LUNES Ť 8 ŤENERO Ť 2001

Ť El presidente chileno valora "el coraje" militar por crudas revelaciones de desaparecidos

No se presenta Pinochet a exámenes médicos; en cambio, asiste a misa

Ť Entrega Mesa de Diálogo información sobre el destino de 200 detenidos durante la dictadura

AFP, DPA, REUTERS Y AP

santiago, 7 de enero. Aconsejado por su defensa, Augusto Pinochet no se presentó hoy al Hospital Militar para iniciar los exámenes físicos y sicológicos ordenados por el juez especial, Juan Guzmán Tapia, quien busca determinar si el ex dictador está en condiciones de ser procesado como autor intelectual del asesinato de 75 opositores a manos de la Caravana de la Muerte, en octubre de 1973.

En tanto, el presidente chileno, Ricardo Lagos, señaló esta noche que la Mesa de Diálogo, en la que participaron las fuerzas armadas y representantes de la sociedad civil, entregó información "cruda y dolorosa" sobre casi 200 detenidos desaparecidos durante la dictadura pinochetista (1973-90).

El mandatario de izquierda destacó la colaboración de las agrupaciones de familiares de las víctimas durante el régimen militar.

Esa información, agregó Lagos en un mensaje televisado que fue criticado por la oposición, "habla de muertes, sepulturas clandestinas, cuerpos arrojados al mar, a los lagos, a los ríos de Chile", y señaló que "será de gran utilidad para que la justicia pueda establecer un número cercano a 180 personas detenidas-desaparecidas que estarían muertas".

De ese número, 130 detenidos fueron lanzados al mar, ríos y lagos, y 20 más, cuyos nombres se ignoran, estarían en una fosa en la zona metropolitana, añadió el mandatario, quien precisó que en los últimos 27 años se han aclarado 171 casos de detenidos-desaparecidos "pero en más de 600 no sabemos dónde están".

Lagos indicó que entregó esa información el sábado al presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, para que inicie las investigaciones que "permitan aclarar, calificar y sancionar jurídicamente los hechos que tal información refiere".

Los antecedentes fueron reunidos en los últimos seis meses por las fuerzas armadas, la policía de Carabineros, las Iglesias católica, judía y protestante, además de otros sectores de la sociedad, tras un acuerdo alcanzado en la Mesa del Diálogo en 1999.

Pero el mandatario socialista también destacó "la fortaleza y el coraje" de las fuerzas armadas, por ayudar a esclarecer los casos de los desaparecidos, y dijo que los altos mandos sienten una "sincera reprobación" por los crímenes cometidos bajo la dictadura. misapino

En su edición de este domingo, el diario La Tercera dijo que los militares habían entregado informes acerca de 200 desaparecidos, de los cuales 45 figuran con su paradero exacto. El Ejército incluyó datos de 27 personas que fueron arrojadas al mar, frente al litoral central de Pichilemu y San Antonio, mientras que los principales casos aclarados ocurrieron entre septiembre de 1973 y marzo de 1974.

El periódico señaló que tras reunirse los antecedentes necesarios, se formó una base de datos con lo que se establecieron mil 62 casos de detenidos-desaparecidos. El análisis caso por caso permitió comprobar que 62 fueron aclarados, que dos nombres estaban repetidos y que otros no habían sido incorporados al listado oficial.

Esto permitió determinar la cifra final de 985 casos, de los cuales 177 fueron atribuidos al Ejército, 14 a la Armada, 17 a la Fuerza Aérea, 304 a Carabineros, 16 a investigaciones, 359 a la DINA, 11 a la CNI, 21 al Comando Conjunto y 66 sin agentes individualizados.

El juez Guzmán, plantado

En el complicado caso de Pinochet, entre tanto, el juez Guzmán, encargado de un total de 203 querellas contra el ex dictador, esperó al ex jefe del ejército durante tres horas en el Hospital Militar, acompañado de los médicos y sicólogos que se encargarían de efectuar los exámenes este domingo y lunes. El ex dictador deberá presentarse a un interrogatorio el próximo martes.

Tras la espera, Guzmán levantó un acta sobre la ausencia del ex senador vitalicio, y se retiró del lugar sin hacer declaraciones.

Pinochet, por su parte, acudió a una misa realizada en la capilla que se encuentra dentro de su residencia de descanso Los Boldos, en Bucalemu, a 120 kilómetros de Santiago, donde estuvo acompañado por familiares y amigos. La prensa local indicó que el ex militar, quien "se veía tranquilo y se veía bien", descendió de una camioneta junto con su esposa Lucía Hiriart, y caminó a la capilla apoyado en un bastón y en uno de sus guardaespaldas.

En los últimos días, los abogados del ex dictador anunciaron que su cliente no se presentaría a los exámenes médicos ni al interrogatorio, por lo que los abogados querellantes pidieron su detención domiciliaria preventiva para asegurar que asista al interrogatorio del martes.

A principios de diciembre Guzmán ordenó el arresto domiciliario, pero la Corte de Apelaciones aceptó un recurso de amparo presentado por la defensa del anciano ex militar en la que se argumentó que dicha medida no era posible ya que faltaba el interrogatorio previo del acusado.

El abogado querellante Hugo Gutiérrez declaró a las decenas de reporteros que esperaron en vano a Pinochet en el Hospital Militar, que el ex dictador "siempre reclamó que quería ser escuchado por los tribunales. Ahora resulta que no quiere los exámenes médicos ni tampoco quiere el interrogatorio... Lo que siempre ha querido es dilatar el proceso para buscar una solución política a su caso".

Para el abogado Víctor Hortal, del estudio del juez español Baltasar Garzón, Pinochet "está tratando de generar unas condiciones de crisis absolutamente inexistentes para evitar ser sometido a proceso". Agregó que "me da la impresión que (los abogados defensores) están entendiendo que tienen pocas posibilidades de seguir adelante con el planteamiento defensivo que tienen".

Los abogados defensores acudirán este lunes a la Corte de Apelaciones, por lo que el juez Guzmán Tapia tiene ahora dos alternativas: ordenar el arresto de Pinochet o esperar el resultado de los recursos de amparo. Si Pinochet no asiste al interrogatorio del martes, entonces el magistrado puede asegurar su comparecencia mediante una orden de detención, pero si persiste la negativa entonces puede inculparlo y ordenar el arresto domiciliario sin concretar el interrogatorio, según lo establecido en el Código Penal.

Evaluarán inasistencias

Sobre la decisión de Pinochet, el gobierno señaló, a través de su ministro del Interior, José Miguel Insulzaque "no es bueno no concurrir a las citaciones de los tribunales de justicia", y anunció que evaluará la situación en los próximos días.

En tanto, cientos de personas pidieron hoy "juicio a Pinochet" frente al Palacio de la Moneda, tras marchar por el centro de Santiago encabezados por la líder comunista Gladys Marín. Frente a la sede del Ejecutivo, los manifestantes esperaron el discuros de Lagos.

Tras escuchar el mensaje, Marín criticó el tono conciliador con el Ejército y que no se busque castigo a los culpables. Más tarde, los manifestantes se retiraron, dejando cientos de velas encendidas y siluetas en cartón negro, para recordar a las víctimas de la dictadura de Pinochet.