LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Porras para Robles, Cárdenas y López Obrador; rechifla a Moreno Uriegas


Incidentes menores alrededor de la ALDF

Ť Empujones entre granaderos y miembros de Asamblea de Barrios que intentaron llegar al recinto

Angel Bolaños y Susana González G Ť Apenas salpicado por incidentes menores, transcurrió el Informe de la jefa de Gobierno, Rosario Robles, afuera de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Flanqueado por decenas de granaderos, el recinto de Allende y Donceles sólo se vio amenazado por la embestida de un grupo de Asamblea de Barrios, llamado Los Apaches, que intentó romper el cerco instalado en la calle de Tacuba. Infructuoso su intento, no hubo más remedio para el contingente que encabezaba Raymundo Hernández Lemus, que replegarse y seguir rumbo al Zócalo.

Hubo vítores y porras para Robles, Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas. Rechiflas y vituperios para la diputada local priísta, María de los Angeles Moreno, quien tuvo que hacer frente a la reputación cultivada por su partido: "šMuera el PRI! šFuera asesinos! šFuera la corrupción y la basura!"

Nadie identificó, en cambio, a Jorge Schiaffino, ex dirigente y actual delegado especial del PRI-DF, quien fue pródigo en su crítica para el informe de Robles: "Estoy sorprendido de la capacidad de decir mentiras. Nada de lo que ella manejó, obedece a la realidad de la ciudad, y todo lo que mencionó sobre las obras es falso".

En contraste con la posición de los legisladores de su partido en el pleno, el dirigente del PAN capitalino, José Luis Luege Tamargo, reconoció que hubo avances en materia de seguridad y en el combate a la corrupción, pero dijo que al gobierno capitalino le faltó mucho por hacer.

En ese sentido se manifestó también Moreno Uriegas, quien aseguró que Robles no dio respuesta a preguntas fundamentales sobre seguridad y con un dejo de ironía se refirió a la capacidad de la jefa de Gobierno para manejarse frente a los medios.

La actitud de Robles, en cambio, despertó el halago del presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, Juan Luis González Alcántara, quien elogió "la formidable, clara y contundente agilidad" de la jefa de Gobierno para responder a los cuestionamientos de los legisladores, muchos de los cuales, consideró, no tenían fundamento.

Pero las críticas expresadas por los legisladores de oposición son parte de los nuevos tiempos, dijo Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno electo, al concluir el informe. "No hay que azotarse por eso, porque se acabó la época en que sólo había aplaudidores y la doctrina del sí señor, en la que no se podía tocar al intocable". En su opinión, se ha inaugurado "una nueva etapa de transparencia, pluralidad y transparencia, por lo que todos deben someterse al escrutinio público".

Aclamado a su llegada y salida del recinto legislativo, Cuauhtémoc Cárdenas fue duro en su opinión sobre la intervención de los diputados locales. Dijo que no se prepararon para cuestionar la gestión de Robles y que sus críticas no reflejaban el sentir de los capitalinos.

Sesión maratónica

El informe de Rosario Robles congregó a una multitud de aproximadamente 500 personas, que arribó a la ALDF desde las 8 de la mañana. Pocos, sin embargo, aguantaron las seis horas y media que duró el mensaje, pues muchos optaron por abandonar sus posiciones y regresar sólo después de concluido el acto, para despedir a la mandataria capitalina.

No fueron los únicos que claudicaron en su intento por aguantar en su lugar toda la comparecencia y las dos rondas de preguntas y respuestas que incluyó el formato del informe, pues muchos de los funcionarios del gobierno capitalino y de los invitados especiales aprovecharon las intervenciones de los legisladores para aplacar el hambre, tomarse un descanso y fumar en los pasillos del recinto. Esto último, pese a las restricciones que en la materia recientemente obligan a no hacerlo en los edificios públicos.

Fue el caso, por ejemplo, del secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero; el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF, y del procurador Samuel del Villar.

En general, el ambiente callejero fue relajado y a pesar de las bocinas instaladas en la calle, hubo aplausos aislados entre la concurrencia, porque pocos atendieron las palabras de la mandataria y los legisladores.

Sólo el aborto y el apoyo gubernamental a las mujeres despertaron la reacción de la gente, mientras las intervenciones de los diputados de oposición provocaron algunas rechiflas.

Cerca de las tres de la tarde, una pertinaz lluvia dispersó a los asistentes y enfrió los ánimos, que sólo despertaron al despedir a Robles, luego de una larga jornada que anuncia los última etapa de su gobierno.