ya que agarra todo el dinero que le prestan y lo mete a otras empresas", afirmó.

Al señalársele que Gallardo ha planteado la necesidad de reducir la producción de azúcar e introducir cultivos alternativos, dijo que con la caña también hay opciones. Por ejemplo, en el ingenio San Nicolás están produciendo etanol que se exporta a Brasil. En cambio, es difícil meter otros cultivos si el gobierno no apoya con infraestructura para perforar pozos artesianos. Pero además se ha sembrado piña, maíz, frijol, limón, y no hay mercados. O como dijo uno de los pensionados de Potrero: "Lo único que vale es lo que nosotros tenemos que comprar".