Ecológica, 25 de septiembre del 2000   


Las delicadas comunidades coralinas de Oaxaca
 
 

Gerardo Esteban Leyte Morales y Ramón Andrés López Pérez

Universidad del Mar. Puerto Ángel, Oaxaca.

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La mayor riqueza de especies de corales en el mundo está ubicada en dos grandes áreas, el Indo-Pacífico y el Caribe, y sabemos que su número disminuye conforme nos alejamos de estos lugares. Las costas de México se ubican, por el lado del Atlántico, dentro de la zona de mayor riqueza para ese océano; sin embargo, la costa occidental forma parte del "lejano Pacífico oriental tropical", una de las regiones más aisladas y con menor riqueza de especies de corales ?¡aunque para los mexicanos es nuestro Pacífico, y además está muy cerca!?. Esa denominación indica que la costa americana esta separada por casi siete mil kilómetros de los arrecifes del Pacífico central, prácticamente sin tierra emergida de por medio. La distancia y la profundidad del agua hacen difícil, pero no imposible, que las larvas de los organismos puedan llegar de una parte a la otra y explica, en parte, la causa de que haya tan pocas especies de corales en el occidente de América: menos de 50, mientras que el Indo-Pacífico está habitado por más de 500.

Al mirar con detalle la distribución de las comunidades coralinas en la costa del Pacifico americano, nos percatamos de que semejan a parches separados unos de otros. En México, las comunidades que están ubicadas más al sur son las de Oaxaca y se encuentran entre Huatulco y Puerto Escondido. Las 26 comunidades coralinas presentes en la zona están aisladas de sus similares en Centroamérica y del resto de México por amplias zonas de playas arenosas y lagunas costeras que no permiten el desarrollo de especies asociadas a fondo duro, como son los corales, pero que además actúan como "filtro" al limitar el paso de las especies entre las localidades al norte y al sur. Las partes de sustratos blandos se extienden al sur del golfo de Tehuantepec y hasta el golfo de Fonseca (incluyendo costas de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua), y al norte hasta Guerrero y Michoacán. Por lo anterior, las comunidades coralinas que se encuentran en Oaxaca son muy especiales.

Entre sus características particulares está el hecho de que tienen pocas especies (15); de ellas, cuatro han colonizado desde Centroamérica y sólo aparecen en esta región de México, mientras que tres más parece que se han extinguido localmente y no se encuentran ejemplares vivos. Los arrecifes formados por estas especies se alzan sobre el fondo rocoso, alcanzando alturas cercanas a los cinco metros.

Se considera que el crecimiento de los corales es de unos tres centímetros por año para las especies de crecimiento más rápido, y que los arrecifes se desarrollan a velocidades de un centímetro por año, lo que hace evidente el largo tiempo que necesitan para formarse, y nos da una noción de lo que tardan en recuperarse de cualquier tipo de daño.

Una de las condiciones básicas para la recuperación de cualquier arrecife es la existencia de una fuente cercana de larvas y, como vimos, las comunidades de Oaxaca están entre las más aisladas del "lejano Pacífico oriental", lo que las hace especialmente frágiles. Afortunadamente, el área de Huatulco fue decretada Parque Nacional en junio de 1998, y actualmente están en proceso los trabajos para desarrollar un plan de manejo que pretende promover estrategias para conservar la zona y estudiarla, mientras se saca provecho de ella pues muchas personas dependen económicamente de los recursos arrecifales.


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