LUNES Ť 8 Ť ENERO Ť 2001

Ť No cumple con demandas de usuarios, reclaman comerciantes

Mal hecha, la ley para regularizar autos chocolate

Ť En unos meses, nuevamente habrá plantones y bloqueos, advierten
Ť La iniciativa contiene elementos antijurídicos e incongruencias

DAVID ZUÑIGA

Con la regularización de autos extranjeros aprobada el 29 de diciembre y que podría entrar en vigor en marzo, los legisladores violaron el estado de derecho y ni siquiera cumplieron las demandas de las organizaciones de usuarios, por lo que en unos meses volverán a surgir los plantones, los bloqueos y los brotes de violencia, advirtieron representantes de la industria automotriz y de los comerciantes del sector.

La nueva ley fija un plazo de 120 días para inscribir los autos extranjeros a un padrón. Sin embargo, dado el número de unidades habría que registrar 80 mil cada día hábil, lo que es imposible para cualquier gobierno estatal, asegura el vicepresidente y vocero de la Asociación Nacional de Comerciantes de Autos y Camiones Usados (ANCA), José Ramón Zavala Cid. ''En unos meses tendremos que volver a cabildear y pelear para que se amplíe este periodo'', augura.

La iniciativa, explica, estuvo mal hecha, ''contiene elementos antijurídicos, es incongruente con el estado de derecho y ni siquiera satisface las demandas de las organizaciones populares porque no les da la propiedad del vehículo y tampoco los nacionaliza, sino que sólo los registra en un padrón, pero no establece las bases para que los estados y la Secretaría de Hacienda coordinen una base de datos''.

Según los empresarios, de no encontrarse una solución integral el mercado interno para los autos nuevos se reducirá a menos de la mitad de su tamaño actual, pues el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) prevé la apertura de fronteras a los vehículos nuevos a partir del primero de enero de 2004 y de usados de al menos diez años a partir de 2009.

Cae ese mercado hasta 40 por ciento

Por lo pronto, la ANCA reportó que sus ventas han caído hasta 40 por ciento en el norte y centro del país, y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) advierte que podría generalizarse la situación de la frontera norte, donde los vehículos nuevos concentran apenas 10 por ciento del mercado.

César A. Flores Esquivel, presidente ejecutivo de la AMIA, recuerda que desde la primera autos-chocolates regularización de autos, en 1952, el problema ha ido creciendo a pesar de que siempre se ha dicho que sería la última vez. En 1992 se hablaba de entre 600 mil y 700 mil autos. El año pasado eran más de 2 millones. Atraídas por este negocio, las organizaciones de usuarios también han proliferado: de cinco que se tenían detectadas hace diez años, hoy suman 23.

Según cálculos de la industria, en México circulan alrededor de 2.5 millones de autos ilegales, y en numerosas ciudades suman 10 por ciento del parque vehicular.

El año pasado se autorizó la importación de camionetas pick-up de 10 años de antigüedad. Como resultado, entre abril de 2000 y diciembre pasado entraron aproximadamente 900 mil unidades de este tipo, más de las que han vendido las distribuidoras de autos nuevos en los últimos cinco años. Asimismo, la venta de camionetas pick-up compactas ya ha empezado a decaer y se prevé que esta tendencia se acentúe.

En Estados Unidos circulan alrededor de 210 millones de autos, de los cuales se desechan anualmente 10 millones, que tienen en promedio nueve años de uso. Mientras en ese país se venden cada año 18 millones de autos nuevos, en México apenas se colocaron 800 mil unidades en el 2000. México fabricó el año pasado 2 millones de autos, de los cuales exportó 1.5 millones.

80% de las ventas en México, gracias a crédito del exterior

Según Flores Esquivel, el mercado mexicano podría absorber hasta 1.8 millones de autos nuevos al año. El problema es el deterioro de los salarios acumulado en los últimos 30 años y la falta de crédito de la banca. Al respecto, señala que este año las ventas de autos nuevos crecieron entre 5 y 7 por ciento, pero 80 por ciento pudieron hacerse gracias a que las trasnacionales diseñaron programas de crédito con recursos propios.

De acuerdo con cálculos de la propia AMIA, la industria da empleo directo a 620 mil personas, pero por cada directo hay siete indirectos, ya que de las armadoras dependen más de 26 mil empresas proveedoras de insumos y servicios, lo que da un total de más de 4 millones de trabajadores.

La regularización de autos extranjeros, coinciden ambos dirigentes, es ''una burla'' para los 14 millones de automovilistas que están al corriente y cumplen con la ley. Lo grave, agregan, es que cada vez más gente cree que basta un poco de presión para pasar por encima de la ley.