LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Ahumada expone obras sobre esos mensajeros


Los ángeles tienen sexo, usan camiones, trabajan en el cielo

Ť Disfruta más la pintura, pues la caricatura "es súper rápida"

obra-ahumada-guadlajara-jpgMerry Mac Masters Ť "Las mentiras más bonitas", afirma el pintor y caricaturista Manuel Ahumada al explicar lo que representan para él los ángeles. Aclara: "no nada más son mujeres, también son hombres".

Entonces, ¿tienen sexo?, se le insiste. "Sí, claro que tienen sexo; hace mucho tiempo pensaba que la presente exposición se llamaría 'la respuesta bizancia', en referencia a estas discusiones bizantinas de si tenían sexo o no, y esta era la respuesta porque todos tienen sexo, y se sabe cuál es hombre y cuál es mujer". La diferencia está en las alas. Unas son como de murciélago, y otras como de plumas.

El ángel, o la ángel, es uno de los elementos preferidos de Ahumada. En lo iconográfico es lo que "más" le ha gustado porque no se trata de "ángeles católicos".

Seres alados hay "desde el Corán hasta los griegos. Todo el mundo tiene ángeles. No son de una religión en especial".

¿Cómo funcionan, entonces, los espíritus celestiales de Ahumada? "Viven igual que nosotros, trabajan y toman camiones, pero en el cielo". Es su "vida cotidiana".

Durante los últimos 15 años Ahumada ha trabajado en una serie de seres alados que a partir de mañana expondrá bajo el título de Angeles de la tierra en la Galería Topor de Guadalajara.

Si estas criaturas se han tornado muy populares últimamente, el entrevistado nos recuerda que técnicamente sus cuadros son muy complejos y a veces le lleva hasta un año realizar sólo uno.

--¿Qué vino primero, la caricatura o la pintura?

--La pintura. Empecé a hacer caricatura porque gané un concurso de pintura hace mil millones de años y allí conocí a Feggo, un caricaturista que también trabaja aquí en La Jornada. Vio mis dibujos y me dijo que los llevara a La garrapata, una revista de caricaturas.

"De todas maneras me sigue gustando más la caricatura que la pintura porque es más popular, aunque ahora no tanto porque uno puede meter pinturas o lo que sea en la Internet y se vuelve también popular. Pero, para mí que me lean diariamente es algo que me gratifica mucho. En cambio la pintura, en ese entonces uno tenía que ir a una galería o visitar un museo."

Estudió pintura dos semestres a finales de los 70 en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Dejó de hacerlo cuando el plantel se trasladó a Xochimilco porque le daba "mucha flojera" ir hasta allá. Entonces, se quedó a hacer monos, "que eso lo hacía en cualquier lado".

Recuerda especialmente su clase con Luis Nishizawa "por las técnicas de los materiales".

--¿Qué te da la pintura que no te da la caricatura?

--La pintura me da la libertad del tiempo, de no tener la premura de decir: esto tiene que salir mañana, como me pasa con la caricatura. Uno piensa en un cartón y al otro día tiene que estar. Se tiene que mandar antes de las once de la noche, porque si no ya hacen el diseño de esa página.

"Disfruto más la pintura y no pienso si lo entienden o no lo entienden, sino simplemente hago lo que quiero. Al otro día si deseo lo borro y lo vuelvo a hacer.

"En cambio en el cartón no puedo hacer esto. La caricatura es súper rápida. Tengo que desarrollar mi idea en determinado tiempo, tres o cuatro horas; no puedo tardarme un año como en la pintura. A su vez, la caricatura tiene la frescura de que lo que hice. Allí está la idea. Estará mal dibujado o bien dibujado, pero no importa. Entonces, creo que la pintura es un poco para gente más floja."

--¿Eres flojo?

--Sí, soy muy flojo. Me gustaría hasta hacer un cartón en una semana y pensarlo todo el tiempo, pero no se puede. Ningún medio publica cartones desfasados con dos semanas.

La técnica le preocupa: "Lo que pienso, lo quiero plasmar exactamente como me lo imagino. Si fuera yo abstracto, creo que no me preocuparía tanto. Como una vez me dijo El Fisgón (Rafael Barajas), soy hiperrealista naif, entonces, tengo que preocuparme mucho por la técnica".

Sus cuadros generalmente son de formato pequeño, 40 por 50 centímetros. Ha llegado a trabajar lienzos de un metro, que le resultan "gigantescos", porque como pinta con un pincelito, se tarda mucho.

Concluida la serie de los ángeles, reconoce que le será muy difícil buscar un nuevo tema porque "una serie es fácil de hacer si piensas todo el día en un ángel o un diablo, o lo que sea, le busco formas y formas. En cambio, ahora va a ser muy difícil para mí empezar a pintar porque en sí son cuadros totalmente narrativos que cuentan historias. Entonces, ahora podría ser un cuadro de uno que he pensado de Dios en el paraíso. Eso lo tengo, pero el que sigue no sé de qué voy a hacer".

--¿La religión te interesa?

--No es que me preocupe, sino es parte de mi vida. Fui a una escuela católica y siempre estaba presente la Iglesia, como institución, como forma de vida. Ahora sigue siendo igual. O sea, no voy a la iglesia pero de todas maneras lo que me enseñaron cuando era niño era, bueno, pensar en esto y seguir una doctrina.

El pasado 12 de agosto la destrucción de su dibujo La patrona, exhibido en la exposición Homenaje al lápiz, en Guadalajara, fue el acto culminante de un intento de censura de la muestra generada en el Museo José Luis Cuevas. ¿Qué dejaron a Ahumada los sucesos de Guadalajara?

"Lo que más me dejó fue una felicidad tremenda porque la respuesta de la gente fue increíble. Es lo que más agradezco de todo lo que pasó en Guadalajara. Si me van a pagar o no, eso es lo de menos."

--¿Cuál fue tu primera impresión de lo que pasaba?

--No tenía ninguna impresión porque ese dibujo es viejo, no lo hice para esa exposición. Se me hizo muy raro que lo hayan roto porque, como me dijo (el pintor) Arturo Rivera, la censura se puede negociar pero la destrucción no. Fue algo que ni supe cómo pensar.

"Lo que sí pensaba era qué iba a hacer y ni siquiera me dieron tiempo de actuar porque toda la gente actuó antes que yo. Eso fue lo que más me maravilló. Y no es el hecho de ese dibujo, sino que allí en adelante va ser más difícil que pasen esas cosas y no porque yo haya hecho algo, sino fue la respuesta de la gente la que hizo todo."

Ahumada se siente "súper honrado" de que José Luis Cuevas haya aceptado inaugurar la exposición concebida desde principios de año.

(Angeles de la tierra, muestra de 20 óleos, ilustraciones sin publicar y dibujos a color de Manuel Ahumada, será inaugurada mañana, a las 19 horas, en la Galería Topor, Mexicalzingo 2137, colonia Americana, en Guadalajara, donde permanecerá un mes.)