LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Quintero: la pluralidad obliga al consenso


Concluir la reforma política del Distrito Federal, demanda el PRD

Elia Baltazar Ť La conclusión de la reforma política para el Distrito Federal y la composición plural de la flamante legislatura en la Asamblea fueron piedra angular en el discurso de posición del Partidos de la Revolución Democrática.

Al frente de la fracción del PRD, compuesta ahora por 19 diputados locales, correspondió a Armando Quintero expresar la disposición de su partido "al diálogo y el consenso", para alcanzar las transformaciones estructurales de la ciudad, que la conviertan "en un estado capital, con una constitución local que garantice derechos plenos para los ciudadanos y elimine de una vez los lazos legales que continúan en los poderes federales, que hacen del DF una entidad con derechos disminuidos".

No obstante, Quintero reconoció que para alcanzar las metas legislativas las fracciones deberán recurrir a una "intensa búsqueda de consensos y acuerdos para el desarrollo de la ciudad y el beneficio de la sociedad".

Luego de hacer un recuento del estado en que su partido encontró la ciudad al convertirse en 1997 en el primer gobierno democrático encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, Quintero convocó a las fracciones representadas en la ALDF a que, "sin mezquindad y por el bien de todos, demandemos que le sean reintegradas al DF las partidas del ramo 33".

Quintero reconoció la labor de la Asamblea que recién concluyó y en la cual fue mayoría el Partido de la Revolución Democrática, y dijo: "Nos han heredado trazos que servirán de guía para que podamos perfeccionar el cuadro legal".

Por esa ciudad plena en sus derechos, el coordinador de la fracción perredista hizo referencia a los derechos de las minorías, a la tolerancia y el respeto. Y aseguró que aquí no hay espacio ni tiempo para oscurantismos e intolerancia, nunca podrá haber leyes o normas que pretendan limitar la libertad de creación, sustituir héroes nacionales por arcángeles, castigar a la mujer que decida sobre su cuerpo.

Su mensaje a las fuerzas conservadoras fue contundente: "šNo pasarán!".