MARTES 21 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť No habría IVA en alimentos el próximo año


Las reformas foxistas no mitigarán problemas del sistema tributario

Ť Continuará la carga fiscal sobre pequeñas y medianas empresas y contribuyentes cautivos, dicen parlamentarios del PRD

Ciro Pérez Silva Ť Las principales reformas fiscales que ofrece el equipo de Vicente Fox para el paquete financiero que el Congreso discutirá en diciembre, no contienen elementos sustantivos que induzcan a mitigar los problemas de recaudación e inequidad que padece el sistema tributario mexicano, sostiene el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con un análisis del equipo de asesores de esta bancada, si bien todo indica que al menos para el presente año, el equipo foxista ha decidido posponer el asunto del IVA a los alimentos y medicinas, la miscelánea fiscal que presentará en diciembre no contiene disposiciones tendientes a hacer que los grandes grupos corporativos contribuyan de manera más importante al gasto público.

''Al contrario, las reformas que actualmente trabajan apuntan a continuar cargando la recaudación sobre las pequeñas y medianas empresas, y sobre los causantes cautivos representados por los asalariados'', afirman los analistas.

Sin embargo, parece ser que en materia de ''derechos'' se está buscando que el Estado pueda cobrar a precio de mercado los servicios que presta en sus funciones de derecho público lo que, aseguran, debe ser motivo de preocupación puesto que el término utilizado resulta demasiado amplio, al abarcar muchos de los trámites que los diferentes actores económicos llevan a cabo con el Estado, ya que se está proponiendo un cambio en la redacción del artículo segundo del Código Fiscal.

El paquete fiscal no propone ninguna modificación al Régimen de Consolidación Fiscal, contenido en el artículo 57 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Incluso la Secretaría de Hacienda ha reconocido que la existencia de este régimen fiscal introduce severas distorsiones al sistema, además de que es muy inequitativo y erosiona de manera importante la recaudación fiscal. ''Finalmente, la propuesta que será presentada en diciembre contiene algunas disposiciones que ayudan a simplificar algunos trámites; sin embargo, no persiguen de ninguna manera incrementar nuestros bajísimos niveles de recaudación tributaria''.

Por cuanto a los ingresos públicos, el equipo de asesores de la bancada perredista en San Lázaro sostiene que reflejan un estado tan crítico, que ponen en grave riesgo el cumplimiento de las funciones básicas del Estado y obligan a una restructuración integral e impostergable del sistema tributario mexicano.

''La crisis fiscal se explica en gran medida por la subordinación de la política tributaria al modelo neoliberal, la cual se sumó a dicha estrategia a través de un régimen de estímulos, incentivos, deducciones y todo tipo de apoyos fiscales para el selecto grupo de empresas y personas consideradas estratégicas para el modelo, sin considerar las graves consecuencias que ello significaría para la economía en conjunto''.

De esta forma, mientras el gasto gubernamental se ha reducido de manera importante durante la última década, pese a que ha implicado recortes sobre programas de inversión en infraestructura básica, programas sociales, alimentarios, de abasto social y vivienda, la recaudación tributaria apenas ha crecido con respecto al PIB, descansando en los ingresos petroleros que representan el 32.5 por ciento de los ingresos públicos totales.

La estrategia se ha basado en los impuestos indirectos, la suma del IVA, IEPS e ISAN que gravan el consumo de las personas y representan 49 por ciento de la recaudación tributaria total; dicha estrategia prioriza los impuestos regresivos por encima de los distributivos, con lo cual la estructura tributaria empeora la distribución del ingreso en el país y las finanzas gubernamentales.

Las fallas estructurales de la política tributaria son diversas, la recaudación se ha recargado históricamente en la clase media, los asalariados y en Pemex, mientras se desgrava a los grandes grupos corporativos, que tributan en el Régimen Simplificado o las que utilizan el Régimen de Consolidación Fiscal (acotado pero todavía vigente) ya que han servido como una puerta para la elusión fiscal.