Ojarasca 42  octubre 2000

Ilamatlán, Veracruz

Los caciques también se acaban

Mireya Ruiz Esparza  y Antonio Blanco de la Cruz

Decía Dulce María Sauri, la dirigente nacional del PRI, que los resultados de las elecciones en Veracruz mostraban la falsedad del "efecto dominó", tras la victoria del 2 de julio de Vicente Fox. Pero para muchos habitantes del municipio de Ilamatlán, el triunfo de Vicente Fox fue el "empujón" que necesitaban para decidirse a derrocar no sólo al pri sino a una de las estructuras más duras vividas en México: el caciquismo rural.
   Ilamatlán se encuentra situado en la zona noroeste del estado de Veracruz, en la parte alta y montañosa, zona mejor conocida como Huasteca Alta o Sierra de Chicontepec. Es un municipio que presenta un alto grado de marginalidad que se traduce en carencia de servicios públicos suficientes y eficientes como drenaje, energía eléctrica, agua entubada, vías de comunicación --carreteras y telefonía--, educación, salud y saneamiento, entre muchas otras cuestiones.
   Su población indígena representa más del 90 por ciento, pero como en muchas zonas, esta mayoría no se ha traducido en un gobierno propio. El municipio tiene una historia de cacicazgo mestizo muy arraigada. Cuentan los pobladores que las familias Ramírez y Tapia han controlado el ayuntamiento desde hace mucho tiempo, tomando al PRI como su principal instrumento de control sobre las comunidades, esencialmente en las épocas de elección.
   A diferencia de años anteriores esta vez ganó la oposición. Una planilla común del PAN y el PRD, encabezada por el ingeniero Fernando Barrios como candidato, logró "quitar al señor aquél que nunca quería dejar la presidencia, que siempre estaba manejada por él, por sus yernos, sus hijos, sus primos, sus sobrinos, todos del pri, pero siempre bajo órdenes de él", nos comenta don Leonardo Maya. Humberto Ramírez Avilés, el ahora cacique (como herencia, el puesto de cacique y la presidencia municipal se lo dejó su padre), es quien definía qué se hacía y qué no en el municipio, y esto implicaba también quién ocupaba y quién no, la presidencia.
   Humberto Ramírez ha sido presidente municipal en dos periodos (1967-1970 y 1979-1982). En los otros periodos quienes han ocupado la presidencia municipal son sus parientes cercanos y él ha estado a cargo de la tesorería: Raúl Hernández 1970-1973 (primo político, casado con su prima hermana); Ignacio Ramírez 1973-1976 (hermano); Jaime Tapia R. 1976-1979 (primo); Cliserio Tapia 1982-1985 (primo); Marcos Tapia 1985-1988 (primo); Pantaleón Tapia 1988-1991 (primo); Melesio Hernández 1991-1994 (yerno); Jesús del Ángel T. 1994-1997 (sobrino), y en este último periodo Germán Ramírez (hijo).
   Ilamatlán ha vivido una historia de corrupción. El uso de los programas de gobierno a favor del partido oficial ha sido el pan de cada día; el Progresa, el Procampo, las becas, las despensas, se dan y se quitan dependiendo del apoyo que se otorga al PRI. Por ejemplo, en la comunidad de Chahuatlán (comunidad clave para el triunfo de la oposición), el cacique tiene lo que los antropólogos han llamado "el representante del cacique", dentro de la red de alianzas que establece en las comunidades. Crecencio Mariano Tapia, acusan los lugareños, "se presta mucho de hacer trabajitos como esconder boletas o animar a la gente por medio de las despensas... les dice que el presidente les da las despensas y si no apoyan las van a cortar, entonces la gente humilde lo apoya; como no saben de donde vienen las despensas pues votan por el PRI".
   En una ocasión amenazaron a Eugenio Olivares de que le iban a quitar la beca a su hija Susana, ya que él estaba apoyando a la planilla común PAN-PRD, pese a que la niña, que cursa el primer año de primaria, tiene promedio de 9.8. Todos saben que este tipo de amenazas llegan a cumplirse, como nos contaba don Víctor Tolentino, secretario del ejido de la misma comunidad. En las elecciones anteriores a estas últimas, a él y a otros padres de familia los amenazaron y en cuanto llegó a la presidencia Germán Ramírez los mandó a llamar y "descaradamente nos dijo: yo dije en la campaña perfectamente, si yo llego a ganar ustedes van a perder la beca y ya la perdieron, ya no la van a recibir".
   Las mujeres de Chahuatlán con preocupación cuentan que las despensas en los últimos meses las estuvieron almacenando para ocuparlas en el periodo electoral. Han llegado a caducar los productos; en agosto recibieron muchas denuncias de campesinos que encontraron un tiradero de leches del DIF echadas a perder. "Mejor lo tiran en vez de que se lo den a los niños" --dicen las mujeres. oja-milicia
   Reportar obras completas al gobierno de Veracruz que no se han terminado o con el presupuesto inflado es una de las actividades más socorridas por estos presidentes. Los partidos de oposición difundieron que la presidencia de Jesús del Ángel reportó ante la Legislatura un proyecto de entubamiento de agua en la comunidad de Atempa con un costo de más de 35 mil pesos y según los señores de Atempa el ayuntamiento les dio 15 mil pesos con los que compraron algunos tubos,hicieron algunas excavaciones y al final les dijeron que ya no había presupuesto y así se quedó la obra. Hoy no tienen agua entubada pero ante la Legislatura esa comunidad está reportada con la tubería terminada y el servicio vigente.
   El presidente anterior, de la misma manera, utilizó la obra de la galera y la de la tele-secundaria en la comunidad de Chahuatlán "para cosechar, para robar dinero". Don Víctor Tolentino denunció que el patronato de la comunidad no fue quien se encargó del dinero de la obra de la galera ya que el presidente dijo que se iban a malgastar el dinero. En los patronatos de las obras ponen a gente que apoye al PRI para manipularlos, como está pasando con el patronato de la tele-secundaria, en donde han hecho a un lado al señor Heraclio Hernández Martínez, quien había sido nombrado como presidente del patronato, por ser del PAN. Los partidos de oposición han investigado y tienen pruebas que presupuestaron la mano de obra, pese a que los hombres han trabajado de cinco a diez faenas; también está presupuestada la comida para los albañiles, pese a que el agente obligó a todos los vecinos para que les dieran de comer; de igual manera se presupuestan los materiales como piedras, arena y grava, pese a que las comunidades cuentan con esos materiales.
   Corrupción tras corrupción se había vivido en el municipio ante el miedo de los indígenas a alzar su voz. Las mujeres que desde las anteriores elecciones han estado en la oposición, estuvieron trabajando muy duro para que ese miedo fuera desapareciendo, "todos se dieron cuenta que no hay apoyo, que siempre han sido puras promesas que nunca se han cumplido... la gente ya despertó, poco a poquito se han dado cuenta cómo nos humillan" nos dice Celestina Ángeles, una mujer que ha trabajado mucho por su pueblo.
   El primer sentimiento experimentado por los indígenas que han estado luchando por que la historia de su municipio cambie, al conocer el triunfo de su candidato, fue de libertad, porque como ellos dicen han sido como esclavos. Ahora, como dice don Leonardo, "... ya le llegó la hora al cacique. Que se retire, ya perdió, que se conforme, bien perdido. Así como cuando él decía: 'Gano, bien ganado, el que pierde bien perdido'. Ahora le tocó a él y nosotros estamos muy contentos. Podemos dar un fuerte aplauso para nosotros todos". Sí, ganaron, lograron quitar al cacique pero aún les queda mucho por hacer para que en su municipio se empiecen a resolver los problemas que han vivido durante siglos. Su alegría y esperanza nos dicen que tienen puesto su corazón en ese camino que tendrán que recorrer. 
 

Milicia cubana. Foto: Tania Jovanovic

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